La Arquidiócesis Primada de México advirtió que un país dividido políticamente y afectado por una descomposición social se convierte en un espacio libre para las peores expresiones de la delincuencia y la criminalidad.
Criticó las propuestas de pactos y reuniones de los gobiernos federal y del DF para enfrentar la inseguridad, ya que, establece, no van al fondo ni comprenden la gravedad que se vive.
En el editorial de su órgano informativo Desde la fe, manifestó que las “sugerencias de una y otra parte se quedan en la superficialidad y el maquillaje político”.
Alertó que la violencia y la criminalidad no tienen límites en ambiente social descompuesto, agravado por la complacencia y participación de policías en varios delitos —como sucede en la ciudad de México y otros estados— y por la impunidad derivada de un “ineficiente y corrupto sistema de justicia”.
“¿De qué sirve cambiar de nombre las corporaciones policiales si la corrupción está en el interior? ¿A quién ayudará una nueva estructura si no hay cambio en la moralidad y en la ética? ¿Para qué aumentar las penas a los secuestradores y asesinos si los ministerios públicos y los jueces no cumplen con su tarea más elemental?”, expuso la publicación.
Dijo que es tiempo de que la sociedad se haga escuchar con más fuerza y energía para que los gobernantes cumplan su compromiso de erradicar la violencia.
Además, detalló, “debe ayudarnos a salir del secuestro en que nos encontramos debido a las pugnas ideológicas de algunos y las desmedidas ambiciones políticas”.
Señaló que se debe exigir a los medios de comunicación y las televisoras “una mayor responsabilidad”, ya que difunden “pésimos mensajes y proponen a la sociedad modelos decadentes”.
Advirtió que el “¡ya basta!” debe estar acompañado de una propuesta de cambio profunda.
Criticó las propuestas de pactos y reuniones de los gobiernos federal y del DF para enfrentar la inseguridad, ya que, establece, no van al fondo ni comprenden la gravedad que se vive.
En el editorial de su órgano informativo Desde la fe, manifestó que las “sugerencias de una y otra parte se quedan en la superficialidad y el maquillaje político”.
Alertó que la violencia y la criminalidad no tienen límites en ambiente social descompuesto, agravado por la complacencia y participación de policías en varios delitos —como sucede en la ciudad de México y otros estados— y por la impunidad derivada de un “ineficiente y corrupto sistema de justicia”.
“¿De qué sirve cambiar de nombre las corporaciones policiales si la corrupción está en el interior? ¿A quién ayudará una nueva estructura si no hay cambio en la moralidad y en la ética? ¿Para qué aumentar las penas a los secuestradores y asesinos si los ministerios públicos y los jueces no cumplen con su tarea más elemental?”, expuso la publicación.
Dijo que es tiempo de que la sociedad se haga escuchar con más fuerza y energía para que los gobernantes cumplan su compromiso de erradicar la violencia.
Además, detalló, “debe ayudarnos a salir del secuestro en que nos encontramos debido a las pugnas ideológicas de algunos y las desmedidas ambiciones políticas”.
Señaló que se debe exigir a los medios de comunicación y las televisoras “una mayor responsabilidad”, ya que difunden “pésimos mensajes y proponen a la sociedad modelos decadentes”.
Advirtió que el “¡ya basta!” debe estar acompañado de una propuesta de cambio profunda.
Noemí Gutiérrez, El Universal, 18 de agosto.
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