La reforma a Pemex está suficientemente discutida y “es hora de resolver” y de que cada quien asuma la responsabilidad de sus actos, aseguró el presidente Felipe Calderón. “Le pido al Congreso que resuelva ya, conforme a lo que cada legislador quiera resolver. Le pido al Congreso que podamos resolver este tema en el sentido que el Congreso determine para ocuparnos de temas también muy importantes de la vida del país”.
Dijo que el energético “es un debate que nos ha tomado todo el año y respetaré siempre la decisión del Congreso, pero pido que cada quien asuma ya la responsabilidad de sus actos y decida lo que tenga que resolverse”.
Interrogado sobre las acciones anunciadas por Andrés Manuel López Obrador si se aprueba la reforma a Pemex, el Presidente dijo que “eso no es una insurrección, sino simplemente es un gesto ilegal y antisocial que el Estado no permitirá; ni me ocupo del tema”.
El mandatario sostuvo que “no vale la pena” dejar a un lado el tema de la participación privada en la refinación y por ello pidió a los legisladores: “Vamos a hacer un esfuerzo y hagámoslo”.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva en Fórmula de la tarde, el mandatario afirmó que una reforma que no multiplique la capacidad productiva de Pemex “no vale la pena” y que si únicamente se le otorga autonomía a la empresa, se resolverían problemas de administración, pero no beneficiarían a todos los mexicanos, como lo plantea en su iniciativa.
Dijo que las iniciativas en materia energética presentadas por el PRI y el Frente Amplio Progresista tienen elementos valiosos y, a pregunta expresa, descartó que el PRI no tenga nada que ganar si aprueba modificaciones en la materia porque, dijo, debe pensar en qué México aspira a volver a gobernar.
“Claro que el PRI va a interesar. Si aspira alguna vez a volver a gobernar al país, tiene que pensar qué tipo de país piensa gobernar, y lo mismo le diría al PRD y al PAN”.
“Absurdo, dejarse chantajear”
Calderón aseguró que el movimiento de resistencia civil contra la reforma energética consiste en “un número cada vez más reducido de personas a quienes el pueblo ha dado la espalda por su intransigencia y virulencia”, y en parte explica el ascenso político del PRI y la caída estrepitosa del PRD.
Aseguró que el Estado tiene sus propios mecanismos de soporte institucional y defensa, los que ha empleado y empleará, y que sus acciones nunca le han hecho pensar en dar reversa a la reforma a Pemex, porque sería absurdo dejarse chantajear por espíritus antidemocráticos o autoritarios que exigen se haga su voluntad o hacen “berrinche”. Esa, dijo, es una actitud dictatorial a la que ni México ni su gobierno le va a dar paso.
“Son los mismos que dijeron que yo no iba a ganar la elección, y les gané. Son los mismos que juraron y perjuraron e hicieron todo lo posible para que no rindiera yo protesta, y lo hice. Son los mismos que han buscado impedir la marcha del gobierno en cada momento, y no lo han logrado”.
“Descomposición”
En el tema de la seguridad, el Presidente admitió que México vive una descomposición institucional derivada del deterioro paulatino en las policías, ministerios públicos e instituciones de justicia, que son la causa de la impunidad que se vive, pero aseguró que su gobierno no permitirá que el crimen invada a la sociedad.
El Presidente no quiso asegurar que se está ganando la lucha contra la inseguridad porque, dijo, eso sería una declaración triunfalista que no corresponde con la realidad de los ciudadanos que han sufrido por este mal.
Aseguró que esa guerra se ganará, pero definitivamente no en lo inmediato, es decir, no en unos meses o días, y dijo que prefiere hablar con la verdad, porque han sido muchos años más durante los cuales se ha incubado el problema que “ha hecho una verdadera erupción en la vida pública”.
El mandatario dijo que la alternativa es que el crimen termine dominando a la sociedad y que “el costo de no operar contra ellos es, precisamente, permitir que invadan y tomen el control de la vida, no sólo de uno, sino de todos y eso, definitivamente, no lo voy a permitir”.
Calderón ofreció ayer ocho entrevistas para hablar de los logros de su gobierno y del segundo Informe que presentó al Congreso sobre el estado que guarda su administración.
También se le preguntó si líderes sindicales como Elba Esther Gordillo o Carlos Romero Deschamps le han tomado la medida al gobierno, pero el Presidente destacó que él busca acuerdos con los factores de poder.
“Las circunstancias en las que tengo que gobernar son éstas, quienes verdaderamente pudieran tener un compromiso y generarían mayor bien público creando alianzas con el gobierno están pensando en cómo, más bien, estarle metiendo zancadillas al gobierno; es su estrategia y es su decisión. Yo tengo que generar acuerdos y alianzas, precisamente, con quienes puede hacer avanzar al país” , dijo Calderón, quien puso como ejemplo los acuerdos para la reforma al ISSSTE y Pemex.
