El ex jefe paramilitar colombiano Hebert Veloza, alias HH, admitió en una entrevista divulgada ayer que él y sus hombres cometieron más de tres mil asesinatos en una decena de años en los que lucharon contra las guerrillas izquierdistas y sus simpatizantes.
“Fueron muchos (asesinatos), calculo que mis dos bloques asesinaron a tres mil personas o más. Muchos se tiraron al (río) Cauca. Cantidades”, respondió al ser preguntado sobre cuántas personas había matado.
HH, otrora uno de los más temidos jefes de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), reconoció además que “murieron más inocentes que culpables, pero así es la guerra”, dijo al diario El Espectador de Bogotá. “Matamos a mucha gente sólo por el hecho que los señalaran (como colaboradores o simpatizantes de las guerrillas)”, añadió en sus declaraciones entregadas en la cárcel.
El ex jefe paramilitar, cuya extradición por narcotráfico a Estados Unidos fue autorizada el viernes por la Corte Suprema de Justicia, reconoció que las AUC fueron infiltradas por los narcotraficantes.También admitió que en su lucha contra las guerrillas izquierdistas tuvieron el apoyo directo o indirecto de altos mandos militares y policiales, especialmente en la región de Urabá (noroeste).
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habrían asesinado a un matrimonio de ancianos que secuestraron en 2002 porque a causa de su edad no podían caminar al ritmo que exigían sus captores, denunciaron ayer sus hijos, quienes recibieron esa información de las autoridades.El asesinato del matrimonio, ambos mayores de 70 años, habría ocurrido dos meses después de haber sido secuestrados el 19 de abril de 2002 en su finca de la localidad de La Calera, vecina a Bogotá, según informó al ejército un guerrillero de las FARC que desertó.
El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, exigió revelar el lugar donde se encuentran los cuerpos de los ancianos y agregó que las tropas del Ejército tienen cercados a los dos máximos jefes de las FARC, Alfonso Cano y Jorge Briceño, a quienes pidió que dejen las armas y se entreguen en forma voluntaria. “Todos los dirigentes -FARC- están en la mira, y su esperanza de sobrevivir es baja”, aseguró Santos.
En Panamá, la Policía Nacional envió refuerzos a la frontera con Colombia para verificar informes de una supuesta incursión de las FARC a una comunidad indígena local.
El portavoz de la Policía Nacional, Eduardo Limé informó a la prensa que recibieron reportes acerca del ingreso de unos 60 rebeldes, que penetraron en Bajo Chiquito y robaron alimentos en el único expendio de víveres de la zona.
Sendero Luminoso
El jefe del grupo armado peruano Sendero Luminoso, conocido como Camarada Netzel, descartó que su organización tenga nexos con las FARC, a las que acusó de “traicionar” al pueblo colombiano por ‘buscar acuerdos de paz’.
“No tenemos vínculos con las FARC, que han traicionado al pueblo colombiano, y es falso que estemos al servicio del narcotráfico”, dijo Netzel. El secretario general de la Base Mantaro Rojo (BMR) de Sendero Luminoso sostuvo que su grupo armado, de tendencia maoísta, “no puede estar al lado de quienes han querido negociar un acuerdo de paz con el gobierno de Colombia”.
“Fueron muchos (asesinatos), calculo que mis dos bloques asesinaron a tres mil personas o más. Muchos se tiraron al (río) Cauca. Cantidades”, respondió al ser preguntado sobre cuántas personas había matado.
HH, otrora uno de los más temidos jefes de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), reconoció además que “murieron más inocentes que culpables, pero así es la guerra”, dijo al diario El Espectador de Bogotá. “Matamos a mucha gente sólo por el hecho que los señalaran (como colaboradores o simpatizantes de las guerrillas)”, añadió en sus declaraciones entregadas en la cárcel.
El ex jefe paramilitar, cuya extradición por narcotráfico a Estados Unidos fue autorizada el viernes por la Corte Suprema de Justicia, reconoció que las AUC fueron infiltradas por los narcotraficantes.También admitió que en su lucha contra las guerrillas izquierdistas tuvieron el apoyo directo o indirecto de altos mandos militares y policiales, especialmente en la región de Urabá (noroeste).
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habrían asesinado a un matrimonio de ancianos que secuestraron en 2002 porque a causa de su edad no podían caminar al ritmo que exigían sus captores, denunciaron ayer sus hijos, quienes recibieron esa información de las autoridades.El asesinato del matrimonio, ambos mayores de 70 años, habría ocurrido dos meses después de haber sido secuestrados el 19 de abril de 2002 en su finca de la localidad de La Calera, vecina a Bogotá, según informó al ejército un guerrillero de las FARC que desertó.
El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, exigió revelar el lugar donde se encuentran los cuerpos de los ancianos y agregó que las tropas del Ejército tienen cercados a los dos máximos jefes de las FARC, Alfonso Cano y Jorge Briceño, a quienes pidió que dejen las armas y se entreguen en forma voluntaria. “Todos los dirigentes -FARC- están en la mira, y su esperanza de sobrevivir es baja”, aseguró Santos.
En Panamá, la Policía Nacional envió refuerzos a la frontera con Colombia para verificar informes de una supuesta incursión de las FARC a una comunidad indígena local.
El portavoz de la Policía Nacional, Eduardo Limé informó a la prensa que recibieron reportes acerca del ingreso de unos 60 rebeldes, que penetraron en Bajo Chiquito y robaron alimentos en el único expendio de víveres de la zona.
Sendero Luminoso
El jefe del grupo armado peruano Sendero Luminoso, conocido como Camarada Netzel, descartó que su organización tenga nexos con las FARC, a las que acusó de “traicionar” al pueblo colombiano por ‘buscar acuerdos de paz’.
“No tenemos vínculos con las FARC, que han traicionado al pueblo colombiano, y es falso que estemos al servicio del narcotráfico”, dijo Netzel. El secretario general de la Base Mantaro Rojo (BMR) de Sendero Luminoso sostuvo que su grupo armado, de tendencia maoísta, “no puede estar al lado de quienes han querido negociar un acuerdo de paz con el gobierno de Colombia”.
Agencias en Bogotá, Milenio, 4 de agosto.
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