La utilización de una página de Internet como medio para suscitar adhesiones en una campaña “sirve poco”, aseguró el doctor en Sociología Raúl Trejo Delarbre, quien aseguró que además la web no se usa como espacio de debate.
Entrevistado por Notimex, el especialista comentó que a los partidos políticos en México les suscita mucha inquietud, aprehensión o temor la posibilidad de que la gente discuta a través de Internet.
Sostuvo que la red puede ser una herramienta de proselitismo, pero acotada por dos circunstancias: la primera de las cuales es la brecha digital que implica que apenas uno de cada cinco mexicanos en promedio tenga acceso a Internet.
En segundo lugar, comentó, en el mundo existen estudios muy sofisticados desde hace una década que demuestran que la mayoría de quienes miran un sitio de Internet con información política ya tienen una opinión definida y comentó que en el caso de EU es muy interesante pues Internet -a través del correo electrónico- sirve ahora para “cosechar” donaciones.
La red, un espejo autorreferencial
El también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales expuso que en México Internet sirve como una especie de espejo autorreferencial de los partidos.
Comentó entonces que el portal del PRI está lleno de parafernalia tecnológica, además de que es “muy hueca en términos de contenido; casi la de todos los partidos lo es”; en tanto que la del PRD “es muy pobre en información”, está “muy metida” en la discusión interna del partido “y pensando poco en los usuarios de afuera”.
En tanto, mencionó que la del Partido Acción Nacional (PAN) está “en una situación intermedia” y lo atribuyó a que quizá porque la clientela de ese partido está en los sectores de la sociedad que tienen más acceso a consultas en la red.
Además, añadió que hay muchos candidatos, senadores o legisladores que tienen sus sitios en la red, pero los usan de manera ingenua, “como un álbum familiar” para mostrarse a sus amigos y familia.
Negó que la red sea una buena vía para llegar al pueblo o a la colonia popular, porque en éstas “no hay Internet, y si hay, una pequeñísima proporción tendría el ocio, interés, curiosidad y abnegación para asomarse a la página de un partido”.
Entrevistado por Notimex, el especialista comentó que a los partidos políticos en México les suscita mucha inquietud, aprehensión o temor la posibilidad de que la gente discuta a través de Internet.
Sostuvo que la red puede ser una herramienta de proselitismo, pero acotada por dos circunstancias: la primera de las cuales es la brecha digital que implica que apenas uno de cada cinco mexicanos en promedio tenga acceso a Internet.
En segundo lugar, comentó, en el mundo existen estudios muy sofisticados desde hace una década que demuestran que la mayoría de quienes miran un sitio de Internet con información política ya tienen una opinión definida y comentó que en el caso de EU es muy interesante pues Internet -a través del correo electrónico- sirve ahora para “cosechar” donaciones.
La red, un espejo autorreferencial
El también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales expuso que en México Internet sirve como una especie de espejo autorreferencial de los partidos.
Comentó entonces que el portal del PRI está lleno de parafernalia tecnológica, además de que es “muy hueca en términos de contenido; casi la de todos los partidos lo es”; en tanto que la del PRD “es muy pobre en información”, está “muy metida” en la discusión interna del partido “y pensando poco en los usuarios de afuera”.
En tanto, mencionó que la del Partido Acción Nacional (PAN) está “en una situación intermedia” y lo atribuyó a que quizá porque la clientela de ese partido está en los sectores de la sociedad que tienen más acceso a consultas en la red.
Además, añadió que hay muchos candidatos, senadores o legisladores que tienen sus sitios en la red, pero los usan de manera ingenua, “como un álbum familiar” para mostrarse a sus amigos y familia.
Negó que la red sea una buena vía para llegar al pueblo o a la colonia popular, porque en éstas “no hay Internet, y si hay, una pequeñísima proporción tendría el ocio, interés, curiosidad y abnegación para asomarse a la página de un partido”.
Notimex, EL Economista, 21 de octubre.
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