Drogas y secuestros, preocupación genuina entre ministros de seguridad

El anuncio de un par de horas de descanso y del festín nocturno en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, fulminó el hastío desbordado por más de ocho horas de palabras y promesas.

"Habrá una cena en el Castillo", se anunció por el sonido oficial y hubo respiros profundos entre los ministros de seguridad, reunidos por primera vez para analizar el tema de la seguridad en la región.
Había sido una jornada frenética: violencia, narcotráfico, homicidios, armas, ejecuciones, corruptelas...

Por eso más de uno se relajó con la invitación a un recorrido por el Museo Nacional de Historia... y luego al Alcázar, a la cena de honor ofrecida por el Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

Desde aquella primera sesión, a las 10 de la mañana, no hubo
más inquietud que la conformación de un frente continental contra la criminalidad.

Ocho horas de propuestas, de miedos, de llamados a la unidad
que, sin embargo, al final del día no arrojó una estrategia clara.
Fueron, la mayoría, discursos repetitivos, aunque sustentados por una preocupación genuina: la droga, el secuestro...

"Falta el segundo día, ahí vendrán las conclusiones", alcanzó a susurrar el optimista José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA.

Nada nuevo... por ahora.
Lo que por la mañana había parecido un mensaje novedoso, el del presidente Felipe Calderón, con el paso del tiempo se volvió un discurso apolillado.

Calderón habló de operativos conjuntos, de la desarticulación de redes financieras del crimen organizado, de campañas en las escuelas y en las comunidades y de la depuración de cuerpos policiacos y ministerios públicos.

Como respuesta hubo ovaciones acentuadas cuando dijo que "las escaleras deben barrerse de arriba para abajo" y cuando el propio Insulza lo llamó "paradigma del esfuerzo" y le adjudicó haber colocado el tópico de la seguridad en la gente del continente.

Los ministros isleños y caribeños se abrieron paso para saludarlo, después de culminar la ceremonia de inauguración.

Loas por doquier. Fue el viceministro para Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa de Colombia, Sergio Jaramillo Caro, quien llamó al sosiego: "Lo que dijo el presidente Calderón es lo que nosotros venimos diciendo hace al menos una década".

Y tras el desencanto, se enredaron de nuevo las ideas y los acuerdos.

El encuentro no fue más que una colección de buenos deseos y de fastidio, que para ellos, los ministros, no cesó ni en las pausas para el café y que sólo encontró antídoto con la aventura en Chapultepec.

Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 8 de octubre.