Las comisiones de Energía y Estudios Legislativos del Senado reconocieron que la reforma busca otorgar a Pemex un régimen específico en materia de contratos para permitir la participación de la iniciativa privada en obras, servicios y proyectos.
Tras seis meses de polémica, discusión, foros y negociaciones, los legisladores determinaron que tanto la paraestatal como sus organismos subsidiarios pueden celebrar cualquier tipo de contrato de obra o prestación de servicios, adquisiciones o arrendamientos "para la mejor realización de las actividades" de la industria petrolera.
Los proyectos de dictamen entregados a los legisladores reconocen la posibilidad de autorizar adjudicaciones directas, aunque al mismo tiempo exhortan a no abusar del esquema.
"El diálogo parlamentario permitió alcanzar un acuerdo para el establecimiento de un régimen específico, más no excepcional, en materia de adquisiciones, arrendamientos, obras y servicios relacionados con las actividades estratégicas que realiza Pemex, que se adecue a la actividad productiva e industrial en materia de hidrocarburos, incluida la petroquímica secundaria.
"Existieron coincidencias respecto a que (las leyes vigentes) son inapropiadas para Pemex; sin embargo, debe cuidarse qué se está planteando como régimen específico para la paraestatal, en las actividades que son estratégicas y, en particular, que no se abandonen los mecanismos de licitación pública o no abusar en los supuestos en los que éste no procede", indica el documento que podría ser votado esta semana.
Aún con corchetes, la versión final del borrador entregada en comisiones confirma la creación de una sección en la nueva Ley Orgánica de Pemex sobre "modalidades especiales de contratación".
Entre los nuevos esquemas se incluye la adjudicación directa cuando se declare desierto un concurso, previa justificación del nuevo comité que forma parte de los instrumentos de control creados por la reforma para garantizar la operación eficiente y transparente de la petrolera.
Tras seis meses de polémica, discusión, foros y negociaciones, los legisladores determinaron que tanto la paraestatal como sus organismos subsidiarios pueden celebrar cualquier tipo de contrato de obra o prestación de servicios, adquisiciones o arrendamientos "para la mejor realización de las actividades" de la industria petrolera.
Los proyectos de dictamen entregados a los legisladores reconocen la posibilidad de autorizar adjudicaciones directas, aunque al mismo tiempo exhortan a no abusar del esquema.
"El diálogo parlamentario permitió alcanzar un acuerdo para el establecimiento de un régimen específico, más no excepcional, en materia de adquisiciones, arrendamientos, obras y servicios relacionados con las actividades estratégicas que realiza Pemex, que se adecue a la actividad productiva e industrial en materia de hidrocarburos, incluida la petroquímica secundaria.
"Existieron coincidencias respecto a que (las leyes vigentes) son inapropiadas para Pemex; sin embargo, debe cuidarse qué se está planteando como régimen específico para la paraestatal, en las actividades que son estratégicas y, en particular, que no se abandonen los mecanismos de licitación pública o no abusar en los supuestos en los que éste no procede", indica el documento que podría ser votado esta semana.
Aún con corchetes, la versión final del borrador entregada en comisiones confirma la creación de una sección en la nueva Ley Orgánica de Pemex sobre "modalidades especiales de contratación".
Entre los nuevos esquemas se incluye la adjudicación directa cuando se declare desierto un concurso, previa justificación del nuevo comité que forma parte de los instrumentos de control creados por la reforma para garantizar la operación eficiente y transparente de la petrolera.
Claudia Guerrero, Reforma, 13 de octubre.
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