Por primera vez en la celebración de la Gesta Histórica de los Niños Héroes, una mujer tomó el micrófono y dio un mensaje en contra de la delincuencia en nombre del Heroico Colegio Militar, organización que -dijo- aplaude y se suma al Acuerdo de Seguridad Nacional.
Férrea. Con una oratoria que dejó sentir enojo, la cadete Ingrid Berenice Martínez Munguía dijo ante el Presidente Felipe Calderón que si bien México en el pasado enfrentó batallas en contra de amenazas externas, hoy todos los días se hace frente a los "nuevos traidores a la Patria", en franca referencia a la delincuencia organizada.
Así recordó aquel 13 de septiembre de 1847, cuando las tropas esta dounidenses invadieron territorio mexicano y se fueron directo al Castillo de Chapultepec, el cual fue defendido por niños que, de ser estudiantes de la milicia, pasaron a ser héroes nacionales.
Desde entonces, dijo la cadete, México ha enfrentado retos muy altos y grandes desafíos en los que se incluye el capricho ideológico, la violencia sobre la razón, conspiración en insidia, que han tenido como resultado: invasiones, pérdida de territorio, golpe de Estado, traiciones y baños de sangre entre hermanos.
Pero hoy en día, agregó con un grito enfadado y con la vista puesta en el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Presidente del país, cuando la nación debiera estar empeñada a fondo a superar las desigualdades y retos de la modernidad, se tiene que combatir a quienes manchan sin escrúpulos la tierra que vio nacer a millones de mexicanos.
"Enfrentamos todos los días a los nuevos traidores a la patria que inhumanamente siembran el miedo en la sociedad, acotan las libertades de nuestros compatriotas y pretenden que prevalezca el pánico, segando con saña la vida de nuestros propios paisanos", puntualizó en el Altar a la Patria, en Chapultepec.
El Presidente Felipe Calderón sentado, atento y aún con el brazo inmóvil, custodiado por los Secretarios de la Defensa, Guillermo Galván, y del titular de la Marina, Francisco Saynez, con quienes antes de la ceremonia, se reunió en la Residencia Oficial de los Pinos, además de los titulares de Gobernación, Seguridad Pública y Procuraduría General de la República.
La representante del Colegio Militar apuntó que esos traidores a la patria no les importa envenenar a jóvenes, adolescentes o niños, y mucho menos ser lo más vergonzoso, repulsivo y denostable de la sociedad.
"Tampoco miden el alcance de sus prácticas perversas, alevosas, sanguinarias y cobardes por los señuelos del dinero fácil", detalló.
Contundente, la cadete concluyó su discurso con la advertencia de que México es un país de valores que no puede permanecer en el terror de quienes lo sangran y denigran, por ello es necesario rechazar todo tipo de delincuencia destructora.
"La juventud castrense aplaude entusiasmada la decidida respuesta de los poderes de la unión, ámbitos de gobierno y sociedad civil, en la firma del acuerdo que lidera el señor Presidente de la República para combatir al crimen en todas sus expresiones, destacó.
"Nos sumamos con el compromiso de prepararnos para ser mejores y así contar con un nuevo potencial de militares que sigan coadyuvando a la consolidación de los objetivos nacionales".
Posteriormente, el Mandatario hizo entrega de los espadines, como símbolo de iniciación en la carrera de las armas.
Férrea. Con una oratoria que dejó sentir enojo, la cadete Ingrid Berenice Martínez Munguía dijo ante el Presidente Felipe Calderón que si bien México en el pasado enfrentó batallas en contra de amenazas externas, hoy todos los días se hace frente a los "nuevos traidores a la Patria", en franca referencia a la delincuencia organizada.
Así recordó aquel 13 de septiembre de 1847, cuando las tropas esta dounidenses invadieron territorio mexicano y se fueron directo al Castillo de Chapultepec, el cual fue defendido por niños que, de ser estudiantes de la milicia, pasaron a ser héroes nacionales.
Desde entonces, dijo la cadete, México ha enfrentado retos muy altos y grandes desafíos en los que se incluye el capricho ideológico, la violencia sobre la razón, conspiración en insidia, que han tenido como resultado: invasiones, pérdida de territorio, golpe de Estado, traiciones y baños de sangre entre hermanos.
Pero hoy en día, agregó con un grito enfadado y con la vista puesta en el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Presidente del país, cuando la nación debiera estar empeñada a fondo a superar las desigualdades y retos de la modernidad, se tiene que combatir a quienes manchan sin escrúpulos la tierra que vio nacer a millones de mexicanos.
"Enfrentamos todos los días a los nuevos traidores a la patria que inhumanamente siembran el miedo en la sociedad, acotan las libertades de nuestros compatriotas y pretenden que prevalezca el pánico, segando con saña la vida de nuestros propios paisanos", puntualizó en el Altar a la Patria, en Chapultepec.
El Presidente Felipe Calderón sentado, atento y aún con el brazo inmóvil, custodiado por los Secretarios de la Defensa, Guillermo Galván, y del titular de la Marina, Francisco Saynez, con quienes antes de la ceremonia, se reunió en la Residencia Oficial de los Pinos, además de los titulares de Gobernación, Seguridad Pública y Procuraduría General de la República.
La representante del Colegio Militar apuntó que esos traidores a la patria no les importa envenenar a jóvenes, adolescentes o niños, y mucho menos ser lo más vergonzoso, repulsivo y denostable de la sociedad.
"Tampoco miden el alcance de sus prácticas perversas, alevosas, sanguinarias y cobardes por los señuelos del dinero fácil", detalló.
Contundente, la cadete concluyó su discurso con la advertencia de que México es un país de valores que no puede permanecer en el terror de quienes lo sangran y denigran, por ello es necesario rechazar todo tipo de delincuencia destructora.
"La juventud castrense aplaude entusiasmada la decidida respuesta de los poderes de la unión, ámbitos de gobierno y sociedad civil, en la firma del acuerdo que lidera el señor Presidente de la República para combatir al crimen en todas sus expresiones, destacó.
"Nos sumamos con el compromiso de prepararnos para ser mejores y así contar con un nuevo potencial de militares que sigan coadyuvando a la consolidación de los objetivos nacionales".
Posteriormente, el Mandatario hizo entrega de los espadines, como símbolo de iniciación en la carrera de las armas.
Ariadna García, Reforma, 14 de septiembre.
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