CARACAS.- Hugo Chávez expulsó ayer al Embajador de Estados Unidos en Venezuela en solidaridad con Bolivia, nación que pasa por una fuerte crisis política interna y diplomática con Washington.
El Mandatario venezolano conminó al enviado estadounidense, Patrick Duddy, a marcharse en 72 horas, luego de que el representante boliviano en el país norteamericano también fuera declarado no grato.
Chávez expresó su solidaridad con su aliado y amigo, el Mandatario de Bolivia, Evo Morales, quien atraviesa una dura crisis política enfrentado a varias provincias opositoras y quien el miércoles ordenó la expulsión del Embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, por supuestamente conspirar con la Oposición.
"Aquí hay un pueblo digno, yanquis de mierda. Váyanse al carajo 100 veces", advirtió Chávez.
Además, el Mandatario amenazó con suspender el suministro de petróleo a Estados Unidos, su principal cliente, si Washington agrede a Venezuela.
El país sudamericano ocupa el quinto lugar entre los proveedores de crudo a Estados Unidos, según la Administración de Información de Energía de esa nación.
Más temprano, Chávez había anunciado que si Morales es derrocado tendría luz verde para apoyar una revuelta armada.
"Si a Evo lo mataran, crean los golpistas que me estarían dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia", advirtió.
Bolivia quedó ayer al borde del caos, por las violentas manifestaciones opositoras contra el Gobierno, que dejaron ocho muertos y decenas de heridos en la provincia de Pando, según fuentes oficiales.
"Estamos hablando de una verdadera masacre que tiene (como) responsable al Prefecto de Pando, Leopoldo Fernández", dijo el viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Sacha Llorenti.
También se reportaron decenas de heridos en Santa Cruz y en la sureña ciudad de Tarija, donde en los dos últimos días se produjeron violentas tomas de oficinas del Gobierno federal y choques entre autonomistas y partidarios de Morales.
El Mandatario, quien impulsa una nueva Constitución de corte socialista, advirtió que podría perder la paciencia ante los actos violentos que, según él, son financiados por terratenientes de regiones opositoras.
Desde Brasilia, el Embajador boliviano en ese país, René Mauricio Dorfler, afirmó que La Paz podría dictar el estado de sitio.
Brasil enviará una delegación a la capital boliviana para intentar intermediar en el conflicto, en tanto que Argentina se sumaría a ese esfuerzo. La Comunidad Andina, de la cual Bolivia es miembro, hizo un llamado para frenar la ola de violencia.
El Mandatario venezolano conminó al enviado estadounidense, Patrick Duddy, a marcharse en 72 horas, luego de que el representante boliviano en el país norteamericano también fuera declarado no grato.
Chávez expresó su solidaridad con su aliado y amigo, el Mandatario de Bolivia, Evo Morales, quien atraviesa una dura crisis política enfrentado a varias provincias opositoras y quien el miércoles ordenó la expulsión del Embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, por supuestamente conspirar con la Oposición.
"Aquí hay un pueblo digno, yanquis de mierda. Váyanse al carajo 100 veces", advirtió Chávez.
Además, el Mandatario amenazó con suspender el suministro de petróleo a Estados Unidos, su principal cliente, si Washington agrede a Venezuela.
El país sudamericano ocupa el quinto lugar entre los proveedores de crudo a Estados Unidos, según la Administración de Información de Energía de esa nación.
Más temprano, Chávez había anunciado que si Morales es derrocado tendría luz verde para apoyar una revuelta armada.
"Si a Evo lo mataran, crean los golpistas que me estarían dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia", advirtió.
Bolivia quedó ayer al borde del caos, por las violentas manifestaciones opositoras contra el Gobierno, que dejaron ocho muertos y decenas de heridos en la provincia de Pando, según fuentes oficiales.
"Estamos hablando de una verdadera masacre que tiene (como) responsable al Prefecto de Pando, Leopoldo Fernández", dijo el viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Sacha Llorenti.
También se reportaron decenas de heridos en Santa Cruz y en la sureña ciudad de Tarija, donde en los dos últimos días se produjeron violentas tomas de oficinas del Gobierno federal y choques entre autonomistas y partidarios de Morales.
El Mandatario, quien impulsa una nueva Constitución de corte socialista, advirtió que podría perder la paciencia ante los actos violentos que, según él, son financiados por terratenientes de regiones opositoras.
Desde Brasilia, el Embajador boliviano en ese país, René Mauricio Dorfler, afirmó que La Paz podría dictar el estado de sitio.
Brasil enviará una delegación a la capital boliviana para intentar intermediar en el conflicto, en tanto que Argentina se sumaría a ese esfuerzo. La Comunidad Andina, de la cual Bolivia es miembro, hizo un llamado para frenar la ola de violencia.
Reforma, 12 de septiembre.
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