Íngrid: Me Encadenaron las 24 horas, por 3 años

Sin dar crédito y aceptar que la pesadilla de su cautiverio durante seis años y cuatro meses ya terminó, la ex rehén de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Íngrid Betancourt, reveló a una radiodifusora francesa que durante tres años estuvo encadenada las 24 horas del día y que había momentos en el que los captores la sometían a ella y a otros secuestrados a malos tratos, pero que pese a todo intentó “vivir con dignidad”.
“Intentaba llevar las cadenas y tratar de vivir con dignidad, aunque a veces notaba que era inaguantable”, señaló la ex presidenciable colombiana en una entrevista emitida ayer por la emisora de radio francesa Europe 1, horas antes de su llegada a París.
Interrogada sobre las humillaciones a la que los sometían los rebeldes de las FARC, reveló que “había momentos de malos tratos”, que el comportamiento que recibían de los guerrilleros “era fluctuante” y “sabía que en cualquier momento ese lado cruel podía surgir”.
Betancourt se resistió a precisar y señaló que cuando subió al helicóptero del ejército en el que fue liberada, junto a otros 14 secuestrados, se dijo que “el público no debería conocer esos detalles sórdidos”.

CUATRO AÑOS. Refirió que se esperaba que su secuestro durara cuatro años más tras las recientes muertes del líder máximo de la guerrilla, Manuel Marulanda alias también de Tirofijo, y del deceso también del “número dos”, Raúl Reyes: los dos que le quedan de mandato al actual gobierno colombiano y dos más que serían necesarios para relanzar un proceso para la liberación de rehenes.
Íngrid, que no dio detalles del porqué la encadenaron durante ese tiempo y si su vida corría peligro al dejarla en esa situación, se limitó a decir, en una apacible calma, que en su momento se conocerán las cosas a detalle y no en forma acelerada.

POPULAR. Reconoció estar “muy sorprendida” por la popularidad que tiene y dio las “gracias por haberme acompañado”; “siento que estoy como favorecida por Dios”. Del encuentro el jueves con sus hijos, que se desplazaron desde Francia hasta Bogotá en un avión oficial francés con el que ella arribó ayer a París, indicó que está “absolutamente admirativa”, y que ha descubierto en ellos “adultos con un carácter extraordinario”, “una gran inteligencia”, “una gran espiritualidad” y “mucho encanto”.
Sin poder contener las lágrimas por estar nuevamente con su familia, Betancourt no descansó en agradecer a los pueblos del mundo que presionaron para lograr que la pesadilla que duró 2 mil 321 días haya llegado a su fin con su rescate.

Agencias en París y Bogotá, Crónica, 5 de julio.