Católicas, 84% de las que abortan

Mientras la jerarquía católica insiste en que no se callará sobre la despenalización del aborto, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal informó que 84 por ciento de las mujeres que se han sometido a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) son católicas.

Así lo establece el diagnóstico de derechos humanos que elaboraron unidos el ombudsman capitalino, la Organización de Naciones Unidas, la Universidad Panamericana, Fundar, el Gobierno del Distrito Federal y la Asamblea Legislativa, entre otras instituciones.

En la radiografía sobre el tema del embarazo se incluyen muchos datos que arrojarán luz sobre el fenómeno; por ejemplo, que diez por ciento de las mujeres que se sometieron a la ILE tenían escolaridad primaria.

La Secretaría de Salud del Distrito Federal aportó datos demográficos: del 24 de abril de 2007 al 23 de enero de 2008, se realizaron cinco mil 200 interrupciones del embarazo.

Del total, uno por ciento fueron a mujeres de 11 a 14 años de edad; 5.5 por ciento tenían entre 15 y 17 años; 45 por ciento entre 18 y 24 años; 21. 3 por ciento de 25 a 29 años, y 15 por ciento de 30 a 34 años.

Por ocupación, 40 por ciento de las mujeres que interrumpieron su embarazo eran amas de casa; 27 por ciento son estudiantes; 18 por ciento, empleadas; cinco por ciento, comerciantes; tres por ciento, empleadas domésticas; dos por ciento profesionistas, y uno por ciento son obreras.

De todo ese universo de mujeres, 80 por ciento son originarias del Distrito Federal; 20 por ciento de otros estados de la república y el 18 por ciento de ese 20 por ciento, son del Estado de México.

Por situación civil, 53.2 por ciento son solteras; 17.2 por ciento casadas: 3.6 por ciento divorciadas y 25.6 por ciento viven en unión libre.

En el apartado de conclusiones, el diagnóstico de la CDHDF refiere que si en los últimos diez años en la capital del país se han dado avances “significativos” en las políticas, programas de gobierno y en la creación de una nueva legislación que garantice los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, éstas “aún enfrentan inequidades, exclusión, falta de oportunidades y discriminación, en especial las que se encuentran en situación de vulnerabilidad como lo son las mujeres con discapacidades, con escasos recursos, indígenas, entre otras”.

Como uno de esos problemas es la falta de sensibilización y capacitación del sector salud y de los funcionarios públicos en general, la CDHDF recomendó difundir las reformas sobre la ILE para que la población las conozca y pueda exigir el acceso a estos servicios.

El ombudsman capitalino estimó indispensable etiquetar un presupuesto para la realización de la ILE, ya que la falta de estos fondos dificulta la disponibilidad de recursos tanto materiales como humanos.

Por último el diagnóstico halló “barreras burocráticas y normativas” que demoran la atención a las mujeres, contra las pruebas de que una interrupción más temprana es mejor. Por ello urgió a crear normas y protocolos que mejoren la calidad de la atención.

Un santuario para restos “áridos”



Entre docenas de tumbas, algunas derruidas y olvidadas, se levantó al aire libre una cruz de dos toneladas y más de dos metros de altura. Frente a ella se alzó un altar de cemento y se montaron cuatro placas de acero condenando el aborto: es el Santuario de las Víctimas del Aborto, que busca ser un lugar de reflexión para las mujeres.

Edificado en un predio que donó, en el Panteón Civil Dolores, la familia del ex presidente Pascual Ortiz Rubio, el santuario pretende crear conciencia de que la práctica del aborto destruye a la sociedad, porque elimina al futuro.

Al lugar asistieron mujeres de varios movimientos católicos, vestidas de negro y portando flores, acompañando al promotor del santuario, el sacerdote Pedro Agustín Rivera.

Una placa de casi dos metros reza: “Este es un lugar de oración y sanación en donde se honran a todos los niños y niñas inocentes víctimas del aborto”. También se pide porque quienes favorecen la práctica del aborto se arrepientan y reciban bendiciones quienes defienden la vida.

A los pies del altar y encima de lo que se espera serán las tumbas de los restos “áridos” de los niños abortados, se pusieron tres placas. Una dice: “Quita el veto del engaño que Satanás nos ha puesto en los corazones, el cual presenta a la promiscuidad como una libertad y revela lo que en realidad es una esclavitud del pecado”.

En su homilía, el sacerdote Pedro Agustín Rivera, promotor del santuario, dijo que legalizar el aborto lleva a los fieles a levantarse en defensa de la vida.

Folletazos

Grupos civiles empezarán a repartir el folleto “Aborto provocado es un asesinato, aunque el cadáver sea pequeño”, afuera de las iglesias y en aquellos sitios públicos donde se les permita.

Guillermo Bustamante Manilla, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, dijo que se imprimirán dos millones de ejemplares de este folleto que destaca el valor de la vida.

La campaña por la vida que promueven grupos católicos también invitará a los creyentes de otras religiones a no votar por los partidos políticos que promuevan el aborto
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Rodolfo Montes, Milenio, 9 de septiembre.

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