Iniciativa del FAP permite inversión privada en Pemex

Después de que Andrés Manuel López Obrador dio la venia, un grupo de intelectuales entregó al Frente Amplio Progresista (FAP) la propuesta ciudadana integral para la reforma energética que el PT, PRD y Convergencia asumieron como suya, y donde se permite la presencia de la iniciativa privada a partir de los contratos de servicios y en la construcción de refinerías.
Sin embargo, deja fuera los contratos incentivados donde se paga a los inversionistas con renta petrolera, en caso de encontrar petróleo en yacimientos, así como los contratos de arrendamiento y financiamiento como propone el PRI, pues en el caso de esta última figura, según explicó Graco Ramírez, el propietario del ducto es el privado y no Pemex, aunque sea la paraestatal la que lo opere.
La iniciativa propone la construcción de tres refinerías, incluso con capital privado, para una producción de hasta cinco mil barriles diarios en cinco años, y plantea el combate a la corrupción en el sindicato de Pemex.
El documento no recomienda una reforma al régimen fiscal de Pemex, pues según explicó Rolando Cordera, “ello forma parte de una profunda reforma hacendaria que el Congreso de la Unión, ineludiblemente, tendrá que llevar a cabo”.
En cambio, pretende un plan de acción y reformas a siete leyes, entre ellas al artículo 27 constitucional donde se establece que en la contratación de obras y servicios, Pemex dará preferencia en igualdad de condiciones, a los inversionistas mexicanos.
El documento fue avalado por casi cien expertos e intelectuales, cuyos nombres aparecen al final de la propuesta y fueron nombrados uno a uno, sin embargo, se omitió el nombre de Cuauhtémoc Cárdenas en ese grupo, y fue Carlos Navarrete, coordinador de los senadores del PRD, quien buscó lavar ese supuesto error —que nadie supo explicar— e intentó que se le reconociera su labor en la propuesta energética del FAP.
El texto que se entregó a los coordinadores del FAP, contiene “un análisis crítico” de las iniciativas de reforma petrolera del presidente Felipe Calderón y del PRI, además de las bases para una política energética de Estado y el fortalecimiento de Pemex.
Rolando Cordera, vocero de los intelectuales, fue quien leyó la presentación del documento donde se hace énfasis en que se requiere de un Pemex fuerte, pero sin ceder espacios a la iniciativa privada en sus áreas de exclusividad, con un régimen fiscal no confiscatorio, equitativo y justo para el desempeño de sus funciones.
“Las acciones que se proponen, se orientan a privilegiar las inversiones en exploración en tierra y en aguas someras, y la aplicación de tecnologías de recuperación secundaria, y prepararnos para incursionar en su momento en el mar profundo”, estableció.
Además de activar las negociaciones internacionales sobre los yacimientos transfronterizos con Estados Unidos, Cuba, Guatemala y Belice, para evitar el llamado efecto “popote”.
El escrito plantea que una propuesta que sólo busca reformar Pemex es notoriamente insuficiente e inadecuada, por lo cual se requiere de una reforma energética de Estado que siente las bases para la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo económico, energético y ecológico en el país.
Cordera detalló que se plantea la abolición definitiva de los Pidiregas, así como el combate a la corrupción en el sindicato de Pemex, a través de mecanismos de supervisión y control internos y externos adecuados, que lo liberen de deshonestidad y pereza.
El documento será entregado hoy al Senado de la República, luego de que realice una marcha con todos los dirigentes del FAP, que partirá a las 11 de la mañana del Monumento a la Revolución a las instalaciones del Senado.

Alejandro Páez, Crónica, 25 de agosto.