Dijo que el energético “es un debate que nos ha tomado todo el año y respetaré siempre la decisión del Congreso, pero pido que cada quien asuma ya la responsabilidad de sus actos y decida lo que tenga que resolverse”.
Interrogado sobre las acciones anunciadas por Andrés Manuel López Obrador si se aprueba la reforma a Pemex, el Presidente dijo que “eso no es una insurrección, sino simplemente es un gesto ilegal y antisocial que el Estado no permitirá; ni me ocupo del tema”.
El mandatario sostuvo que “no vale la pena” dejar a un lado el tema de la participación privada en la refinación y por ello pidió a los legisladores: “Vamos a hacer un esfuerzo y hagámoslo”.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva en Fórmula de la tarde, el mandatario afirmó que una reforma que no multiplique la capacidad productiva de Pemex “no vale la pena” y que si únicamente se le otorga autonomía a la empresa, se resolverían problemas de administración, pero no beneficiarían a todos los mexicanos, como lo plantea en su iniciativa.
Dijo que las iniciativas en materia energética presentadas por el PRI y el Frente Amplio Progresista tienen elementos valiosos y, a pregunta expresa, descartó que el PRI no tenga nada que ganar si aprueba modificaciones en la materia porque, dijo, debe pensar en qué México aspira a volver a gobernar.
“Claro que el PRI va a interesar. Si aspira alguna vez a volver a gobernar al país, tiene que pensar qué tipo de país piensa gobernar, y lo mismo le diría al PRD y al PAN”.
“Absurdo, dejarse chantajear”
Calderón aseguró que el movimiento de resistencia civil contra la reforma energética consiste en “un número cada vez más reducido de personas a quienes el pueblo ha dado la espalda por su intransigencia y virulencia”, y en parte explica el ascenso político del PRI y la caída estrepitosa del PRD.
Aseguró que el Estado tiene sus propios mecanismos de soporte institucional y defensa, los que ha empleado y empleará, y que sus acciones nunca le han hecho pensar en dar reversa a la reforma a Pemex, porque sería absurdo dejarse chantajear por espíritus antidemocráticos o autoritarios que exigen se haga su voluntad o hacen “berrinche”. Esa, dijo, es una actitud dictatorial a la que ni México ni su gobierno le va a dar paso.
“Son los mismos que dijeron que yo no iba a ganar la elección, y les gané. Son los mismos que juraron y perjuraron e hicieron todo lo posible para que no rindiera yo protesta, y lo hice. Son los mismos que han buscado impedir la marcha del gobierno en cada momento, y no lo han logrado”.
“Descomposición”
En el tema de la seguridad, el Presidente admitió que México vive una descomposición institucional derivada del deterioro paulatino en las policías, ministerios públicos e instituciones de justicia, que son la causa de la impunidad que se vive, pero aseguró que su gobierno no permitirá que el crimen invada a la sociedad.
El Presidente no quiso asegurar que se está ganando la lucha contra la inseguridad porque, dijo, eso sería una declaración triunfalista que no corresponde con la realidad de los ciudadanos que han sufrido por este mal.
Aseguró que esa guerra se ganará, pero definitivamente no en lo inmediato, es decir, no en unos meses o días, y dijo que prefiere hablar con la verdad, porque han sido muchos años más durante los cuales se ha incubado el problema que “ha hecho una verdadera erupción en la vida pública”.
El mandatario dijo que la alternativa es que el crimen termine dominando a la sociedad y que “el costo de no operar contra ellos es, precisamente, permitir que invadan y tomen el control de la vida, no sólo de uno, sino de todos y eso, definitivamente, no lo voy a permitir”.
Calderón ofreció ayer ocho entrevistas para hablar de los logros de su gobierno y del segundo Informe que presentó al Congreso sobre el estado que guarda su administración.
También se le preguntó si líderes sindicales como Elba Esther Gordillo o Carlos Romero Deschamps le han tomado la medida al gobierno, pero el Presidente destacó que él busca acuerdos con los factores de poder.
“Las circunstancias en las que tengo que gobernar son éstas, quienes verdaderamente pudieran tener un compromiso y generarían mayor bien público creando alianzas con el gobierno están pensando en cómo, más bien, estarle metiendo zancadillas al gobierno; es su estrategia y es su decisión. Yo tengo que generar acuerdos y alianzas, precisamente, con quienes puede hacer avanzar al país” , dijo Calderón, quien puso como ejemplo los acuerdos para la reforma al ISSSTE y Pemex.
Milenio, 3 de septiembre.
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