El ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano defendió el proyecto que declara inconstitucional la despenalización del aborto en el Distrito Federal hasta la semana 12 de gestación.
Además criticó a los grupos que lo han tildado de moralista y religioso, pues dijo que no han aportado alguna prueba de sus dichos, cuando su sentencia está apegada a derecho y no está cargada de cuestiones personales.
Reconoció la libertad que la mujer tiene para decidir, pero enfatizó que ésta no la puede ejercer con violencia, pues eso dejaría desprotegido al concebido; además, subrayó que sólo Adolfo Hitler consideró que “la conciencia es una cosa de la que el hombre debe ser liberado antes que de ninguna otra cosa”, pero recordó que nuestros constituyentes nunca se liberaron de su conciencia.
Al dar inició a la discusión formal sobre las acciones de inconstitucionalidad que promovieron la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República contra la mencionada ley publicada y que entró en vigor el 27 de abril de 2007, el ministro aseguró que las críticas en su contra se esfuerzan en reprochar a la consulta ciertas razones religiosas y morales, pero “no las precisan, no señalan una sola y concreta”.
Aseguró que dichas personas “claman al cielo” porque él o el pleno de la Corte no se aparten de lo jurídico y vayan a adoptar posiciones médicas, biologistas, filosóficas o éticas, “para enseguida criticar el proyecto con apoyo supuesto en esas ciencias y en decires de ciertos científicos que afirman las practican”.
“Nada encontrarán en el proyecto que se superponga al derecho, a lo jurídico, que le incube”, apuntó.
Dejó claro que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación no existen bloques de ministros inconmovibles y predeterminados como algunos afirman.
No obstante, reconoció que nuestra Constitución alberga principios compatibles con la moral, pero no está en busca de “nuestra perfección espiritual”, sino de algo mucho más modesto, es decir, del mínimo moral que apoye nuestra dignidad humana y por ende social: “Simplemente la justicia para el esquema de laicismo que la sustenta”.
Aguirre tomó la palabra por 25 minutos para defenderse de las críticas y fundamentar su posición de por qué dicha ley aprobada por la Asamblea Legislativa es inconstitucional.
Puntualizó que el alto tribunal sólo vela por la supremacía de la Constitución y para ello debe desentrañar lo que establecen sus preceptos. “No se trata de atribuirles lo que conforme a posiciones no jurídicas, sino fundadas en otras disciplinas, se considere oportuno establecer”.
Insistió en que la Corte “no es agencia encuestadora” y no expresa las íntimas convicciones de los ministros, pues sólo argumenta, valora y prescribe sobre la regularidad constitucional. También rechazó que él busque llevar a las mujeres a la cárcel sólo por abortar.
Al término de su participación, reconoció la validez de los quejosos para interponer las acciones de inconstitucionalidad, aunque el ministro Genaro Góngora Pimentel deslizó la idea de que la CNDH carecía de esta posibilidad.
Cifras
En 2007, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, aseguró que en México existen “muchas otras enfermedades que representan un riesgo mayor de salud pública” que la práctica del aborto.
De acuerdo con una encuesta de GIRE-Ulises Beltrán & Asociados, 72 por ciento de la población del Distrito Federal, de los sectores socioeconómicos medio y bajo, desconocen que el aborto es legal en México.
En el país se practican entre 150 mil y 800 mil abortos clandestinos e ilegales. El funcionario informó que de acuerdo a las actas de defunción, el aborto cobró la vida de 88 mujeres.
Además criticó a los grupos que lo han tildado de moralista y religioso, pues dijo que no han aportado alguna prueba de sus dichos, cuando su sentencia está apegada a derecho y no está cargada de cuestiones personales.
Reconoció la libertad que la mujer tiene para decidir, pero enfatizó que ésta no la puede ejercer con violencia, pues eso dejaría desprotegido al concebido; además, subrayó que sólo Adolfo Hitler consideró que “la conciencia es una cosa de la que el hombre debe ser liberado antes que de ninguna otra cosa”, pero recordó que nuestros constituyentes nunca se liberaron de su conciencia.
Al dar inició a la discusión formal sobre las acciones de inconstitucionalidad que promovieron la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República contra la mencionada ley publicada y que entró en vigor el 27 de abril de 2007, el ministro aseguró que las críticas en su contra se esfuerzan en reprochar a la consulta ciertas razones religiosas y morales, pero “no las precisan, no señalan una sola y concreta”.
Aseguró que dichas personas “claman al cielo” porque él o el pleno de la Corte no se aparten de lo jurídico y vayan a adoptar posiciones médicas, biologistas, filosóficas o éticas, “para enseguida criticar el proyecto con apoyo supuesto en esas ciencias y en decires de ciertos científicos que afirman las practican”.
“Nada encontrarán en el proyecto que se superponga al derecho, a lo jurídico, que le incube”, apuntó.
Dejó claro que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación no existen bloques de ministros inconmovibles y predeterminados como algunos afirman.
No obstante, reconoció que nuestra Constitución alberga principios compatibles con la moral, pero no está en busca de “nuestra perfección espiritual”, sino de algo mucho más modesto, es decir, del mínimo moral que apoye nuestra dignidad humana y por ende social: “Simplemente la justicia para el esquema de laicismo que la sustenta”.
Aguirre tomó la palabra por 25 minutos para defenderse de las críticas y fundamentar su posición de por qué dicha ley aprobada por la Asamblea Legislativa es inconstitucional.
Puntualizó que el alto tribunal sólo vela por la supremacía de la Constitución y para ello debe desentrañar lo que establecen sus preceptos. “No se trata de atribuirles lo que conforme a posiciones no jurídicas, sino fundadas en otras disciplinas, se considere oportuno establecer”.
Insistió en que la Corte “no es agencia encuestadora” y no expresa las íntimas convicciones de los ministros, pues sólo argumenta, valora y prescribe sobre la regularidad constitucional. También rechazó que él busque llevar a las mujeres a la cárcel sólo por abortar.
Al término de su participación, reconoció la validez de los quejosos para interponer las acciones de inconstitucionalidad, aunque el ministro Genaro Góngora Pimentel deslizó la idea de que la CNDH carecía de esta posibilidad.
Cifras
En 2007, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, aseguró que en México existen “muchas otras enfermedades que representan un riesgo mayor de salud pública” que la práctica del aborto.
De acuerdo con una encuesta de GIRE-Ulises Beltrán & Asociados, 72 por ciento de la población del Distrito Federal, de los sectores socioeconómicos medio y bajo, desconocen que el aborto es legal en México.
En el país se practican entre 150 mil y 800 mil abortos clandestinos e ilegales. El funcionario informó que de acuerdo a las actas de defunción, el aborto cobró la vida de 88 mujeres.
Rubén Mosso, Milenio 26 de agosto.
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