BOGOTÁ.- En medio del rezago histórico que los han aquejado, bajo el Gobierno del Presidente Álvaro Uribe los indígenas colombianos acumulan una serie de reclamos que los llevó a movilizarse para reivindicar sus derechos.
Procedentes del departamento del Cauca y con la adhesión de varias etnias, unos 40 mil indígenas llegaron ayer a la suroccidental ciudad de Cali, donde hoy tienen previsto reunirse con Uribe para plantearle sus reclamos.
En este Gobierno hay un retroceso en los derechos de los pueblos indígenas, dijo a REFORMA Germán Casama, líder embera de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Casama recordó que en la reforma de 1991 los indígenas lograron plasmar en la Constitución reivindicaciones como el reconocimiento de sus territorios bajo jurisdicción especial, la sana explotación de los recursos naturales y otras conquistas en educación y salud.
Pero en su opinión, el Gobierno ha frenado la ampliación de resguardos indígenas, que se están quedando pequeños para la población.
También denunció que el Gobierno ignora el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que obliga a los Estados firmantes a evaluar, de la mano de las comunidades, el impacto de proyectos de desarrollo en sus territorios.
Su testimonio coincide con el de Marlit Pufcuf, consejera del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), organización que junto con la ONIC encabeza las movilizaciones.
En los territorios indígenas hay invasión de la fuerza pública y de multinacionales que están llegando sin una consulta previa, a la cual tenemos derecho; comienza a haber desplazamiento de nuestras comunidades, expuso Pufcuf.
Casama advierte que el Gobierno desconoce la autonomía de las autoridades autóctonas en sus territorios.
Los indígenas denuncian que son todavía víctimas de la violencia, lo que incluye amenazas, desapariciones, asesinatos selectivos y desplazamiento forzado, muchas veces por los mismos choques entre la fuerza pública y grupos armados como la guerrilla.
Y que pese a la desmovilización masiva de los paramilitares siguen siendo acosados por nuevas bandas armadas, muchas ligadas al narcotráfico.
El conflicto aún sigue vivo. En lo que va del Gobierno (comenzó en 2002), llevamos mil 256 indígenas asesinados. A muchos nos ha tocado desplazarnos de nuestros territorios y eso ha generado desnutrición, refirió Casama. El Gobierno no ha adoptado una política seria frente a las poblaciones indígenas. Todo eso es un solo problema que nos llevó a movilizarnos, englobó el dirigente.
A estas dificultades se suma una discriminación secular. Pese a que somos reconocidos en la Constitución y hablamos de un Estado pluricultural, nos sentimos discriminados. Y con las autoridades hemos tenido mucha dificultad, lamentó Pufcuf.
El Gobierno defiende, entre otros logros, que el asesinato de indígenas ha disminuido y que la cobertura en educación y salud ha aumentado.
El 'pliego de Cali'
Entre las exigencias que los indígenas plantean hoy en su reunión con el Presidente Álvaro Uribe, destacan:
· Cese de la violación de sus derechos.
· Cese de la ocupación territorial.
· Entrega de tierras para desarrollo (unas 200 mil hectáreas).
· Adoptar la declaración de la ONU sobre derechos de los pueblos indígenas.
· La derogatoria de normas, como el estatuto de desarrollo rural, que llaman legislación de despojo.
· Una salida pacífica al conflicto colombiano.
· El resarcimiento de su "buen nombre", ya que Uribe los ligó con la guerrilla de las FARC, algo que ellos niegan.
Procedentes del departamento del Cauca y con la adhesión de varias etnias, unos 40 mil indígenas llegaron ayer a la suroccidental ciudad de Cali, donde hoy tienen previsto reunirse con Uribe para plantearle sus reclamos.
En este Gobierno hay un retroceso en los derechos de los pueblos indígenas, dijo a REFORMA Germán Casama, líder embera de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Casama recordó que en la reforma de 1991 los indígenas lograron plasmar en la Constitución reivindicaciones como el reconocimiento de sus territorios bajo jurisdicción especial, la sana explotación de los recursos naturales y otras conquistas en educación y salud.
Pero en su opinión, el Gobierno ha frenado la ampliación de resguardos indígenas, que se están quedando pequeños para la población.
También denunció que el Gobierno ignora el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que obliga a los Estados firmantes a evaluar, de la mano de las comunidades, el impacto de proyectos de desarrollo en sus territorios.
Su testimonio coincide con el de Marlit Pufcuf, consejera del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), organización que junto con la ONIC encabeza las movilizaciones.
En los territorios indígenas hay invasión de la fuerza pública y de multinacionales que están llegando sin una consulta previa, a la cual tenemos derecho; comienza a haber desplazamiento de nuestras comunidades, expuso Pufcuf.
Casama advierte que el Gobierno desconoce la autonomía de las autoridades autóctonas en sus territorios.
Los indígenas denuncian que son todavía víctimas de la violencia, lo que incluye amenazas, desapariciones, asesinatos selectivos y desplazamiento forzado, muchas veces por los mismos choques entre la fuerza pública y grupos armados como la guerrilla.
Y que pese a la desmovilización masiva de los paramilitares siguen siendo acosados por nuevas bandas armadas, muchas ligadas al narcotráfico.
El conflicto aún sigue vivo. En lo que va del Gobierno (comenzó en 2002), llevamos mil 256 indígenas asesinados. A muchos nos ha tocado desplazarnos de nuestros territorios y eso ha generado desnutrición, refirió Casama. El Gobierno no ha adoptado una política seria frente a las poblaciones indígenas. Todo eso es un solo problema que nos llevó a movilizarnos, englobó el dirigente.
A estas dificultades se suma una discriminación secular. Pese a que somos reconocidos en la Constitución y hablamos de un Estado pluricultural, nos sentimos discriminados. Y con las autoridades hemos tenido mucha dificultad, lamentó Pufcuf.
El Gobierno defiende, entre otros logros, que el asesinato de indígenas ha disminuido y que la cobertura en educación y salud ha aumentado.
El 'pliego de Cali'
Entre las exigencias que los indígenas plantean hoy en su reunión con el Presidente Álvaro Uribe, destacan:
· Cese de la violación de sus derechos.
· Cese de la ocupación territorial.
· Entrega de tierras para desarrollo (unas 200 mil hectáreas).
· Adoptar la declaración de la ONU sobre derechos de los pueblos indígenas.
· La derogatoria de normas, como el estatuto de desarrollo rural, que llaman legislación de despojo.
· Una salida pacífica al conflicto colombiano.
· El resarcimiento de su "buen nombre", ya que Uribe los ligó con la guerrilla de las FARC, algo que ellos niegan.
Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 26 de octubre.
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