México logró detener desde inicio de 2008 el avance de la iniciativa del presidente Hugo Chávez llamada Misión Milagro, programa social que llevó a 509 mexicanos a Venezuela a operarse gratuitamente enfermedades de los ojos como cataratas.
El gobierno federal impidió que se continuara esta colaboración con ciertos municipios, con el argumento de que los aviones procedentes de Caracas debían de registrarse como una aerolínea comercial y pasar todos las medidas de seguridad para aterrizar en México y no internarse con permisos extraordinarios como lo hicieron en diferentes ocasiones.
Así se lo hizo saber la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de notas diplomáticas, al gobierno de Venezuela. Al mismo tiempo, la Secretaría de Salud impulsó el Programa Nacional de Cirugía de Cataratas en agosto del año pasado, a fin de contrarrestar con ello el déficit que cubría Venezuela en este mal de la vista. De acuerdo con información de la SSa de enero a julio de 2008, 20 mil 629 mexicanos han sido operados de cataratas dentro del Seguro Popular.
En 2007, de acuerdo con los análisis de la Secretaría de Relaciones Exteriores y como parte de la normalización de las relaciones diplomáticas, la Misión Milagro debía avanzar del grado de asistencialismo que Venezuela proporcionaba a México, a un esquema de cooperación bilateral entre gobiernos, donde también la administración de Felipe Calderón enviaría misiones sociales a ese país sudamericano. Sin embargo, la cooperación bilateral de Misión Milagro quedó congelada.
La página oficial de la Misión Milagro en su sección internacional detalla que han llevado a cabo 39 mil 519 operaciones de enero de junio de 2008, pero ninguno de ellos es mexicano.
Adolfo Llubere, secretario de Desarrollo Social de la delegación Tlalpan, donde 180 personas se beneficiaron con la Misión Milagro en 2007, comenta: “Hubo un problema con lo de las aeronaves, que más bien tiene que ver, desde mi punto de vista, con un problema político. ¿Cómo aceptar que un gobierno extranjero opere a connacionales?”.
El gobierno federal impidió que se continuara esta colaboración con ciertos municipios, con el argumento de que los aviones procedentes de Caracas debían de registrarse como una aerolínea comercial y pasar todos las medidas de seguridad para aterrizar en México y no internarse con permisos extraordinarios como lo hicieron en diferentes ocasiones.
Así se lo hizo saber la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de notas diplomáticas, al gobierno de Venezuela. Al mismo tiempo, la Secretaría de Salud impulsó el Programa Nacional de Cirugía de Cataratas en agosto del año pasado, a fin de contrarrestar con ello el déficit que cubría Venezuela en este mal de la vista. De acuerdo con información de la SSa de enero a julio de 2008, 20 mil 629 mexicanos han sido operados de cataratas dentro del Seguro Popular.
En 2007, de acuerdo con los análisis de la Secretaría de Relaciones Exteriores y como parte de la normalización de las relaciones diplomáticas, la Misión Milagro debía avanzar del grado de asistencialismo que Venezuela proporcionaba a México, a un esquema de cooperación bilateral entre gobiernos, donde también la administración de Felipe Calderón enviaría misiones sociales a ese país sudamericano. Sin embargo, la cooperación bilateral de Misión Milagro quedó congelada.
La página oficial de la Misión Milagro en su sección internacional detalla que han llevado a cabo 39 mil 519 operaciones de enero de junio de 2008, pero ninguno de ellos es mexicano.
Adolfo Llubere, secretario de Desarrollo Social de la delegación Tlalpan, donde 180 personas se beneficiaron con la Misión Milagro en 2007, comenta: “Hubo un problema con lo de las aeronaves, que más bien tiene que ver, desde mi punto de vista, con un problema político. ¿Cómo aceptar que un gobierno extranjero opere a connacionales?”.
Natalia Gómez Quintero, El Universal, 20 de octubre.
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