Pese a que Ruth Zavaleta advirtió que impulsaría un proyecto de reforma petrolera distinto al del sol azteca, la mayoría de los diputados de ese partido acordaron presentar una sola iniciativa, producto del trabajo de especialistas, académicos e intelectuales.
El presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Guadalupe Acosta Naranjo, confirmó la determinación adoptada por los legisladores, y dio a conocer la ruta que habrá de seguir la propuesta del sol azteca hasta el 25 de agosto.
“Organizaremos una serie de consultas para presentar nuestra propuesta a grupos de la sociedad, entre ellos la Iglesia católica y los empresarios”, adelantó.
Este viernes los expertos entregarán al PRD el documento final, que la dirigencia partidista analizará mañana con sus legisladores federales, y el domingo podría darlo a conocer ante el consejo nacional, con el propósito de que ahí se apruebe definitivamente su contenido.
El lunes la dirigencia del partido acudirá a reunirse con Andrés Manuel López Obrador para presentarle el texto y analizarlo.
El martes Acosta Naranjo se reunirá con los gobernadores perredistas y escuchará las observaciones de Cuauhtémoc Cárdenas.
Una vez concluido ese proceso de análisis y auscultación, el 25 de agosto se realizará una manifestación, convocada por el PRD, donde participarán organizaciones sociales y partidos políticos, que llegará ante el Senado para entregar formalmente el proyecto de iniciativa petrolera.
Ante críticas de Porfirio Muñoz Ledo a Cárdenas, Acosta dijo: “oficialmente para nosotros la voz de Cuauhtémoc Cárdenas tiene cien veces más valor de aquél que lo descalificó”.
Cuesta arriba
En la apertura de la reunión plenaria perredista –previa al periodo ordinario de sesiones en la Cámara de Diputados–, Javier González Garza, coordinador de los perredistas en San Lázaro, aceptó que su partido tendrá que ir cuesta arriba:
“El contexto político general que vivimos en este año no nos fue favorable. Si bien es cierto que se lograron concluir reformas muy importantes, como la electoral, una parte fundamental de la reforma de justicia y otras, es necesario reconocer que siguió imperando el acuerdo básico de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
“Parte de los acuerdos del PRI y del PAN, no menos importante, fue salvar a Juan Camilo Mouriño. Acuérdense que hicimos la petición formal de una comisión investigadora; logramos que se integrara la comisión, pero en ese entonces no se guardaron ni las formas. Un caso comprobado y confeso de delitos absolutamente claros en la ley fue investigado y (el secretario de Gobernación) declarado absolutamente inocente en tiempo récord. Es un caso sui géneris en que una comisión investigadora se forma con aquellos que no firmaron la solicitud. El PRI se prestó a esa negociación; pusieron, si se acuerdan, a un presidente del Verde, y tenían mayoría en la comisión.”
El conflicto interno y “el problema político central para el país van a ser los problemas básicos que vamos a tener, en medio de un contexto complejo”.
Por su parte, Carlos Navarrete, coordinador de los senadores –quien acudió como invitado–, suavizó el asunto de la división interna y sus consecuencias en torno al tema del petróleo:
“No hemos podido salir de la disputa por la dirigencia nacional (...) tenemos un electorado perredista y una militancia con una sensación de desánimo.”
Cargó la responsabilidad de la división al gobierno federal, cuyas propuestas, aseveró, causaron el encono en las filas del sol azteca: “hay que reconocer que las iniciativas de Calderón pusieron en crisis interna al partido, porque surgieron visiones entre senadores y diputados, de cuál era la mejor forma de defender el petróleo. Y a la luz de la defensa interna, lamentablemente, se aprovechó la defensa del petróleo para polarizar más las posiciones internas”.
No obstante, aseguró: “tengo la convicción de que ha quedado hecha añicos la privatización de Petróleos Mexicanos”.
El presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Guadalupe Acosta Naranjo, confirmó la determinación adoptada por los legisladores, y dio a conocer la ruta que habrá de seguir la propuesta del sol azteca hasta el 25 de agosto.
“Organizaremos una serie de consultas para presentar nuestra propuesta a grupos de la sociedad, entre ellos la Iglesia católica y los empresarios”, adelantó.
Este viernes los expertos entregarán al PRD el documento final, que la dirigencia partidista analizará mañana con sus legisladores federales, y el domingo podría darlo a conocer ante el consejo nacional, con el propósito de que ahí se apruebe definitivamente su contenido.
El lunes la dirigencia del partido acudirá a reunirse con Andrés Manuel López Obrador para presentarle el texto y analizarlo.
El martes Acosta Naranjo se reunirá con los gobernadores perredistas y escuchará las observaciones de Cuauhtémoc Cárdenas.
Una vez concluido ese proceso de análisis y auscultación, el 25 de agosto se realizará una manifestación, convocada por el PRD, donde participarán organizaciones sociales y partidos políticos, que llegará ante el Senado para entregar formalmente el proyecto de iniciativa petrolera.
Ante críticas de Porfirio Muñoz Ledo a Cárdenas, Acosta dijo: “oficialmente para nosotros la voz de Cuauhtémoc Cárdenas tiene cien veces más valor de aquél que lo descalificó”.
Cuesta arriba
En la apertura de la reunión plenaria perredista –previa al periodo ordinario de sesiones en la Cámara de Diputados–, Javier González Garza, coordinador de los perredistas en San Lázaro, aceptó que su partido tendrá que ir cuesta arriba:
“El contexto político general que vivimos en este año no nos fue favorable. Si bien es cierto que se lograron concluir reformas muy importantes, como la electoral, una parte fundamental de la reforma de justicia y otras, es necesario reconocer que siguió imperando el acuerdo básico de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
“Parte de los acuerdos del PRI y del PAN, no menos importante, fue salvar a Juan Camilo Mouriño. Acuérdense que hicimos la petición formal de una comisión investigadora; logramos que se integrara la comisión, pero en ese entonces no se guardaron ni las formas. Un caso comprobado y confeso de delitos absolutamente claros en la ley fue investigado y (el secretario de Gobernación) declarado absolutamente inocente en tiempo récord. Es un caso sui géneris en que una comisión investigadora se forma con aquellos que no firmaron la solicitud. El PRI se prestó a esa negociación; pusieron, si se acuerdan, a un presidente del Verde, y tenían mayoría en la comisión.”
El conflicto interno y “el problema político central para el país van a ser los problemas básicos que vamos a tener, en medio de un contexto complejo”.
Por su parte, Carlos Navarrete, coordinador de los senadores –quien acudió como invitado–, suavizó el asunto de la división interna y sus consecuencias en torno al tema del petróleo:
“No hemos podido salir de la disputa por la dirigencia nacional (...) tenemos un electorado perredista y una militancia con una sensación de desánimo.”
Cargó la responsabilidad de la división al gobierno federal, cuyas propuestas, aseveró, causaron el encono en las filas del sol azteca: “hay que reconocer que las iniciativas de Calderón pusieron en crisis interna al partido, porque surgieron visiones entre senadores y diputados, de cuál era la mejor forma de defender el petróleo. Y a la luz de la defensa interna, lamentablemente, se aprovechó la defensa del petróleo para polarizar más las posiciones internas”.
No obstante, aseguró: “tengo la convicción de que ha quedado hecha añicos la privatización de Petróleos Mexicanos”.
Roberto Garduño, La Jornada, 15 de agosto.
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