BOGOTÁ.- La operación encubierta colombiana que el miércoles liberó a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y a otros 14 rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue cuestionada ayer por diversos medios, que denunciaron el pago de rescate y la colaboración de personal externo.
Según Radio Suiza Romanda (RSR), la cúpula de las FARC habría recibido 20 millones de dólares para entregar a los secuestrados.
"En realidad, los 15 rehenes fueron comprados a precio considerable, tras lo cual fue puesta en escena toda la operación", difundió la emisora, citando una fuente que calificó de fiable y puesta a prueba varias veces.
El pago, según RSR, se habría originado en Estados Unidos, pues tres de los ex rehenes eran contratistas del Pentágono.
La mujer de un centinela de los plagiados habría sido la intermediaria de la transacción tras su captura por parte del Ejército colombiano, con el que accedió a colaborar.
De vuelta en las filas de las FARC como infiltrada, habría logrado que su compañero cambiara de lugar a los rehenes, difundió RSR.
Por otra parte, la radio militar israelí aseguró que dos ex oficiales suyos participaron en la planeación del operativo, sin proporcionar detalles sobre el supuesto rol que jugaron.
Ambos asesores, pertenecientes a las fuerzas especiales, según el diario Haaretz habrían cobrado 10 millones de dólares.
En respuesta a estas acusaciones, el alto mando castrense colombiano negó las versiones y difundió un video en que muestra diversos momentos del rescate, incluyendo cuando los rehenes, atados, suben a un helicóptero con dos de sus captores y cuando, en pleno vuelo, los agentes encubiertos revelan su identidad.
El Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dijo que el ataque fue una versión 100 por ciento colombiana y que no hubo recompensas.
"Es absolutamente falso: no hubo pagos por información para nuestra operación", afirmó.
El comandante del Ejército, Mario Montoya, fue igual de enfático.
"Eso no tiene ningún asidero. La operación fue planeada y ejecutada por el Ejército, iniciada por la inteligencia militar", aseveró.
La propia Betancourt puso en duda la versión de un pago de recompensas por la reacción de los guerrilleros, que la vigilaron hasta el último minuto, ya dentro del helicóptero.
"Ni un dólar, ni un peso (se pagó)", expresó por su parte el Embajador de Estados Unidos en Bogotá, William Brownfield.
Santos advirtió también a la guerrilla que continuarán los operativos para rescatar a las personas que siguen secuestradas.
La Corte Suprema de Justicia abrió ayer una investigación por presuntos nexos con las FARC contra la senadora colombiana Piedad Córdoba, ex mediadora de un plan de canje de rehenes por guerrilleros presos, y contra otros dos congresistas opositores, informó el tribunal.
Según Radio Suiza Romanda (RSR), la cúpula de las FARC habría recibido 20 millones de dólares para entregar a los secuestrados.
"En realidad, los 15 rehenes fueron comprados a precio considerable, tras lo cual fue puesta en escena toda la operación", difundió la emisora, citando una fuente que calificó de fiable y puesta a prueba varias veces.
El pago, según RSR, se habría originado en Estados Unidos, pues tres de los ex rehenes eran contratistas del Pentágono.
La mujer de un centinela de los plagiados habría sido la intermediaria de la transacción tras su captura por parte del Ejército colombiano, con el que accedió a colaborar.
De vuelta en las filas de las FARC como infiltrada, habría logrado que su compañero cambiara de lugar a los rehenes, difundió RSR.
Por otra parte, la radio militar israelí aseguró que dos ex oficiales suyos participaron en la planeación del operativo, sin proporcionar detalles sobre el supuesto rol que jugaron.
Ambos asesores, pertenecientes a las fuerzas especiales, según el diario Haaretz habrían cobrado 10 millones de dólares.
En respuesta a estas acusaciones, el alto mando castrense colombiano negó las versiones y difundió un video en que muestra diversos momentos del rescate, incluyendo cuando los rehenes, atados, suben a un helicóptero con dos de sus captores y cuando, en pleno vuelo, los agentes encubiertos revelan su identidad.
El Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dijo que el ataque fue una versión 100 por ciento colombiana y que no hubo recompensas.
"Es absolutamente falso: no hubo pagos por información para nuestra operación", afirmó.
El comandante del Ejército, Mario Montoya, fue igual de enfático.
"Eso no tiene ningún asidero. La operación fue planeada y ejecutada por el Ejército, iniciada por la inteligencia militar", aseveró.
La propia Betancourt puso en duda la versión de un pago de recompensas por la reacción de los guerrilleros, que la vigilaron hasta el último minuto, ya dentro del helicóptero.
"Ni un dólar, ni un peso (se pagó)", expresó por su parte el Embajador de Estados Unidos en Bogotá, William Brownfield.
Santos advirtió también a la guerrilla que continuarán los operativos para rescatar a las personas que siguen secuestradas.
La Corte Suprema de Justicia abrió ayer una investigación por presuntos nexos con las FARC contra la senadora colombiana Piedad Córdoba, ex mediadora de un plan de canje de rehenes por guerrilleros presos, y contra otros dos congresistas opositores, informó el tribunal.
Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 5 de julio.
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