En su próxima asamblea nacional el Partido Revolucionario Institucional (PRI) debe recuperar su patriotismo en materia energética, dejar claro su compromiso contra la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y definirse como oposición, “deslindándose del cogobierno con el PAN”, advirtió Manuel Bartlett Díaz.
Sostuvo que en dicha asamblea –que se realizará el día 23 de este mes, en Aguascalientes– el PRI tiene que ser muy firme en relación con Pemex y no avalar ninguna iniciativa que de manera abierta o escondida abra la puerta a las empresas extranjeras para la explotación del petróleo.
Reiteró que la iniciativa de reforma energética que a nombre del PRI presentó el senador Manlio Fabio Beltrones coincide con la de Felipe Calderón en la apertura al capital privado mediante contratos de riesgo, y dijo confiar en que la propuesta alterna anunciada por un grupo de diputados priístas vaya en otro sentido.
El ex presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado informó que fue nombrado delegado a la asamblea nacional del tricolor y ya formuló reservas y observaciones al contenido del documento que se hizo llegar a los estados, que espera sean incorporadas por la comisión redactora.
Su planteamiento central, detalló, es que el PRI tiene que presentar su ideología de partido nacionalista, comprometido socialmente, “y eso nos lleva a revisar todos los documentos para que estemos en esa línea (...) hay que analizar el modelo económico que está aplicando la derecha y deslindarnos del PAN, con el que no podemos estar cogobernando”.
En esa coyuntura, insistió el ex senador, “el PRI tiene que demostrar cuál es su postura frente a las elecciones que vienen y al panismo gobernante”.
El tricolor, abundó, “tiene que definirse como partido de oposición y tomar posiciones que correspondan a su esencia filosófica e ideológica, con un deslinde de su vinculación con el PAN, por principio, desligándose del modelo neoliberal, que ha empobrecido al país”.
Otro tema toral es Pemex, dijo, e hizo notar que en el documento base hecho llegar a los estados el PRI se compromete a sostener el contenido de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, y aunque el texto “es ligero y sin claridad”, “es una garantía, porque en ellos se establece la exclusividad del Estado en materia petrolera”.
En juego, esencia partidista
En los artículos centrales de la Carta Magna relativos al petróleo se señala claramente que la exclusividad no es sólo para explotación, sino también en materias de refinación, industria petroquímica, distribución, añadió.
“En ese tema el PRI tiene que ser muy firme, porque está en juego su esencia como partido político nacionalista desde su origen y defensor, hoy por hoy, en la modernidad, de los intereses del país, en una coyuntura internacional donde los países están retirando concesiones y privilegios a las trasnacionales para recuperar y reservar sus recursos estratégicos.”
Hay una recuperación del nacionalismo energético en el mundo entero; Rusia está en esa situación y el PRI tiene que seguir esa línea, remarcó Bartlett.
Con esos lineamientos en sus documentos básicos, agregó, el PRI no puede votar nada que permita la apertura a la inversión extranjera y rompa la exclusividad del Estado en materia petrolera, “lo cual tendría que traducirse en una iniciativa del partido clara, sin ninguna ambigüedad, que no abra la puerta al capital privado, ni permita que se desnaturalice la función de Pemex”.
El petróleo, afirmó, es estratégico, porque es un elemento para garantizar la seguridad energética, para sacarle el mayor provecho en beneficio del país.
Ahí está la esencia, y el compromiso de los priístas de respetar esos artículos debe llevarse al Congreso, expresó.
Sostuvo que, analizada con todo detenimiento, la iniciativa que presentó el PRI “tiene una profunda identidad” con la de Felipe Calderón. Es la misma visión que desnaturaliza los objetivos de la paraestatal e incluso “la apertura al capital extranjero es mucho más clara en el proyecto de Beltrones a través del régimen de contratos”.
Se le preguntó sobre el proyecto alterno que anunció un grupo de diputados del tricolor. Respondió que no conoce la iniciativa, pero sabe que en su redacción participó el presidente de la Fundación Colosio, Francisco Rojas, quien ha expresado públicamente planteamientos en contra de la privatización de Pemex, por lo que “nada tiene que ver con la de Beltrones”. Confió por ello en que esa propuesta se concrete en breve.
