El grupo parlamentario del PAN en el Senado recibió instrucciones para permanecer acuartelado entre el lunes y el miércoles de la próxima semana, de cara a la eventual aprobación de la iniciativa petrolera.
El jueves, durante su reunión previa a la sesión ordinaria, el vicecoordinador de la bancada, José González Morfín, pidió a los legisladores no salir del DF, aún cuando tengan pendientes en sus estados de origen.
Aunque no les ofreció detalles sobre la estrategia, advirtió a los senadores que su presencia permanente en la capital "es necesaria".
Los senadores consultados no descartaron la posibilidad de que la dictaminación en comisiones desate la resistencia civil al interior del Congreso, con nuevas acciones de protesta y, tal vez, hasta tomas de tribuna.
En este escenario, la bancada del PRD prepara su propia encerrona para el próximo martes, aunque con la conciencia de que la reforma podría representar su división definitiva.
El miércoles, el negociador Graco Ramírez expuso ante la bancada de diputados los avances de los proyectos, pero los senadores Pablo Gómez y Arturo Núñez fueron los encargados de llevar el balance de la reforma ante Andrés Manuel López Obrador, quien adelantó su negativa a construir acuerdos.
Según los legisladores del sol azteca, ante la imposibilidad de que el tabasqueño reconozca los avances logrados en a negociación de la reforma energética, existe la posibilidad de que sólo una docena de senadores apoyen el dictamen que aprobarán las comisiones.
"El 85 por ciento de nuestras propuestas han sido tomadas en cuenta, pero está muy claro que Andrés lo que no quieres es un acuerdo", señaló uno de los senadores involucrados en la negociación.
"Nos vamos a reunir, vamos a poner sobre la mesa la iniciativa de Calderón, la del PRI, la nuestra y el dictamen final, y vamos a ir punto por punto evaluando qué quedó de la del Ejecutivo, que es casi nada, y qué quedó de las aportaciones del FAP", dijo.
En este escenario, la bancada del PRI fue citada a primera hora del próximo martes para "analizar la estrategia legislativa y política" que les permitirá aprobar la reforma a Pemex con el mayor número de sus propuestas incorporadas.
Apenas el pasado miércoles, la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, se reunió con los coordinadores de su partido en el Congreso, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, así como con los senadores Francisco Labastida y Carlos Lozano, y los diputados Ascensión Orihuela y Marco Antonio Bernal.
Durante el encuentro privado, la cúpula del tricolor evaluó los avances en la negociación y, de manera particular, los acuerdos alcanzados hasta el momento con el Gobierno del Presidente Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional.
El jueves, durante su reunión previa a la sesión ordinaria, el vicecoordinador de la bancada, José González Morfín, pidió a los legisladores no salir del DF, aún cuando tengan pendientes en sus estados de origen.
Aunque no les ofreció detalles sobre la estrategia, advirtió a los senadores que su presencia permanente en la capital "es necesaria".
Los senadores consultados no descartaron la posibilidad de que la dictaminación en comisiones desate la resistencia civil al interior del Congreso, con nuevas acciones de protesta y, tal vez, hasta tomas de tribuna.
En este escenario, la bancada del PRD prepara su propia encerrona para el próximo martes, aunque con la conciencia de que la reforma podría representar su división definitiva.
El miércoles, el negociador Graco Ramírez expuso ante la bancada de diputados los avances de los proyectos, pero los senadores Pablo Gómez y Arturo Núñez fueron los encargados de llevar el balance de la reforma ante Andrés Manuel López Obrador, quien adelantó su negativa a construir acuerdos.
Según los legisladores del sol azteca, ante la imposibilidad de que el tabasqueño reconozca los avances logrados en a negociación de la reforma energética, existe la posibilidad de que sólo una docena de senadores apoyen el dictamen que aprobarán las comisiones.
"El 85 por ciento de nuestras propuestas han sido tomadas en cuenta, pero está muy claro que Andrés lo que no quieres es un acuerdo", señaló uno de los senadores involucrados en la negociación.
"Nos vamos a reunir, vamos a poner sobre la mesa la iniciativa de Calderón, la del PRI, la nuestra y el dictamen final, y vamos a ir punto por punto evaluando qué quedó de la del Ejecutivo, que es casi nada, y qué quedó de las aportaciones del FAP", dijo.
En este escenario, la bancada del PRI fue citada a primera hora del próximo martes para "analizar la estrategia legislativa y política" que les permitirá aprobar la reforma a Pemex con el mayor número de sus propuestas incorporadas.
Apenas el pasado miércoles, la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, se reunió con los coordinadores de su partido en el Congreso, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, así como con los senadores Francisco Labastida y Carlos Lozano, y los diputados Ascensión Orihuela y Marco Antonio Bernal.
Durante el encuentro privado, la cúpula del tricolor evaluó los avances en la negociación y, de manera particular, los acuerdos alcanzados hasta el momento con el Gobierno del Presidente Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional.
Claudia Guerrero y Érika Hernández, Reforma, 11 de octubre.
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