La caída en el envío de remesas afecta principalmente a 17 estados del país, cuyos migrantes han sido más vulnerables a la crisis económica que vive Estados Unidos, indicó Raúl Delgado, académico de la Unidad de Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
El especialista atribuyó el descenso en el flujo de remesas a que la mayoría de los mexicanos en EU se emplean en el sector de la construcción, que ha sido el más afectado por la crisis.
Además, señaló en entrevista, obedece al cambio del perfil migratorio, ya que el trabajador no regresa a México cíclicamente sino que se queda a residir en Estados Unidos, y al mismo tiempo se registra un proceso de despoblamiento en muchas comunidades, al mudarse a ese país familias enteras, con lo que ya no hay a quién enviarle el dinero.
Las entidades con mayores pérdidas de remesas, detalló, tienen un perfil mixto, pues hay desde las tradicionalmente expulsoras y las que recientemente se han integrado al fenómeno.
Por orden de afectación, Delgado enlista a Hidalgo y Jalisco, que entre 2007 y 2008 han perdido más del 50 por ciento de sus remesas, y el Distrito Federal, con una caída del 40 por ciento, seguidos de Chiapas, Aguascalientes, el Estado de México, Veracruz, Guanajuato, Querétaro, Michoacán, Colima, Sinaloa, Tabasco, Oaxaca, Campeche, Sonora y Yucatán.
Estos últimos, apunta, tuvieron caídas menores al 10 por ciento.
Según el especialista, para algunos estados la caída impactará en sus finanzas internas. Es el caso de Michoacán, en donde las remesas representan el 16 por ciento del PIB.
En contraste, Puebla, Guerrero y Chihuahua, incrementaron en dicho periodo la cantidad de remesas recibidas.
En el caso de Zacatecas, San Luis Potosí y Durango, otros dos estados con añeja tradición migratoria, si bien no presentaron ningún aumento, tampoco registraron una reducción en los envíos.
"Yo atribuyo el caso de Zacatecas quizá a la larga tradición migratoria, pero sobre todo a que han logrado posiciones en el mercado laboral plurales y no laboran tanto en la construcción", explicó.
El especialista atribuyó el descenso en el flujo de remesas a que la mayoría de los mexicanos en EU se emplean en el sector de la construcción, que ha sido el más afectado por la crisis.
Además, señaló en entrevista, obedece al cambio del perfil migratorio, ya que el trabajador no regresa a México cíclicamente sino que se queda a residir en Estados Unidos, y al mismo tiempo se registra un proceso de despoblamiento en muchas comunidades, al mudarse a ese país familias enteras, con lo que ya no hay a quién enviarle el dinero.
Las entidades con mayores pérdidas de remesas, detalló, tienen un perfil mixto, pues hay desde las tradicionalmente expulsoras y las que recientemente se han integrado al fenómeno.
Por orden de afectación, Delgado enlista a Hidalgo y Jalisco, que entre 2007 y 2008 han perdido más del 50 por ciento de sus remesas, y el Distrito Federal, con una caída del 40 por ciento, seguidos de Chiapas, Aguascalientes, el Estado de México, Veracruz, Guanajuato, Querétaro, Michoacán, Colima, Sinaloa, Tabasco, Oaxaca, Campeche, Sonora y Yucatán.
Estos últimos, apunta, tuvieron caídas menores al 10 por ciento.
Según el especialista, para algunos estados la caída impactará en sus finanzas internas. Es el caso de Michoacán, en donde las remesas representan el 16 por ciento del PIB.
En contraste, Puebla, Guerrero y Chihuahua, incrementaron en dicho periodo la cantidad de remesas recibidas.
En el caso de Zacatecas, San Luis Potosí y Durango, otros dos estados con añeja tradición migratoria, si bien no presentaron ningún aumento, tampoco registraron una reducción en los envíos.
"Yo atribuyo el caso de Zacatecas quizá a la larga tradición migratoria, pero sobre todo a que han logrado posiciones en el mercado laboral plurales y no laboran tanto en la construcción", explicó.
Margarita Vega, Reforma, 2 de octubre.
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