El 6% de los secuestradores detenidos por la Policía Federal de 2001 a la fecha ha trabajado en una corporación policiaca o de seguridad.
De acuerdo con un estudio realizado por la Secretaría de Seguridad Pública Federal sobre el perfil de los plagiarios en México, la PFP ha capturado en los últimos 8 años a 930 secuestradores, de los cuales alrededor de 60 habían sido agentes o militares y tenían funciones estratégicas dentro de la banda.
Tan sólo en los tres años recientes cayeron 418 personas dedicadas a este delito: 127 en el 2006, 157 en el 2007 y 134 en lo que va del 2008; el porcentaje de quienes han tenido antecedentes de seguridad se ha mantenido.
Según el reporte, la edad de los plagiarios oscila en promedio entre los 22 y 35 años de edad.
Además de policías, soldados o marinos, "actividades que les permiten conocer el medio en el que se desenvuelven las víctimas y tener un horario flexible para acudir a las casas de seguridad", dicen dedicarse de manera primordial al comercio informal y al transporte de carga o pasajeros (choferes).
Entre el 70% y el 80% han estado en la cárcel. Comienzan su carrera delictiva con el robo a transeúnte o a casa-habitación, pasan después al robo de vehículos o camiones de carga, luego al robo de camionetas de valores o bancos y finalmente al secuestro. Esta evolución criminal comprende un incremento en los niveles de extorsión.
Después de varios años de secuestrar, el estudio de la SSPF indica que estos delincuentes regresan a la comisión de delitos patrimoniales.
"Del análisis de las bandas desarticuladas por la PFP, se ha identificado la participación de ex convictos que han evolucionando en forma gradual aprovechando la falta de atención a delitos aparentemente menores y las fallas en materia de readaptación social", reconoce la dependencia.
El aumento de sus actividades delincuenciales, añade, está directamente relacionado con un ascenso o en el consumo de drogas.
En torno a los secuestradores más violentos aprehendidos por la PFP y que en la actualidad están en prisión, se advierte que "en la calle surgen imitadores que se suman a este delito".
En el tema de antecedentes familiares, la Secretaría señala que "la mayoría de los secuestradores proviene de familias disfuncionales permisivas y en algunos casos éstas participan o conocen del ámbito criminal en el que se desenvuelven sus integrantes".
De acuerdo con un estudio realizado por la Secretaría de Seguridad Pública Federal sobre el perfil de los plagiarios en México, la PFP ha capturado en los últimos 8 años a 930 secuestradores, de los cuales alrededor de 60 habían sido agentes o militares y tenían funciones estratégicas dentro de la banda.
Tan sólo en los tres años recientes cayeron 418 personas dedicadas a este delito: 127 en el 2006, 157 en el 2007 y 134 en lo que va del 2008; el porcentaje de quienes han tenido antecedentes de seguridad se ha mantenido.
Según el reporte, la edad de los plagiarios oscila en promedio entre los 22 y 35 años de edad.
Además de policías, soldados o marinos, "actividades que les permiten conocer el medio en el que se desenvuelven las víctimas y tener un horario flexible para acudir a las casas de seguridad", dicen dedicarse de manera primordial al comercio informal y al transporte de carga o pasajeros (choferes).
Entre el 70% y el 80% han estado en la cárcel. Comienzan su carrera delictiva con el robo a transeúnte o a casa-habitación, pasan después al robo de vehículos o camiones de carga, luego al robo de camionetas de valores o bancos y finalmente al secuestro. Esta evolución criminal comprende un incremento en los niveles de extorsión.
Después de varios años de secuestrar, el estudio de la SSPF indica que estos delincuentes regresan a la comisión de delitos patrimoniales.
"Del análisis de las bandas desarticuladas por la PFP, se ha identificado la participación de ex convictos que han evolucionando en forma gradual aprovechando la falta de atención a delitos aparentemente menores y las fallas en materia de readaptación social", reconoce la dependencia.
El aumento de sus actividades delincuenciales, añade, está directamente relacionado con un ascenso o en el consumo de drogas.
En torno a los secuestradores más violentos aprehendidos por la PFP y que en la actualidad están en prisión, se advierte que "en la calle surgen imitadores que se suman a este delito".
En el tema de antecedentes familiares, la Secretaría señala que "la mayoría de los secuestradores proviene de familias disfuncionales permisivas y en algunos casos éstas participan o conocen del ámbito criminal en el que se desenvuelven sus integrantes".
Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 10 de septiembre.
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