LA HABANA.- Cuba sufre una destrucción de dimensiones inéditas. Tras barrer la isla durante 40 horas, el huracán "Ike" - a sólo ocho días del paso de 'Gustav'- dejó un saldo de cinco muertos, más de cuatro millones de evacuados y la economía nacional casi en quiebra.
De 3 a 4 mil millones de dólares pueden ser las pérdidas en el sistema eléctrico, carreteras, telecomunicaciones, vivienda, y agricultura, dijo Elisabeth Byrs, de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, al citar fuentes oficiales, en una rueda de prensa en Ginebra.
Tras recorrer provincias orientales, el vicepresidente José Ramón Machado afirmó que la economía sufrió un golpe "muy duro".
El funcionario no dio cifras, pero reportes preliminares de la televisión estatal estimaron que más de 200 mil viviendas quedaron dañadas, y de ellas, 30 mil destruidas.
Ayer, desde el Golfo de México, "Ike" aún azotaba la región occidental de la isla, incluida La Habana, mientras el desbordamiento de los ríos y el agua que baja de las montañas mantenía en vilo al país.
Pese al respaldo de las Fuerzas Armadas, el apoyo de una parte de la población penal en el saneamiento urbano y la rápida intervención de trabajadores de diversas empresas, toda Cuba sufre graves problemas de electricidad, incluida la capital, donde el agua causó más inundaciones, derrumbes y frenó las tareas de recuperación.
Unas 67 casas habaneras quedaron dañadas, siete de elllas se cayeron, informó la Defensa Civil.
Zonas residenciales de la Quinta y Séptima Avenida seguían anegadas y cerradas al tránsito. Sólo 33 por ciento de La Habana tenía electricidad anoche.
Durante el día, la radio informó del estado crítico de las provincias.
Los cafetales de Santiago de Cuba quedaron muy afectados por las lluvias, mientras que en Pinar del Río se derrumbaron casi cinco mil casas de secado de tabaco y más de 192 mil personas siguen evacuadas por el desbordamiento de tres ríos.
El 70 por ciento de los cultivos, en la provincia central de Villa Clara, fueron destruidos, y en la localidad holguinera de Moa se paró la producción de níquel, principal exportación cubana.
Camagüey y su cabecera fueron devastadas. Sin electricidad y con averías en las comunicaciones; esta región agrícola, ganadera y turística tiene todas sus industrias destruidas o muy dañadas, así como viviendas y escuelas.
"Cuba no regresa al periodo especial. Lo de ahora es mucho peor. Cuando se cayó la URSS no teníamos este nivel de destrucción. Parece que hubiéramos sufrido una guerra", dijo a REFORMA un ingeniero habanero.
De 3 a 4 mil millones de dólares pueden ser las pérdidas en el sistema eléctrico, carreteras, telecomunicaciones, vivienda, y agricultura, dijo Elisabeth Byrs, de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, al citar fuentes oficiales, en una rueda de prensa en Ginebra.
Tras recorrer provincias orientales, el vicepresidente José Ramón Machado afirmó que la economía sufrió un golpe "muy duro".
El funcionario no dio cifras, pero reportes preliminares de la televisión estatal estimaron que más de 200 mil viviendas quedaron dañadas, y de ellas, 30 mil destruidas.
Ayer, desde el Golfo de México, "Ike" aún azotaba la región occidental de la isla, incluida La Habana, mientras el desbordamiento de los ríos y el agua que baja de las montañas mantenía en vilo al país.
Pese al respaldo de las Fuerzas Armadas, el apoyo de una parte de la población penal en el saneamiento urbano y la rápida intervención de trabajadores de diversas empresas, toda Cuba sufre graves problemas de electricidad, incluida la capital, donde el agua causó más inundaciones, derrumbes y frenó las tareas de recuperación.
Unas 67 casas habaneras quedaron dañadas, siete de elllas se cayeron, informó la Defensa Civil.
Zonas residenciales de la Quinta y Séptima Avenida seguían anegadas y cerradas al tránsito. Sólo 33 por ciento de La Habana tenía electricidad anoche.
Durante el día, la radio informó del estado crítico de las provincias.
Los cafetales de Santiago de Cuba quedaron muy afectados por las lluvias, mientras que en Pinar del Río se derrumbaron casi cinco mil casas de secado de tabaco y más de 192 mil personas siguen evacuadas por el desbordamiento de tres ríos.
El 70 por ciento de los cultivos, en la provincia central de Villa Clara, fueron destruidos, y en la localidad holguinera de Moa se paró la producción de níquel, principal exportación cubana.
Camagüey y su cabecera fueron devastadas. Sin electricidad y con averías en las comunicaciones; esta región agrícola, ganadera y turística tiene todas sus industrias destruidas o muy dañadas, así como viviendas y escuelas.
"Cuba no regresa al periodo especial. Lo de ahora es mucho peor. Cuando se cayó la URSS no teníamos este nivel de destrucción. Parece que hubiéramos sufrido una guerra", dijo a REFORMA un ingeniero habanero.
Yolanda Martínez, corresponsal, Reforma, 11 de septiembre.
0 Responses to "Sufre Cuba daño histórico"
Publicar un comentario