Los líderes de México, China, India, Brasil y Sudáfrica pidieron que no se les responsabilice por el alza de precios en los alimentos y alcanzaron un consenso para pedir al G8 las ocho potencias mundiales (EU, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Rusia) aumentar su ayuda de emergencia y combatir la especulación porque los subsidios distorsionan el mercado.
“Las causas del aumento de los precios de los alimentos son múltiples y complejas, pero coincidimos en que no es justo ni se debe culpar a las economías en desarrollo por esos problemas”, afirmó el presidente Felipe Calderón. El mandatario mexicano presentó después una declaración del llamado G5 ante el G8 donde urgió a diseñar una estrategia multinacional para enfrentar el problema del alza de precios internacionales y “analizar las posiblidades de un programa de transferencias económicas directas hacia las familias más pobres que compensen su pérdida de ingreso” y adviertió que es posible que hasta cien millones de personas caigan en la pobreza extrema por el incremento en el precio de los alimentos.
Calderón Hinojosa coordinó al grupo de las cinco economías emergentes. Su gobierno inició en mayo medidas contra el alza internacional de precios y ha sostenido en diversas ocasiones que China e India “se están comiendo” casi la tercera parte de la producción mundial de alimentos y combustibles porque sus habitantes aumentaron la demanda y eso “empuja los precios para arriba”.
La declaración política del G5, que hoy se reúne en Toyako con el G8, da un panorama poco positivo al afirmar que el potencial de la globalización “no tiene precedente, pero tampoco lo tienen los riesgos al desarrollo social y sustentable en el mundo” y califica el contexto económico como una “crítica encrucijada histórica”.
“Las causas del aumento de los precios de los alimentos son múltiples y complejas, pero coincidimos en que no es justo ni se debe culpar a las economías en desarrollo por esos problemas”, afirmó el presidente Felipe Calderón. El mandatario mexicano presentó después una declaración del llamado G5 ante el G8 donde urgió a diseñar una estrategia multinacional para enfrentar el problema del alza de precios internacionales y “analizar las posiblidades de un programa de transferencias económicas directas hacia las familias más pobres que compensen su pérdida de ingreso” y adviertió que es posible que hasta cien millones de personas caigan en la pobreza extrema por el incremento en el precio de los alimentos.
Calderón Hinojosa coordinó al grupo de las cinco economías emergentes. Su gobierno inició en mayo medidas contra el alza internacional de precios y ha sostenido en diversas ocasiones que China e India “se están comiendo” casi la tercera parte de la producción mundial de alimentos y combustibles porque sus habitantes aumentaron la demanda y eso “empuja los precios para arriba”.
La declaración política del G5, que hoy se reúne en Toyako con el G8, da un panorama poco positivo al afirmar que el potencial de la globalización “no tiene precedente, pero tampoco lo tienen los riesgos al desarrollo social y sustentable en el mundo” y califica el contexto económico como una “crítica encrucijada histórica”.
Lorena López en Sapporo, Milenio, 9 de julio.
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