El embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, agradeció la solidaridad del gobierno, el Congreso, organizaciones no gubernamentales y empresariales, así como del pueblo mexicano, ante los efectos devastadores de los ciclones Ike y Gustav, los que, informó, causaron daños a la economía cubana por más de 5 mil millones de dólares, que representan el 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la isla, toda vez que casi medio millón de viviendas fueron dañadas, así como la agricultura y la infraestructura social y de comunicaciones.
En conferencia de prensa en el Senado, en la que estuvo acompañado por la vicepresidenta de esa cámara, Yeidckol Polevnsky, y el perredista José Guadarrama, el embajador Aguilera de la Paz precisó que el gobierno federal envió a técnicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a expertos en materia de vivienda, a fin de que determinen el tipo de ayuda que se necesita y detalló que requieren en estos momentos el envío de alimentos, sobre todo leche en polvo y productos enlatados o conservas, así como donativos monetarios.
Engaño de EU
Precisó que Cuba no ha solicitado ayuda internacional. “Preferimos aceptar con mucho agradecimiento el apoyo solidario que de manera voluntaria nos ofrecen gobierno, organismos y personas”, dijo. Aclaró, a pregunta expresa, que el gobierno de Raúl Castro rechazó una oferta monetaria de Estados Unidos, no por razones políticas, como se ha manejado en Washington, sino por razones de dignidad.
Sostuvo que la supuesta ayuda estadunidense es en realidad una operación de propaganda, ya que inicialmente se ofrecieron 100 mil dólares, que luego subieron a 5 millones, pero condicionada a llevar inspectores a la isla para evaluar los daños y a que los recursos fueran entregados no al gobierno cubano, sino a organizaciones no gubernamentales.
“No lo aceptamos por respeto a nuestra soberanía y porque no podemos tolerar el cinismo y la hipocresía del país que nos bloquea –medida que causó en 2007 pérdidas por más de 3 mil 700 millones de dólares– y quiere ahora aparecer ante el mundo como benefactor de Cuba”.
El diplomático recalcó que la respuesta a Estados Unidos fue que si realmente quieren ayudar a Cuba, levanten el bloqueo económico, “el cual ha causado más daño que los huracanes” o que “por lo menos durante seis meses cesen las restricciones comerciales para que nosotros podamos adquirir alimentos y materiales de construcción”.
Durante la conferencia, la perredista Polevnsky, quien propuso el punto de acuerdo aprobado la semana pasada en el Senado para solidarizarse con Cuba, insitió ayer en el llamado al gobierno federal, a los gobiernos estatales y municipales, y a la población en general, a sumarse al respaldo de emergencia que Cuba requiere en estos momentos.
Recordó que “Cuba es el país más solidario del mundo y cuando México ha necesitado ayuda, La Habana siempre ha estado presta a auxiliar, sin necesidad de que se lo pidan”.
El embajador Aguilera detalló que las aportaciones monetarias son de gran ayuda para Cuba, ya que permiten a la isla adquirir lo que se requiere al momento. Para ello se abrieron dos cuentas en Bancomer, una a nombre de la Embajada de la República de Cuba, número 0162673657.
En conferencia de prensa en el Senado, en la que estuvo acompañado por la vicepresidenta de esa cámara, Yeidckol Polevnsky, y el perredista José Guadarrama, el embajador Aguilera de la Paz precisó que el gobierno federal envió a técnicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a expertos en materia de vivienda, a fin de que determinen el tipo de ayuda que se necesita y detalló que requieren en estos momentos el envío de alimentos, sobre todo leche en polvo y productos enlatados o conservas, así como donativos monetarios.
Engaño de EU
Precisó que Cuba no ha solicitado ayuda internacional. “Preferimos aceptar con mucho agradecimiento el apoyo solidario que de manera voluntaria nos ofrecen gobierno, organismos y personas”, dijo. Aclaró, a pregunta expresa, que el gobierno de Raúl Castro rechazó una oferta monetaria de Estados Unidos, no por razones políticas, como se ha manejado en Washington, sino por razones de dignidad.
Sostuvo que la supuesta ayuda estadunidense es en realidad una operación de propaganda, ya que inicialmente se ofrecieron 100 mil dólares, que luego subieron a 5 millones, pero condicionada a llevar inspectores a la isla para evaluar los daños y a que los recursos fueran entregados no al gobierno cubano, sino a organizaciones no gubernamentales.
“No lo aceptamos por respeto a nuestra soberanía y porque no podemos tolerar el cinismo y la hipocresía del país que nos bloquea –medida que causó en 2007 pérdidas por más de 3 mil 700 millones de dólares– y quiere ahora aparecer ante el mundo como benefactor de Cuba”.
El diplomático recalcó que la respuesta a Estados Unidos fue que si realmente quieren ayudar a Cuba, levanten el bloqueo económico, “el cual ha causado más daño que los huracanes” o que “por lo menos durante seis meses cesen las restricciones comerciales para que nosotros podamos adquirir alimentos y materiales de construcción”.
Durante la conferencia, la perredista Polevnsky, quien propuso el punto de acuerdo aprobado la semana pasada en el Senado para solidarizarse con Cuba, insitió ayer en el llamado al gobierno federal, a los gobiernos estatales y municipales, y a la población en general, a sumarse al respaldo de emergencia que Cuba requiere en estos momentos.
Recordó que “Cuba es el país más solidario del mundo y cuando México ha necesitado ayuda, La Habana siempre ha estado presta a auxiliar, sin necesidad de que se lo pidan”.
El embajador Aguilera detalló que las aportaciones monetarias son de gran ayuda para Cuba, ya que permiten a la isla adquirir lo que se requiere al momento. Para ello se abrieron dos cuentas en Bancomer, una a nombre de la Embajada de la República de Cuba, número 0162673657.
Andrea Becerril, La Jornada, 20 de septiembre.
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