En lo que va de este año han ocurrido nueve muertes y dos desapariciones de periodistas, la cifra más alta desde 2006, cuando se dieron 10 muertes e igual número de desapariciones,
Aunado a esto, las investigaciones que se llevan a cabo no son bien realizadas por las instituciones correspondientes, por lo que muchos actos quedan en la impunidad, expresó José Juan Alonso Ramírez, abogado del Programa Especial de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de la CNDH.
Al presentar los resultados de los casos de Roberto Mora, director de El Mañana; Gregorio Hernández, reportero gráfico del diario El Debate; Misael Tamayo, director del Despertar de la Costa; Amado Ramírez, reportero de Televisa, y Bradley Will, reportero y camarógrafo de medios independientes, Alonso Ramírez dijo que existían graves irregularidades en los casos de cada uno de ellos, además de que lamentó que el presidente Calderón haya rechazado la recomendación de la CNDH en el caso Brad Will, estableciendo con ello “un lamentable precedente”.
El abogado aseguró que las amenazas contra periodistas no provienen solamente de organizaciones criminales, sino también de las autoridades. Derivado de ello y para evitar represalias, dijo, algunos medios han optado por la autocensura, con lo que se afecta el derecho a la información.
Según un reporte de la CNDH, durante este año se han recibido 69 quejas por agravios contra periodistas, con las cuales suman un total de 689 desde 1991.
La Comisión señaló que el grave problema en que se ha convertido este tema es producto de la crisis estructural en que se encuentra la procuración de justicia en nuestro país, por lo que se debe exigir a las autoridades mantener “la apertura informativa y erradicar las agresiones”.
Aunado a esto, las investigaciones que se llevan a cabo no son bien realizadas por las instituciones correspondientes, por lo que muchos actos quedan en la impunidad, expresó José Juan Alonso Ramírez, abogado del Programa Especial de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de la CNDH.
Al presentar los resultados de los casos de Roberto Mora, director de El Mañana; Gregorio Hernández, reportero gráfico del diario El Debate; Misael Tamayo, director del Despertar de la Costa; Amado Ramírez, reportero de Televisa, y Bradley Will, reportero y camarógrafo de medios independientes, Alonso Ramírez dijo que existían graves irregularidades en los casos de cada uno de ellos, además de que lamentó que el presidente Calderón haya rechazado la recomendación de la CNDH en el caso Brad Will, estableciendo con ello “un lamentable precedente”.
El abogado aseguró que las amenazas contra periodistas no provienen solamente de organizaciones criminales, sino también de las autoridades. Derivado de ello y para evitar represalias, dijo, algunos medios han optado por la autocensura, con lo que se afecta el derecho a la información.
Según un reporte de la CNDH, durante este año se han recibido 69 quejas por agravios contra periodistas, con las cuales suman un total de 689 desde 1991.
La Comisión señaló que el grave problema en que se ha convertido este tema es producto de la crisis estructural en que se encuentra la procuración de justicia en nuestro país, por lo que se debe exigir a las autoridades mantener “la apertura informativa y erradicar las agresiones”.
Mauricio Orozco, Milenio, 25 de octubre.
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