Una veintena de periodistas de Sinaloa se manifestaron frente a la residencia oficial del gobernador Jesús Aguilar Padilla para demandar resultados en las pesquisas relacionadas con la muerte del reportero local Óscar Rivera, quien fue baleado en septiembre de 2007 en Culiacán.
Encabezados por Verona Hernández, presidenta de la Asociación de Periodistas 7 de Junio –organismo fundado por Rivera–, los manifestantes estuvieron unos 50 minutos ante la casa de gobierno.
Luego, montaron una guardia de honor y depositaron una ofrenda floral frente a la tumba de Rivera, quien también fungió como vocero del área de seguridad del gobierno estatal.
Posteriormente realizaron el foro sobre agresiones a periodistas, en el que Roberto Piñón Olivas, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, criticó a las autoridades federales y locales por insistir en relacionar los homicidios de reporteros con el narcotráfico.
El dirigente exigió la destitución de Alberto Orellana, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, porque no cumple con sus responsabilidades.
Mercedes Murillo, presidenta del Frente Cívico Sinaloense y hermana de Ricardo Murillo, defensor de los derechos humanos también asesinado en septiembre pasado, afirmó que los medios de comunicación discriminan los homicidios al calificar algunos de ellos “de alto impacto”, cuando la muerte violenta de cualquier ciudadano lo es.
Golpean a reportero potosino
Policías municipales golpearon y privaron de su libertad al reportero Enrique Carvajal, del periódico Pulso, que se edita en la capital de San Luis Potosí.
Carvajal explicó que César Reyes Chávez, conductor de la patrulla 710, embistió su carro en la colonia Universitaria, porque “le debía un periodicazo”, pero que ahora iba la suya porque él era el verdadero cuarto poder. Al lugar llegaron los ocupantes de la patrulla 391 y dos motocicletas.
Debido a que estaba cerca de su domicilio, el padre del reportero se dio cuenta de que su hijo era acosado por unos 10 policías. Al reclamar, ambos fueron subidos a la unidad y llevados a la comandancia sur, donde el comunicador fue golpeado.
Gracias a que su familia y sus compañeros se movilizaron con autoridades estatales, el acoso cesó. El reportero anunció que levantará una denuncia ante el Ministerio Público capitalino.
Encabezados por Verona Hernández, presidenta de la Asociación de Periodistas 7 de Junio –organismo fundado por Rivera–, los manifestantes estuvieron unos 50 minutos ante la casa de gobierno.
Luego, montaron una guardia de honor y depositaron una ofrenda floral frente a la tumba de Rivera, quien también fungió como vocero del área de seguridad del gobierno estatal.
Posteriormente realizaron el foro sobre agresiones a periodistas, en el que Roberto Piñón Olivas, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, criticó a las autoridades federales y locales por insistir en relacionar los homicidios de reporteros con el narcotráfico.
El dirigente exigió la destitución de Alberto Orellana, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, porque no cumple con sus responsabilidades.
Mercedes Murillo, presidenta del Frente Cívico Sinaloense y hermana de Ricardo Murillo, defensor de los derechos humanos también asesinado en septiembre pasado, afirmó que los medios de comunicación discriminan los homicidios al calificar algunos de ellos “de alto impacto”, cuando la muerte violenta de cualquier ciudadano lo es.
Golpean a reportero potosino
Policías municipales golpearon y privaron de su libertad al reportero Enrique Carvajal, del periódico Pulso, que se edita en la capital de San Luis Potosí.
Carvajal explicó que César Reyes Chávez, conductor de la patrulla 710, embistió su carro en la colonia Universitaria, porque “le debía un periodicazo”, pero que ahora iba la suya porque él era el verdadero cuarto poder. Al lugar llegaron los ocupantes de la patrulla 391 y dos motocicletas.
Debido a que estaba cerca de su domicilio, el padre del reportero se dio cuenta de que su hijo era acosado por unos 10 policías. Al reclamar, ambos fueron subidos a la unidad y llevados a la comandancia sur, donde el comunicador fue golpeado.
Gracias a que su familia y sus compañeros se movilizaron con autoridades estatales, el acoso cesó. El reportero anunció que levantará una denuncia ante el Ministerio Público capitalino.
Javier Valdez y Edith Argüelles, La Jornada, 6 de septiembre.
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