La Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), gremio que aglutina a telefónicas celulares y fabricantes de equipo de este servicio en el país, solicitó a las autoridades que no se limite la cantidad de frecuencias del espectro radioeléctrico y que las licencias de operación sean a bajo costo.
Javier Camargo, representante de la Anatel, dijo que estos elementos son esenciales para tener una regulación promotora del desarrollo. Otro factor es que se permita a los operadores de estas frecuencias ofrecer cualquier tipo de servicios.
Destacó la necesidad de desarrollar la banda ancha en las zonas rurales, cuyos beneficios se reflejarán en la educación y la salud, por ejemplo, ya que a través de esta infraestructura se pueden proveer estos servicios.
Al participar en el Seminario Internacional de Telecomunicaciones, organizado por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe y Regulatel, el directivo dijo que para lograr este despliegue rural se requiere una regulación adecuada, infraestructura económica, terminales de bajo costo, financiamiento y aplicaciones, entre otros pasos.
Se estima que en 2012 habrá mil 800 millones de usuarios de banda ancha y el grueso de éstos utilizarán tecnologías inalámbricas, indicó.
En tanto, Héctor Huerta, director Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), dijo que es necesaria una política pública para aumentar la penetración de la banda ancha.
México ocupa el último lugar en la OCDE en cuanto a penetración de este tipo de conexiones, lo cual se explica por la concentración del mercado, falta de competencia y altas tarifas del servicio, aseguró.
Dijo que en cuatro años de ofrecer este servicio en el mercado mexicano los operadores de cable ya tienen una participación de casi 30%.
Ramiro Tovar Landa, catedrático del ITAM, criticó la desagregación del bucle local, es decir, de la compartición de infraestructura de Telmex a sus competidores para que ofrezcan sus servicios.
Javier Camargo, representante de la Anatel, dijo que estos elementos son esenciales para tener una regulación promotora del desarrollo. Otro factor es que se permita a los operadores de estas frecuencias ofrecer cualquier tipo de servicios.
Destacó la necesidad de desarrollar la banda ancha en las zonas rurales, cuyos beneficios se reflejarán en la educación y la salud, por ejemplo, ya que a través de esta infraestructura se pueden proveer estos servicios.
Al participar en el Seminario Internacional de Telecomunicaciones, organizado por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe y Regulatel, el directivo dijo que para lograr este despliegue rural se requiere una regulación adecuada, infraestructura económica, terminales de bajo costo, financiamiento y aplicaciones, entre otros pasos.
Se estima que en 2012 habrá mil 800 millones de usuarios de banda ancha y el grueso de éstos utilizarán tecnologías inalámbricas, indicó.
En tanto, Héctor Huerta, director Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), dijo que es necesaria una política pública para aumentar la penetración de la banda ancha.
México ocupa el último lugar en la OCDE en cuanto a penetración de este tipo de conexiones, lo cual se explica por la concentración del mercado, falta de competencia y altas tarifas del servicio, aseguró.
Dijo que en cuatro años de ofrecer este servicio en el mercado mexicano los operadores de cable ya tienen una participación de casi 30%.
Ramiro Tovar Landa, catedrático del ITAM, criticó la desagregación del bucle local, es decir, de la compartición de infraestructura de Telmex a sus competidores para que ofrezcan sus servicios.
Angelina Mejía Guerrero, El Universal, 5 de septiembre.
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