Tiene “Plan B” el gobierno federal; pide auxilio a la IP

La administración del presidente Felipe Calderón tiene lista una “estrategia alternativa” para intensificar la búsqueda de materiales radioactivos como el uranio, abrir a la iniciativa privada la exploración de otras fuentes energéticas en áreas protegidas para “disminuir la dependencia” del crudo y hacer al país “autosuficiente” en materia de energía.

Diseñada por la Secretaría de Energía y el Servicio Geológico Mexicano, la estrategia de exploración energética —primer paso a una eventual explotación a gran escala—tiene dos aristas: la privada y la pública.

En cuanto a la primera, con el nombre de “Exploración de Energéticos 19479” y a un costo de mil 108 millones de pesos, el Servicio Geológico Mexicano (SGM) quiere licitar a la IP la tarea de encontrar “suministros confiables” de carbón y gas asociado a yacimientos carboníferos para aprovecharlos como fuentes alternativas de energía.

En lo que toca a la segunda, el gobierno explorará nuevos yacimientos de uranio —tarea reservada al Estado, acorde al artículo 27 constitucional—para impulsar la industria nuclear mexicana, reducida actualmente a la central de Laguna Verde, según se desprende de un oficio interno del SGM.

“(Esto) dará la pauta para que el país cuente con las reservas de minerales que le den la autosuficiencia en energéticos y satisfaga la demanda social e industrial en los próximos años, permitiéndole un crecimiento sustentable a la economía del país”, revela un oficio del SGM fechado en abril pasado.

Obtenido por MILENIO, el documento da cuenta de cómo el gobierno federal hace planes paralelos a la reforma energética que se discute en el Poder Legislativo, e incluso apuesta a energías no convencionales para paliar las necesidades del país.

El reporte precisa que de los mil 108 millones de pesos contemplados para echar a andar el proyecto de “Exploración de Energéticos” del SGM, tan sólo 20 millones provendrán del gobierno federal y el restante billón será obtenido mediante el pago de derechos de empresas privadas a las que se concesionará la búsqueda de yacimientos carboníferos.

“A través de este programa el Servicio Geológico Mexicano (…) identificará localidades que contengan carbón, uranio y gas asociado a yacimientos de carbón, para ser aprovechados como fuentes alternas de energía, asegurando un suministro confiable de calidad y a precios competitivos de los insumos energéticos que demandan los consumidores, disminuyendo la dependencia del petróleo y teniendo fuentes de energía limpias para el medio ambiente”, sostiene el documento.

Según tiene previsto el SGM, se abrirán a licitación cuatro asignaciones para la iniciativa privada con miras a enfocarse en la exploración de carbón y gases asociados a este mineral, como metano, nitrógeno, butano y propano.

Entre las asignaciones destaca la de Minera Mexicali, que abrirá a la exploración energética la península de Baja California y en especial el Mar de Cortés, zona de precario balance ecológico, donde residen especies endémicas como los últimos especímenes en el planeta de la vaquita marina, en riesgo de extinción.

De arriba a abajo

El proyecto calderonista apunta a que virtualmente todo el territorio nacional será explorado para encontrar nuevos yacimientos radioactivos y carboníferos.

Así, la asignación de Minera Pacífico contempla la exploración de toda la zona marítima occidental del país, es decir, en el Océano Pacífico; la de Minera Juárez se concentrará en Chihuahua; y en cuanto a Minera Hidalgo, se enfilará al Golfo de México y sus estados costeros.

Regionalmente serán exploradas 22 subcuencas en las que se sospecha hay cuantiosos depósitos de minerales energéticos.

En la asignación Hidalgo se permitirá a los concesionarios hacer sus exploraciones en las subcuencas de Sabinas, Burgos, Lankahuasa, Macuspana y Zongolica, que corren desde Nuevo León a Tabasco; y para la Asignación Juárez serán abiertas las subcuencas Ascensión, Guadalupe, Ojinaga, Chihuahua, Satevó, Zaragoza y Cevallos.

La asignación Mexicali, en tanto, contempla exploraciones en las cuencas de Adair, Tepoca, Tiburón, Delfín, Vizcaíno, Purísima-Iray así como Wagner Consag y Altar, estas dos últimas enclavadas en el desemboque del río Colorado en el Mar de Cortés, santuario de miles de especies marinas.

En su proyecto económico, el SGM defendió la participación de la iniciativa privada en la más grande exploración energética de la administración calderonista, un proyecto que también abrirá los lechos marinos en el Pacífico y el Golfo de México a la explotación energética ya no sólo de petróleo, sino de carbón, sus gases y uranio.

“Legalmente, en las modificaciones a la Ley Minera publicadas el 26 de junio de 2006, el gas asociado al carbón se incluye como sustancia concesible y también al lecho marino como superficie concesible para explotación de minerales”, asentó.

Aunque no hace mención de los posibles impactos ecológicos, el Servicio Geológico aseguró que esta exploración beneficiará al país al darle los energéticos que requiere para cubrir su demanda interna.

“Se generarán elementos que permitan delimitar áreas potenciales que contengan gas asociado a yacimientos de carbón para su evaluación, concurso y licitación pública, con el fin de que las partes interesadas puedan continuar con las siguientes etapas de exploración y explotación. En caso de que no cuenten con potencial por gas, se liberarán. Todo lo anterior en el menor plazo posible.”, enfatizó.

Detalles de la apertura energética

Entre otros, los trabajos y “beneficios” que se desprenderán del proyecto son los siguientes, acorde al oficio:

• Evaluación geológica regional, de geología superficial, geoquímica orgánica e inorgánica y geofísica.

• Evaluación de gas asociado a yacimientos de carbón para el concurso y licitación publica de fracciones de las asignaciones. El país es deficitario en 30 % del gas que se consume nacionalmente.

• Evaluación de yacimientos de uranio como una fuente alterna de energéticos. La planta nuclear de Laguna Verde sólo genera 2.8 % de energía del país, cuando a escala mundial, la generación promedio es entre 18 y 20%.

• Evaluación de yacimientos de carbón, como mineral energético y como principal fuente de energía en las plantas generadoras de energía eléctrica de la CFE.

• Mayor inversión privada nacional y extranjera en el sector minero y gas.

• Identificar localidades que contengan gas asociado a yacimientos de carbón y uranio, para ser aprovechados como fuentes alternas de energía, apoyando el desarrollo de la nación.

• Aprovechamiento de los recursos minerales energéticos del país en la generación de riqueza.

• Establecer las bases para un mayor conocimiento y aprovechamiento racional de los recursos minerales energéticos con un desarrollo sustentable.

• Capitalizar el uso de la infraestructura de información geológico–minera básica.

• Apoyar técnicamente aportando elementos que permitan definir la importancia geológica y económica de una región, asignación minera o proyecto, a fin de contar con el sustento técnico para solicitar algún tipo de financiamiento.

• Propiciar el desarrollo de nuevas regiones económicas y evitar la emigración a los centros urbanos.
Víctor Hugo Michel, Milenio, 8 de septiembre.

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