En esta tierra de contrastes, la iglesia católica y en especial la Congregación de los Legionarios de Cristo, ha rebasado a las autoridades del gobierno federal, panista, al de Quintana Roo, priista, y al del municipio de Benito Juárez, perredista, en el combate a la pobreza.
Los misioneros y sacerdotes incursionan constantemene en los asentamientos irregulares que crecen sin control en la periferia de Cancún, compuestos en su mayoría por migrantes de Tabasco, Chiapas y Centroamérica, quienes buscan contratarse en hoteles o plazas comerciales.
Según el obispo prelado de Cancún-Chetumal, Pablo Pedro Elizondo, entre el 50 y 60 por ciento de la población de Cancún carece de servicios públicos como agua potable, drenaje y electricidad.
Sostiene que las redes que ha tejido la iglesia a través de sacerdotes, organizaciones de apoyo social como "Cáritas" y apostolados --laicos que apoyan las labores de evangelización-- llegan a todos los rincones de estos sectores marginados de lo que es el otro Cancún.
Es cuidadoso y prefiere no reconocer que la iglesia ha rebasado al gobierno de los tres niveles y solo acepta que cuando el huracán Vilma pegó en Cancún, "sí los rebasamos".
Explica que había que repartir mil 800 toneladas de ayuda y los Legionarios de Cristo tenían los canales adecuados para hacerlo.
A iniciativa de la Universidad Anáhuac, dice, enviaron ayuda cerca de 72 instituciones de educación superior enviaron decenas de trailers de ayuda para los damnificados.
En las obras de lo que sera la Catedral de Cancún, el prelado asegura que los Legionarios de Cristo realizan labor social en las zonas marginadas para contribuir a combatir la pobreza, pero sin ningún interés electoral, como el que si tienen en ocasiones las autoridades.
El obispo Pablo Pedro menciona que hay un "crecimiento desmesurado, loco, acelerado", de los asentamientos irregulares en Cancún, lo que hace imposible que el municipio los dote de servicios.
Refiere que en Cancún hay 100 mil albañiles que son originarios de otros estados o de Centroamérica, y se desplazan a este puerto para buscar trabajo en las obras de grandes hoteles que aún están en construcción.
Esta migración ha contribuido a que existan tantos asentamientos irregulares, aunque también es necesario reconocer que hay asentamiento que están en esa situación desde hace más de 20 años y las autoridades no hacen nada por remediarlo.
Los misioneros y sacerdotes incursionan constantemene en los asentamientos irregulares que crecen sin control en la periferia de Cancún, compuestos en su mayoría por migrantes de Tabasco, Chiapas y Centroamérica, quienes buscan contratarse en hoteles o plazas comerciales.
Según el obispo prelado de Cancún-Chetumal, Pablo Pedro Elizondo, entre el 50 y 60 por ciento de la población de Cancún carece de servicios públicos como agua potable, drenaje y electricidad.
Sostiene que las redes que ha tejido la iglesia a través de sacerdotes, organizaciones de apoyo social como "Cáritas" y apostolados --laicos que apoyan las labores de evangelización-- llegan a todos los rincones de estos sectores marginados de lo que es el otro Cancún.
Es cuidadoso y prefiere no reconocer que la iglesia ha rebasado al gobierno de los tres niveles y solo acepta que cuando el huracán Vilma pegó en Cancún, "sí los rebasamos".
Explica que había que repartir mil 800 toneladas de ayuda y los Legionarios de Cristo tenían los canales adecuados para hacerlo.
A iniciativa de la Universidad Anáhuac, dice, enviaron ayuda cerca de 72 instituciones de educación superior enviaron decenas de trailers de ayuda para los damnificados.
En las obras de lo que sera la Catedral de Cancún, el prelado asegura que los Legionarios de Cristo realizan labor social en las zonas marginadas para contribuir a combatir la pobreza, pero sin ningún interés electoral, como el que si tienen en ocasiones las autoridades.
El obispo Pablo Pedro menciona que hay un "crecimiento desmesurado, loco, acelerado", de los asentamientos irregulares en Cancún, lo que hace imposible que el municipio los dote de servicios.
Refiere que en Cancún hay 100 mil albañiles que son originarios de otros estados o de Centroamérica, y se desplazan a este puerto para buscar trabajo en las obras de grandes hoteles que aún están en construcción.
Esta migración ha contribuido a que existan tantos asentamientos irregulares, aunque también es necesario reconocer que hay asentamiento que están en esa situación desde hace más de 20 años y las autoridades no hacen nada por remediarlo.
José Contreras en Cancún, Crónica, 5 de octubre.
1 comentarios:
Que interesante nota, sobre todo para quienes no conocen de la labor que desarrollan no solo en Cancún, sino en toda la zona Maya incluyendo la llamada Riviera Maya y también para quienes consideran al Caribe Mexicano como un paraíso, ¿para quien?
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