El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, arribó a México para lograr un primer acuerdo migratorio con el gobierno del presidente Felipe Calderón y subsanar las viejas heridas diplomáticas de la administración foxista.
En el primer día de su visita oficial de 48 horas, el diplomático de la isla aseguró que uno de los propósitos de su viaje a tierras mexicanas tiene como objetivo “reconstruir lo que fue gravemente afectado en el pasado”.
Durante su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde fue recibido con porras y aplausos por una veintena de cubanos residentes y mexicanos simpatizantes de la Revolución cubana, Pérez Roque confirmó que actualmente se han restablecido el diálogo político y la cooperación entre los dos países.
Afirmó que una muestra de esa solidez diplomática es, además del memorando de entendimiento en materia de migración, la invitación oficial del gobierno cubano para que el presidente Calderón visite la isla en los primeros días de 2009.
Recordó que su visita a México pretende “retomar el camino que nunca debió perderse”, ya que Cuba quiere seguir siendo leal a la historia, “reconstruyendo lo que fue gravemente afectado”, en alusión al amargo episodio del “comes y te vas”, protagonizado en marzo de 2002 por el ex presidente Vicente Fox y el comandante Fidel Castro, en la Cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo, realizada en la ciudad de Monterrey.
El canciller señaló que México es un “hermano entrañable” para Cuba, pues aquí “vinieron a reponerse y tomar fuerza los revolucionarios cubanos, para también de aquí salir a liberar nuestra patria”.
Detalló que el acuerdo migratorio permitirá enfrentar con mayor fluidez el problema de los cubanos indocumentados que usan a México como trampolín para ingresar a Estados Unidos.
- Claves
Sexenio perdido
• Las relaciones México-Cuba en el gobierno de Vicente Fox terminaron deterioradas. En 2002, después de que México votó en la ONU a favor de revisar los derechos humanos en la isla, Fidel Castro rompe todo protocolo.
• En mayo de 2004, el gobierno mexicano da un plazo de 48 horas al embajador cubano,Jorge Bolaños, para abandonar el territorio nacional, y las relaciones quedan a nivel de “encargado de negocios”.
En el primer día de su visita oficial de 48 horas, el diplomático de la isla aseguró que uno de los propósitos de su viaje a tierras mexicanas tiene como objetivo “reconstruir lo que fue gravemente afectado en el pasado”.
Durante su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde fue recibido con porras y aplausos por una veintena de cubanos residentes y mexicanos simpatizantes de la Revolución cubana, Pérez Roque confirmó que actualmente se han restablecido el diálogo político y la cooperación entre los dos países.
Afirmó que una muestra de esa solidez diplomática es, además del memorando de entendimiento en materia de migración, la invitación oficial del gobierno cubano para que el presidente Calderón visite la isla en los primeros días de 2009.
Recordó que su visita a México pretende “retomar el camino que nunca debió perderse”, ya que Cuba quiere seguir siendo leal a la historia, “reconstruyendo lo que fue gravemente afectado”, en alusión al amargo episodio del “comes y te vas”, protagonizado en marzo de 2002 por el ex presidente Vicente Fox y el comandante Fidel Castro, en la Cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo, realizada en la ciudad de Monterrey.
El canciller señaló que México es un “hermano entrañable” para Cuba, pues aquí “vinieron a reponerse y tomar fuerza los revolucionarios cubanos, para también de aquí salir a liberar nuestra patria”.
Detalló que el acuerdo migratorio permitirá enfrentar con mayor fluidez el problema de los cubanos indocumentados que usan a México como trampolín para ingresar a Estados Unidos.
- Claves
Sexenio perdido
• Las relaciones México-Cuba en el gobierno de Vicente Fox terminaron deterioradas. En 2002, después de que México votó en la ONU a favor de revisar los derechos humanos en la isla, Fidel Castro rompe todo protocolo.
• En mayo de 2004, el gobierno mexicano da un plazo de 48 horas al embajador cubano,Jorge Bolaños, para abandonar el territorio nacional, y las relaciones quedan a nivel de “encargado de negocios”.
Francisco Nieto, Milenio, 20 de octubre.
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