La Iglesia católica refrendó ayer su total rechazo a la despenalización del aborto en el Distrito Federal.
El Cardenal Norberto Rivera sostuvo que el clero no puede callarse ante "los crímenes que se están legalizando", y cuestionó a los que -dijo- se oponen a que opinen sobre el tema.
Durante la misa efectuada en la Catedral Metropolitana, los feligreses encendieron y apagaron velas en señal de duelo por los abortos practicados.
Afuera, personas de la tercera edad mostraron pancartas con leyendas como: "Di no al aborto. Viva la fe", "Viva la familia", "Excomunión para abortistas y secuestradores".
Algunos portaron moños con listones rosas y negros, como símbolos de esperanza y luto frente a los muertos provocados por la violencia y el aborto.
En el Semanario "Gaudium", la Arquidiócesis de León, Guanajuato, criticó la resolución de la Suprema Corte de Justicia y dijo que, a pesar de ésta, la vida debe ser respetada.
En Catedral, Rivera advirtió que a pesar de que haya voces en contra, la Iglesia católica no cederá en su derecho a expresarse.
"Nunca será suficiente la insistencia que debemos hacer para que se respete la libertad de conciencia y para que se destierre todo método impositivo de hacer buena a la gente por decreto o por la fuerza, pero eso no quita nuestra responsabilidad de proclamar la verdad y de invitar con insistencia al bien obrar.
"La Iglesia, aunque muchos se lo pidan, no puede callar ante los crímenes que se están legalizando ni ante las faltas de sus hijos. Una iglesia muda no sirve ni a Dios ni a los hombres. Ante los grandes males de nuestro mundo, no nos podemos encoger de hombros, no nos podemos paralizar, debemos mostrar nuestra solidaridad y nuestra corresponsabilidad, levantando nuestra voz, ofreciendo nuestras propuestas y entregando nuestro compromiso para que los males se conviertan en bienes", indicó.
La organización católica Unión de Voluntades entregó una carta al Cardenal, en la que refrendó su compromiso con la Iglesia católica para evitar que las mujeres recurran a esta práctica.
Mientras, una representante de la agrupación Catholic.net, leyó un mensaje en el que resaltó la importancia del derecho a la vida.
En el Semanario "Gaudium", la Arquidiócesis de León recriminó la interrupción del embarazo en un artículo titulado "Suprema Corte de ¿Justicia?".
"La Suprema Corte de Justicia declara que no es anticonstitucional una ley que despenaliza el aborto. ¿Será acaso que el argumento para no defender la vida del no nacido, cuando todavía no ha alcanzado las 12 semanas de concebido, estriba en suponer que todavía no es una persona, pues si saliera del seno materno en ese lapso, no podría mantenerse vivo?".
En el mismo artículo, el semanario reitera que el aborto provocado es inmoral.
"La Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado, esta enseñanza no ha cambiado, permanece invariable. El aborto provocado, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral", expone.
El Cardenal Norberto Rivera sostuvo que el clero no puede callarse ante "los crímenes que se están legalizando", y cuestionó a los que -dijo- se oponen a que opinen sobre el tema.
Durante la misa efectuada en la Catedral Metropolitana, los feligreses encendieron y apagaron velas en señal de duelo por los abortos practicados.
Afuera, personas de la tercera edad mostraron pancartas con leyendas como: "Di no al aborto. Viva la fe", "Viva la familia", "Excomunión para abortistas y secuestradores".
Algunos portaron moños con listones rosas y negros, como símbolos de esperanza y luto frente a los muertos provocados por la violencia y el aborto.
En el Semanario "Gaudium", la Arquidiócesis de León, Guanajuato, criticó la resolución de la Suprema Corte de Justicia y dijo que, a pesar de ésta, la vida debe ser respetada.
En Catedral, Rivera advirtió que a pesar de que haya voces en contra, la Iglesia católica no cederá en su derecho a expresarse.
"Nunca será suficiente la insistencia que debemos hacer para que se respete la libertad de conciencia y para que se destierre todo método impositivo de hacer buena a la gente por decreto o por la fuerza, pero eso no quita nuestra responsabilidad de proclamar la verdad y de invitar con insistencia al bien obrar.
"La Iglesia, aunque muchos se lo pidan, no puede callar ante los crímenes que se están legalizando ni ante las faltas de sus hijos. Una iglesia muda no sirve ni a Dios ni a los hombres. Ante los grandes males de nuestro mundo, no nos podemos encoger de hombros, no nos podemos paralizar, debemos mostrar nuestra solidaridad y nuestra corresponsabilidad, levantando nuestra voz, ofreciendo nuestras propuestas y entregando nuestro compromiso para que los males se conviertan en bienes", indicó.
La organización católica Unión de Voluntades entregó una carta al Cardenal, en la que refrendó su compromiso con la Iglesia católica para evitar que las mujeres recurran a esta práctica.
Mientras, una representante de la agrupación Catholic.net, leyó un mensaje en el que resaltó la importancia del derecho a la vida.
En el Semanario "Gaudium", la Arquidiócesis de León recriminó la interrupción del embarazo en un artículo titulado "Suprema Corte de ¿Justicia?".
"La Suprema Corte de Justicia declara que no es anticonstitucional una ley que despenaliza el aborto. ¿Será acaso que el argumento para no defender la vida del no nacido, cuando todavía no ha alcanzado las 12 semanas de concebido, estriba en suponer que todavía no es una persona, pues si saliera del seno materno en ese lapso, no podría mantenerse vivo?".
En el mismo artículo, el semanario reitera que el aborto provocado es inmoral.
"La Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado, esta enseñanza no ha cambiado, permanece invariable. El aborto provocado, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral", expone.
Alma Paola Wong y Jorge Escalante, Reforma, 8 de septiembre.
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