“Les debo todo”: Ingrid a Francia

La ex rehén franco-colombiana Ingrid Betancourt llegó ayer a París, donde agradeció al presidente Nicolas Sarkozy y a los franceses por los esfuerzos realizados para su liberación. “Les debo todo, les debo mi vida”, dijo Betancourt ayer en el Palacio del Elíseo, rodeada por el mandatario y su esposa, Carla Bruni; sus hijos, Lorenzo y Melanie, y su ex esposo, Fabrice Delloye, entre otros. Afirmó que Francia había contribuido sobre todo a que los militares colombianos renunciaran a una liberación por la fuerza.

“He esperado este momento casi siete años, y ahora estoy tan feliz de estar aquí”, dijo Betancourt, con la voz quebrada. “He llorado tanto por el dolor y la humillación. Hoy lloro de alegría”. Betancourt dio las gracias al gobierno francés por evitar una intervención militar violenta. “Me salvaron la vida”, señaló esta mujer que pasó 2 mil 321 días en manos de las FARC.

Sarkozy abrazó a la franco-colombiana. “Toda Francia se alegra de que esté aquí. Estamos impresionados por su sonrisa, su fuerza”, añadió. “Se lo debo todo a Francia”, dijo esta mujer que pasó 2 mil 321 días en manos de las FARC. Anteriormente, el presidente la había recibido en un aeropuerto militar cercano a París junto a su esposa.

La ex candidata a la presidencia de Colombia viajó a Francia acompañada de sus hijos y del ministro francés del Exterior, Bernard Kouchner. Por otra parte, afirmó que no cree que su liberación haya estado escenificada y que se haya pagado un rescate: “Lo que viví no puede haber sido una escenificación”. Los gobiernos de Colombia, Francia y Estados Unidos negaron ayer haber pagado a la guerrilla de las FARC por la liberación de los 15 secuestrados en su poder, entre ellos Betancourt.

Según contó, los militares colombianos que se hicieron pasar por miembros de una organización humanitaria estaban desarmados y muy tensos. “Cuando el helicóptero levantó vuelo y fue reducido el comandante de las FARC hubo un enorme estallido de alegría. Eso seguro no fue actuado”, dijo Betancourt. “El tiempo que duró nos pareció una eternidad. Teníamos miedo de que fuera una trampa”, agregó.

Betancourt pidió también a Sarkozy que siguiera trabajando por los rehenes que aún están en poder de la guerrilla. El mandatario, por su parte, afirmó que lo hará. También dijo que Francia admitiría a los rebeldes que dejen las armas.

Más tarde, Betancourt participó en una ceremonia frente a la alcaldía de París, donde fue retirado el enorme cartel con su imagen -en la que se la veía demacrada, mirando hacia abajo, cuando estaba secuestrada en la selva- y sobre el que desde el miércoles se había colocado la leyenda “libre”. La semana que viene, Betancourt será recibida por el papa Benedicto XVI. “Me gustaría visitar Lourdes”, dijo. Afirmó que sus rezos la ayudaron a soportar el secuestro.

La mujer reveló ayer en una entrevista con la radio francesa Europe 1 que durante unos tres años estuvo encadenada a todas horas y calificó su cautiverio de una larga serie de “torturas, humillaciones y vejaciones”. “Es difícil estar bien cuando estás encadenada al cuello. Debes agachar la cabeza y soportar tu destino, sin que la humillación llegue tan lejos como para olvidar quién eres”, añadió.

En el Palacio del Elíseo, la ex rehén pidió a los guerrilleros “que sean buenos perdedores”, porque “es el momento de hacer una rectificación”. “Los colombianos estamos dispuestos a tenderles la mano, pero no estamos dispuestos a participar en una farsa”, agregó, y elogió al presidente colombiano, Alvaro Uribe, que “ha estado extraordinario”.

Hoy, la ex rehén se someterá a un chequeo médico en un hospital militar francés. Hace pocas semanas se había difundido información de que su vida peligraba. Aunque ha adelgazado, su estado es sorprendentemente estable. Ayer se supo que cuatro policías colombianos, liberados junto a Betancourt, sufren de leishmaniasis y paludismo, pero estas enfermedades no ponen en peligro sus vidas, según los médicos que los atienden.

“Lágrimas de cocodrilo” de Hugo Chávez



El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, suelta “lágrimas de cocodrilo” al felicitar a su par colombiano, Álvaro Uribe, por el rescate de Ingrid Betancourt, dijo ayer el diario El Nacional. En severo editorial, el periódico se pregunta por qué Chávez no ha hecho un “mea culpa” y por qué no ha dicho que se equivocó, recordando que a comienzos de año pidió al mundo que sacaran a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la lista de grupos terroristas. “Hoy el presidente suelta lágrimas de cocodrilo al felicitar a Álvaro Uribe por la liberación de Betancourt, cuando en verdad pidió públicamente el reconocimiento como fuerzas beligerantes para las FARC, de forma que estos secuestradores y socios de los narcotraficantes obtuvieran un estatus al cual sólo pueden aspirar aquellas fuerzas rebeldes que luchan contra una dictadura”, señaló. El diario tituló su primera página con la confesión hecha por Chávez el jueves cuando se enteró del rescate de Betancourt, gracias a un obrero que se lo informó a su regreso de la cumbre de Mercosur en Argentina: se quedó “frío”. “Salir hoy a decir que Venezuela y su gobierno están contentos por la liberación de Betancourt es mentirle al país”, agregó El Nacional.

Investigación

La Corte Suprema de Justicia colombiana abrió ayer una investigación por presuntos nexos con las FARC contra la senadora colombiana Piedad Córdoba, del Partido Liberal, ex mediadora de un proyecto de canje de rehenes por guerrilleros presos, y otros dos congresistas opositores, Gloria Ramírez y Wilson Borja, del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA).

El abuelo del cabo del Ejército William Humberto Pérez, ex rehén de las FARC enfermero de Ingrid Betancourt durante 4 años, falleció de un paro cardiaco por la emoción que sintió al conocer la liberación de su nieto en la televisión, según fuentes médicas.
Agencias en Bogotá y París, Milenio, 5 de julio.

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