Indocumentada inicia ayuno

CHICAGO (EFE).— La indocumentada mexicana Flor Crisóstomo, refugiada desde hace ocho meses en una iglesia de Chicago para evitar una orden de deportación, inició ayer un ayuno para llamar la atención sobre la necesidad de una reforma migratoria integral en Estados Unidos.
“Tengo fe en que todo se va a arreglar, pero tenemos que mantener la presión”, dijo Crisóstomo. “Queremos el fin de las redadas, una vida digna y el derecho a trabajar en paz”, sostuvo.

Esta mujer de 29 años y madre de tres hijos que viven con sus abuelos en México decidió el 28 de enero pasado seguir los pasos de Elvira Arellano, otra indocumentada mexicana, y buscó refugio en la misma iglesia metodista del norte de Chicago en la que un día estuvo su compatriota.

Sin embargo, su caso no ha tenido la misma repercusión mediática que el de Arellano, quien estuvo refugiada un año y después abandonó Chicago rumbo a Los Ángeles, donde fue detenida por agentes de inmigración y deportada a México.

Crisóstomo llegó a Chicago en 2000 y trabajó indocumentada hasta abril de 2006, cuando junto a otros 25 inmigrantes mexicanos fue detenida en la planta de la recicladora de madera IFCO.

La activista reclama la atención de los candidatos a la Presidencia de EU, Barack Obama y John McCain, sobre el problema migratorio, aunque sabe “que están ocupados por la crisis financiera”. A su juicio, Obama y McCain “tienen que ser sensibles y escuchar el reclamo de 12 millones de indocumentados”.

El Universal, 2 de octubre.




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