Sostuvo que en dicha asamblea –que se realizará el día 23 de este mes, en Aguascalientes– el PRI tiene que ser muy firme en relación con Pemex y no avalar ninguna iniciativa que de manera abierta o escondida abra la puerta a las empresas extranjeras para la explotación del petróleo.
Reiteró que la iniciativa de reforma energética que a nombre del PRI presentó el senador Manlio Fabio Beltrones coincide con la de Felipe Calderón en la apertura al capital privado mediante contratos de riesgo, y dijo confiar en que la propuesta alterna anunciada por un grupo de diputados priístas vaya en otro sentido.
El ex presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado informó que fue nombrado delegado a la asamblea nacional del tricolor y ya formuló reservas y observaciones al contenido del documento que se hizo llegar a los estados, que espera sean incorporadas por la comisión redactora.
Su planteamiento central, detalló, es que el PRI tiene que presentar su ideología de partido nacionalista, comprometido socialmente, “y eso nos lleva a revisar todos los documentos para que estemos en esa línea (...) hay que analizar el modelo económico que está aplicando la derecha y deslindarnos del PAN, con el que no podemos estar cogobernando”.
En esa coyuntura, insistió el ex senador, “el PRI tiene que demostrar cuál es su postura frente a las elecciones que vienen y al panismo gobernante”.
El tricolor, abundó, “tiene que definirse como partido de oposición y tomar posiciones que correspondan a su esencia filosófica e ideológica, con un deslinde de su vinculación con el PAN, por principio, desligándose del modelo neoliberal, que ha empobrecido al país”.
Otro tema toral es Pemex, dijo, e hizo notar que en el documento base hecho llegar a los estados el PRI se compromete a sostener el contenido de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, y aunque el texto “es ligero y sin claridad”, “es una garantía, porque en ellos se establece la exclusividad del Estado en materia petrolera”.
En juego, esencia partidista
En los artículos centrales de la Carta Magna relativos al petróleo se señala claramente que la exclusividad no es sólo para explotación, sino también en materias de refinación, industria petroquímica, distribución, añadió.
“En ese tema el PRI tiene que ser muy firme, porque está en juego su esencia como partido político nacionalista desde su origen y defensor, hoy por hoy, en la modernidad, de los intereses del país, en una coyuntura internacional donde los países están retirando concesiones y privilegios a las trasnacionales para recuperar y reservar sus recursos estratégicos.”
Hay una recuperación del nacionalismo energético en el mundo entero; Rusia está en esa situación y el PRI tiene que seguir esa línea, remarcó Bartlett.
Con esos lineamientos en sus documentos básicos, agregó, el PRI no puede votar nada que permita la apertura a la inversión extranjera y rompa la exclusividad del Estado en materia petrolera, “lo cual tendría que traducirse en una iniciativa del partido clara, sin ninguna ambigüedad, que no abra la puerta al capital privado, ni permita que se desnaturalice la función de Pemex”.
El petróleo, afirmó, es estratégico, porque es un elemento para garantizar la seguridad energética, para sacarle el mayor provecho en beneficio del país.
Ahí está la esencia, y el compromiso de los priístas de respetar esos artículos debe llevarse al Congreso, expresó.
Sostuvo que, analizada con todo detenimiento, la iniciativa que presentó el PRI “tiene una profunda identidad” con la de Felipe Calderón. Es la misma visión que desnaturaliza los objetivos de la paraestatal e incluso “la apertura al capital extranjero es mucho más clara en el proyecto de Beltrones a través del régimen de contratos”.
Se le preguntó sobre el proyecto alterno que anunció un grupo de diputados del tricolor. Respondió que no conoce la iniciativa, pero sabe que en su redacción participó el presidente de la Fundación Colosio, Francisco Rojas, quien ha expresado públicamente planteamientos en contra de la privatización de Pemex, por lo que “nada tiene que ver con la de Beltrones”. Confió por ello en que esa propuesta se concrete en breve.
Andrea Becerril, La Jornada, 9 de agosto.
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