Sin definir su postura formal frente a la insuficiente ampliación presupuestal que le otorgó la Secretaría de Hacienda, el Instituto Federal Electoral (IFE) prepara la aprobación de su proyecto de presupuesto para el año electoral 2009, con una estimación de gasto global de 12 mil 81 millones de pesos.
De la cifra anterior se pretende destinar 3 mil 748 millones de pesos como prerrogativas de los partidos políticos, si se aprueba el proyecto el próximo 29 de agosto.
De acuerdo con los análisis de la dirección ejecutiva de administración del organismo, “el gasto de los partidos durante el año electoral disminuirá drásticamente en 41.1 por ciento en relación con la última elección intermedia, como consecuencia directa de la reforma constitucional y legal en la materia”.
La cifra se desprende de una comparación, a precios de 2008, entre las prerrogativas otorgadas en 2003, consideradas las más altas de la historia por el volumen de dinero otorgado a los partidos, derivado de la fórmula como entonces se asignaba este rubro. El ahorro proviene de la prohibición que se tiene ahora para que los partidos compren publicidad en radio y televisión, así como del cambio en la fórmula de financiamiento de los institutos políticos.
Al referirse expresamente al gasto del proceso electoral, se consigna, en un comparativo entre elecciones intermedias, un incremento que va de mil 985 millones de pesos ejercidos en 2003 a 2 mil 605 millones de pesos programado para 2009, esto es, un aumento de 30 por ciento, derivado, explica el organismo, de las múltiples funciones que se le añadieron a partir de la reforma electoral.
Destaca además que el proyecto de presupuesto contempla una solicitud de 547.5 millones de pesos, destinados al financiamiento de diversas acciones relacionadas con la instrumentación de la reforma. Con ello, sumada la partida de 350 millones de pesos que ya les asignó Hacienda, los recursos destinados a este rubro específico en total sumarían 797.5 millones de pesos, uno más que lo solicitado como ampliación de 2008, que le fue negada.
Sin embargo, de tomarse en cuenta los 796.9 millones de pesos solicitados por el IFE como ampliación presupuestal y que el organismo pugnaría todavía por conseguir, la cifra para aplicar la reforma electoral sería de mil 344.4 millones de pesos. Eso representaría casi 50 por ciento del ahorro que se obtuvo por el concepto de reducción de las prerrogativas de los partidos.
En la propuesta, que ya fue distribuida para su análisis entre los consejeros y los representantes partidistas, se incluye una comparación –a precios constantes de 2008– entre el presupuesto que el IFE ejerció en las pasadas elecciones intermedias de 2003 y las que se efectuarán el próximo año.
De acuerdo con este ejercicio, la reducción del gasto global del IFE se reduce solamente en poco más de un 11 por ciento, al pasar de 13 mil 666 millones de pesos a 12 mil 81 millones.
Esto, en buena medida porque el ahorro obtenido en prerrogativas a partidos –que pasó, en la comparación a precios de 2008, de 6 mil 448 millones de pesos a 3 mil 798 millones– se compensa en menor grado con el incremento en el gasto de operación del IFE, que subió mil millones de pesos entre 2003 y 2008 a precios constantes. La cifra pasó de 7 mil 217 millones de pesos a 8 mil 282 millones, un alza de 14.8 por ciento.
De la cifra anterior se pretende destinar 3 mil 748 millones de pesos como prerrogativas de los partidos políticos, si se aprueba el proyecto el próximo 29 de agosto.
De acuerdo con los análisis de la dirección ejecutiva de administración del organismo, “el gasto de los partidos durante el año electoral disminuirá drásticamente en 41.1 por ciento en relación con la última elección intermedia, como consecuencia directa de la reforma constitucional y legal en la materia”.
La cifra se desprende de una comparación, a precios de 2008, entre las prerrogativas otorgadas en 2003, consideradas las más altas de la historia por el volumen de dinero otorgado a los partidos, derivado de la fórmula como entonces se asignaba este rubro. El ahorro proviene de la prohibición que se tiene ahora para que los partidos compren publicidad en radio y televisión, así como del cambio en la fórmula de financiamiento de los institutos políticos.
Al referirse expresamente al gasto del proceso electoral, se consigna, en un comparativo entre elecciones intermedias, un incremento que va de mil 985 millones de pesos ejercidos en 2003 a 2 mil 605 millones de pesos programado para 2009, esto es, un aumento de 30 por ciento, derivado, explica el organismo, de las múltiples funciones que se le añadieron a partir de la reforma electoral.
Destaca además que el proyecto de presupuesto contempla una solicitud de 547.5 millones de pesos, destinados al financiamiento de diversas acciones relacionadas con la instrumentación de la reforma. Con ello, sumada la partida de 350 millones de pesos que ya les asignó Hacienda, los recursos destinados a este rubro específico en total sumarían 797.5 millones de pesos, uno más que lo solicitado como ampliación de 2008, que le fue negada.
Sin embargo, de tomarse en cuenta los 796.9 millones de pesos solicitados por el IFE como ampliación presupuestal y que el organismo pugnaría todavía por conseguir, la cifra para aplicar la reforma electoral sería de mil 344.4 millones de pesos. Eso representaría casi 50 por ciento del ahorro que se obtuvo por el concepto de reducción de las prerrogativas de los partidos.
En la propuesta, que ya fue distribuida para su análisis entre los consejeros y los representantes partidistas, se incluye una comparación –a precios constantes de 2008– entre el presupuesto que el IFE ejerció en las pasadas elecciones intermedias de 2003 y las que se efectuarán el próximo año.
De acuerdo con este ejercicio, la reducción del gasto global del IFE se reduce solamente en poco más de un 11 por ciento, al pasar de 13 mil 666 millones de pesos a 12 mil 81 millones.
Esto, en buena medida porque el ahorro obtenido en prerrogativas a partidos –que pasó, en la comparación a precios de 2008, de 6 mil 448 millones de pesos a 3 mil 798 millones– se compensa en menor grado con el incremento en el gasto de operación del IFE, que subió mil millones de pesos entre 2003 y 2008 a precios constantes. La cifra pasó de 7 mil 217 millones de pesos a 8 mil 282 millones, un alza de 14.8 por ciento.
Alonso Urrutia, La Jornada, 19 de agosto.
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