El “rechazo absoluto a cualquier forma, abierta o cubierta, de privatización” de la industria petrolera quedó suscrita en los proyectos de dictamen de la reforma energética, entregados anoche al Senado.
Los proyectos que reforman la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución garantizan “la decisión de no transferir a particulares ninguna de las actividades que hasta hoy realiza” Pemex.
Las comisiones de Estudios Legislativos y de Energía, que presiden Ricardo García Cervantes (PAN), y Francisco Labastida Ochoa (PRI), respectivamente, se reunieron ayer para discutir proyectos recibidos el jueves pasado y recibieron los textos donde están los temas más polémicos y que la próxima semana podrían ser votados en comisiones para tener ya la reforma energética, con trabajos a “marchas forzadas”, explicó anoche el priísta.
De acuerdo con fuentes legislativas, la intención del PAN es someter al pleno todo el paquete la próxima semana o la siguiente.
“Es posible modernizar a Pemex sin privatizarlo”, sostiene el proyecto de la Ley Reglamentaria del 27 constitucional.
Sin embargo, pese a la oposición del PRD, en la nueva ley de Pemex —que involucra a la actual Ley Orgánica de la paraestatal y de adquisiciones— se abre la puerta a “contratos incentivados”.
Además de ofrecer que los contratos estén siempre a disposición de la Auditoría Superior de la Federación, brazo revisor de la Cámara de Diputados, también buscan “evitar simulaciones”.
Para ello establecen candados, como no pagar nunca con hidrocarburos, sino en efectivo, de tal forma que “los contratos no concederán jamás a los terceros la posibilidad de que sean dueños de los hidrocarburos”.
En el proyecto de Ley de Pemex, los legisladores planean dejar en manos del gobierno la deuda de la paraestatal, para que genere una “estrategia de reducción gradual, en especial en materia de Pidiregas (recién anunciado por el presidente Felipe Calderón)”.
Tanto en la Ley Reglamentaria como en la Ley de Pemex se habla de que “el Ejecutivo Federal podrá constituir, por decreto, organismos descentralizados filiales de Pemex con el objeto de realizar, por cuenta de éste, los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos”.
En este aspecto, así como en el del Consejo de Administración, tampoco hay acuerdos, por lo que la redacción quedó pendiente ante las posturas irreconciliables del Frente Amplio Progresista, PAN y PRI.
Los proyectos que reforman la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución garantizan “la decisión de no transferir a particulares ninguna de las actividades que hasta hoy realiza” Pemex.
Las comisiones de Estudios Legislativos y de Energía, que presiden Ricardo García Cervantes (PAN), y Francisco Labastida Ochoa (PRI), respectivamente, se reunieron ayer para discutir proyectos recibidos el jueves pasado y recibieron los textos donde están los temas más polémicos y que la próxima semana podrían ser votados en comisiones para tener ya la reforma energética, con trabajos a “marchas forzadas”, explicó anoche el priísta.
De acuerdo con fuentes legislativas, la intención del PAN es someter al pleno todo el paquete la próxima semana o la siguiente.
“Es posible modernizar a Pemex sin privatizarlo”, sostiene el proyecto de la Ley Reglamentaria del 27 constitucional.
Sin embargo, pese a la oposición del PRD, en la nueva ley de Pemex —que involucra a la actual Ley Orgánica de la paraestatal y de adquisiciones— se abre la puerta a “contratos incentivados”.
Además de ofrecer que los contratos estén siempre a disposición de la Auditoría Superior de la Federación, brazo revisor de la Cámara de Diputados, también buscan “evitar simulaciones”.
Para ello establecen candados, como no pagar nunca con hidrocarburos, sino en efectivo, de tal forma que “los contratos no concederán jamás a los terceros la posibilidad de que sean dueños de los hidrocarburos”.
En el proyecto de Ley de Pemex, los legisladores planean dejar en manos del gobierno la deuda de la paraestatal, para que genere una “estrategia de reducción gradual, en especial en materia de Pidiregas (recién anunciado por el presidente Felipe Calderón)”.
Tanto en la Ley Reglamentaria como en la Ley de Pemex se habla de que “el Ejecutivo Federal podrá constituir, por decreto, organismos descentralizados filiales de Pemex con el objeto de realizar, por cuenta de éste, los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos”.
En este aspecto, así como en el del Consejo de Administración, tampoco hay acuerdos, por lo que la redacción quedó pendiente ante las posturas irreconciliables del Frente Amplio Progresista, PAN y PRI.
Jorge Ramos, El Universal, 12 de octubre.
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