El PRI confirmó la decisión de no sumarse a la propuesta gubernamental de privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex), por lo que apostará por la modernización de la paraestatal sin duplicidades, mediante una mayor flexibilidad operativa y la organización de su corporativo y sus organismos subsidiarios.
Las conclusiones en torno al análisis petrolero elaboradas por un grupo de diputados, entre ellos Asención Orihuela y Marco Antonio Bernal, determinan la indispensable urgencia de sostener la soberanía energética de México.
A tal conclusión se sumó la presidenta nacional del Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes Rangel, quien expuso que en las filas de su partido se ha alcanzado el consenso de rechazar cualquier forma de privatización de la empresa:
“No hay planteamiento alguno sobre la participación de la iniciativa privada en materia energética. En nuestra propuesta de dictamen no se plantea tal posibilidad.”
Y es que el análisis de la situación de la industria petrolera nacional establece que los priístas respaldan el propósito “de que Pemex cuente con un esquema de gobierno corporativo que afiance la transparencia y la rendición de cuentas bajo la rectoría del Estado”.
El estudio considera el petróleo como palanca fundamental del desarrollo y, por tanto, su extracción, procesamiento y comercialización deberán servir como instrumento de beneficio social.
“Pretendemos, con ello, ofrecer a los mexicanos una empresa fortalecida, sin duplicidad de funciones y con una mayor flexibilidad operativa, especialmente en materia de organización interna, deuda, presupuesto, adquisiciones, arrendamientos, servicios y obras públicas.”
Las modificaciones legales que se aplicarían a la operación de la paraestatal permitirían a ésta la organización de su corporativo y sus organismos subsidiarios, con objeto de dar pasos sólidos hacia la transición energética que coadyuve a la soberanía del país en dicha materia.
Que sea palanca del desarrollo nacional
Coincidimos en afirmar, dice el PRI, que la empresa más importante de los mexicanos no puede seguir igual, es necesario generar condiciones para que Pemex sea la verdadera palanca de desarrollo nacional, quitarle la gravosa carga fiscal, darle autonomía de gestión, garantizar su modernización y asegurar el respeto irrestricto al artículo 27 constitucional.
“No a los contratos de riesgo, sí a la rendición de cuentas y a la transparencia; debemos hacer de Petróleos Mexicanos una empresa competitiva, con estándares internacionales, y por supuesto que la rectoría de los hidrocarburos siga perteneciendo al Estado.”
Para el coordinador del grupo parlamentario, Emilio Gamboa, su partido pretende “liberar” a Petróleos Mexicano de su actual crisis, sin que medien determinaciones implícitas.
“Reiteramos no a la privatización. El PRI concibe la política energética como sinónimo de crecimiento económico y fomento del empleo. Queremos que sea motor y palanca de desarrollo. Tenemos claro que no pueden el sector energético y Petróleos Mexicanos quedarse como están, es necesario avanzar.”
Para Gamboa Patrón, el análisis respecto de la crisis energética en México generado en su partido representa una propuesta que reconcilia posiciones antagónicas y atiende los problemas más urgentes de la empresa pública más importante que tienen los mexicanos.
“Esta iniciativa del PRI le da presente y futuro a Pemex; le permitirá crecer y modernizarse, mantener la soberanía del país sobre los hidrocarburos y avanzar en un modelo de empresa estatal transparente, con rendición de cuentas y dirigida por especialistas.”
Las conclusiones en torno al análisis petrolero elaboradas por un grupo de diputados, entre ellos Asención Orihuela y Marco Antonio Bernal, determinan la indispensable urgencia de sostener la soberanía energética de México.
A tal conclusión se sumó la presidenta nacional del Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes Rangel, quien expuso que en las filas de su partido se ha alcanzado el consenso de rechazar cualquier forma de privatización de la empresa:
“No hay planteamiento alguno sobre la participación de la iniciativa privada en materia energética. En nuestra propuesta de dictamen no se plantea tal posibilidad.”
Y es que el análisis de la situación de la industria petrolera nacional establece que los priístas respaldan el propósito “de que Pemex cuente con un esquema de gobierno corporativo que afiance la transparencia y la rendición de cuentas bajo la rectoría del Estado”.
El estudio considera el petróleo como palanca fundamental del desarrollo y, por tanto, su extracción, procesamiento y comercialización deberán servir como instrumento de beneficio social.
“Pretendemos, con ello, ofrecer a los mexicanos una empresa fortalecida, sin duplicidad de funciones y con una mayor flexibilidad operativa, especialmente en materia de organización interna, deuda, presupuesto, adquisiciones, arrendamientos, servicios y obras públicas.”
Las modificaciones legales que se aplicarían a la operación de la paraestatal permitirían a ésta la organización de su corporativo y sus organismos subsidiarios, con objeto de dar pasos sólidos hacia la transición energética que coadyuve a la soberanía del país en dicha materia.
Que sea palanca del desarrollo nacional
Coincidimos en afirmar, dice el PRI, que la empresa más importante de los mexicanos no puede seguir igual, es necesario generar condiciones para que Pemex sea la verdadera palanca de desarrollo nacional, quitarle la gravosa carga fiscal, darle autonomía de gestión, garantizar su modernización y asegurar el respeto irrestricto al artículo 27 constitucional.
“No a los contratos de riesgo, sí a la rendición de cuentas y a la transparencia; debemos hacer de Petróleos Mexicanos una empresa competitiva, con estándares internacionales, y por supuesto que la rectoría de los hidrocarburos siga perteneciendo al Estado.”
Para el coordinador del grupo parlamentario, Emilio Gamboa, su partido pretende “liberar” a Petróleos Mexicano de su actual crisis, sin que medien determinaciones implícitas.
“Reiteramos no a la privatización. El PRI concibe la política energética como sinónimo de crecimiento económico y fomento del empleo. Queremos que sea motor y palanca de desarrollo. Tenemos claro que no pueden el sector energético y Petróleos Mexicanos quedarse como están, es necesario avanzar.”
Para Gamboa Patrón, el análisis respecto de la crisis energética en México generado en su partido representa una propuesta que reconcilia posiciones antagónicas y atiende los problemas más urgentes de la empresa pública más importante que tienen los mexicanos.
“Esta iniciativa del PRI le da presente y futuro a Pemex; le permitirá crecer y modernizarse, mantener la soberanía del país sobre los hidrocarburos y avanzar en un modelo de empresa estatal transparente, con rendición de cuentas y dirigida por especialistas.”
Roberto Garduño, La Jornada, 21 de agosto.
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