La desaceleración económica de Estados Unidos, la falta de empleo, la inseguridad y la migración de familias completas hacia el vecino país han provocado la considerable baja que se registra en las remesas que son recibidas en México, sostiene Gabriel González-König, investigador del Colegio de la Frontera Norte.
En lo que va del año, México ha recibido 408.5 millones de dólares menos que en el mismo periodo de 2007, hecho que representa una reducción del 2.1 por ciento. El mes de agosto resultó con una baja de 12 por ciento.
"A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la frontera se ha vuelto mucho más difícil de cruzar para los migrantes. Esto ha provocado que nuevos migrantes hayan dejado de ser circulares o temporales y sean permanentes.
"Los migrantes que ya están dispuestos a quedarse en EU han migrado cada vez más con sus familias o pagan para que las familias vayan a EU. Esto ha provocado que haya menos personas a quienes apoyar mediante las remesas, por lo que es de esperarse una disminución", señala el especialista en el estudio Reducción de las Remesas: posibles causas.
Indica que la desaceleración económica es el principal factor en la disminución en el envío de remesas a México.
"Hay mucha incertidumbre en Estados Unidos, los migrantes no saben si van a tener empleo o no, tienen que ahorrar y tratar de no gastar.
"Lo más seguro es que se queden allá, porque ahora es más caro y más difícil pasar; puede ser que tengan más intenciones de regresar a México, pero será hasta después, si ya llevan 5 o 6 meses sin trabajo y no tienen esperanza de salir adelante", precisa González-Köing en entrevista.
Debido a la crisis financiera, México podría terminar el año con una reducción de 8 por ciento en el envío de remesas, que representan aproximadamente mil 300 millones de dólares que dejarían entrar al país.
La menor entrada de recursos, detalla, implica no sólo que la gente deje de recibir más ingresos, sino que todos los sectores relacionados con la compra de insumos y servicios para esas familias tendrá también una caída.
Aunque las dos principales razones por las que un migrante envía dinero a su familia en México son el altruismo y la inversión para la educación de los hijos, versa el estudio, la construcción de casas en las comunidades será el primer sector que resienta la menor entrada de recursos.
La inseguridad en México es también otro factor que inhibe el envío de dinero. Una cuestión tan básica como recoger el dinero en un punto determinado se ha convertido en un reto para las familias, afirma el investigador.
Resienten la recesión
El presidente del Consejo Mexicano de la Bahía de Tampa, Estados Unidos, Leonardo Rodríguez Dañú, advirtió que muchos negocios de los paisanos que residen allá han cerrado a causa de la crisis económica.
Además sostuvo que ha disminuido drásticamente el empleo para los ilegales, no sólo en esa región, sino en toda la Unión Americana.
En entrevista telefónica, Rodríguez Dañú señaló que hasta hace unos cinco años esta agrupación tenía un registro de 40 mil hidalguenses, pero por las deportaciones masivas, la ola de violencia y el racismo que se desató a partir del 11 de septiembre de 2001, el número de afiliados bajó a 12 mil.
En lo que va del año, México ha recibido 408.5 millones de dólares menos que en el mismo periodo de 2007, hecho que representa una reducción del 2.1 por ciento. El mes de agosto resultó con una baja de 12 por ciento.
"A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la frontera se ha vuelto mucho más difícil de cruzar para los migrantes. Esto ha provocado que nuevos migrantes hayan dejado de ser circulares o temporales y sean permanentes.
"Los migrantes que ya están dispuestos a quedarse en EU han migrado cada vez más con sus familias o pagan para que las familias vayan a EU. Esto ha provocado que haya menos personas a quienes apoyar mediante las remesas, por lo que es de esperarse una disminución", señala el especialista en el estudio Reducción de las Remesas: posibles causas.
Indica que la desaceleración económica es el principal factor en la disminución en el envío de remesas a México.
"Hay mucha incertidumbre en Estados Unidos, los migrantes no saben si van a tener empleo o no, tienen que ahorrar y tratar de no gastar.
"Lo más seguro es que se queden allá, porque ahora es más caro y más difícil pasar; puede ser que tengan más intenciones de regresar a México, pero será hasta después, si ya llevan 5 o 6 meses sin trabajo y no tienen esperanza de salir adelante", precisa González-Köing en entrevista.
Debido a la crisis financiera, México podría terminar el año con una reducción de 8 por ciento en el envío de remesas, que representan aproximadamente mil 300 millones de dólares que dejarían entrar al país.
La menor entrada de recursos, detalla, implica no sólo que la gente deje de recibir más ingresos, sino que todos los sectores relacionados con la compra de insumos y servicios para esas familias tendrá también una caída.
Aunque las dos principales razones por las que un migrante envía dinero a su familia en México son el altruismo y la inversión para la educación de los hijos, versa el estudio, la construcción de casas en las comunidades será el primer sector que resienta la menor entrada de recursos.
La inseguridad en México es también otro factor que inhibe el envío de dinero. Una cuestión tan básica como recoger el dinero en un punto determinado se ha convertido en un reto para las familias, afirma el investigador.
Resienten la recesión
El presidente del Consejo Mexicano de la Bahía de Tampa, Estados Unidos, Leonardo Rodríguez Dañú, advirtió que muchos negocios de los paisanos que residen allá han cerrado a causa de la crisis económica.
Además sostuvo que ha disminuido drásticamente el empleo para los ilegales, no sólo en esa región, sino en toda la Unión Americana.
En entrevista telefónica, Rodríguez Dañú señaló que hasta hace unos cinco años esta agrupación tenía un registro de 40 mil hidalguenses, pero por las deportaciones masivas, la ola de violencia y el racismo que se desató a partir del 11 de septiembre de 2001, el número de afiliados bajó a 12 mil.
Imelda García, Reforma, 5 de octubre.
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