El Senado canceló en comisiones la posibilidad de que la refinación, transportación, almacenamiento se entregue a contratistas privados —como lo proponía el Ejecutivo en su iniciativa— al negarse el PRI a aceptar el apoyo de Acción Nacional para crear empresas filiales en esos rubros, a cambio de fondear éstas con capital privado.
En la sesión de ayer, las comisiones dictaminadoras debatieron los puntos más polémicos de esta reforma, como son la operación de Pemex con sus subsidiarias, la integración del Consejo de Administración y el tema de contratos.
Durante el fin de semana, cada partido tuvo acercamientos bilaterales y ayer el PRD presumió que había logrado romper el bloque PRI-PAN, al convencer al partido en el gobierno de apoyar varios cambios a los anteproyectos. El perredista Graco Ramírez afirmó que hay un distanciamiento entre esas bancadas “y quien afirme lo contrario miente”.
Cuando se le preguntó si el PRD está satisfecho con lo que se ha logrado en la reforma, el negociador por este partido resumió: “por supuesto, hemos logrado quitar la refinación, ductos, almacenamiento, eso ya se cayó, hemos coincidido con el PRI. Nos faltan los contratos y que nos aprueben el decreto de planeación para 10 años, verificable cado año”, estableció el perredista.
Durante la sesión de este lunes las comisiones dictaminadoras revisaron los anteproyectos de Ley Reglamentaria al artículo 27 constitucional, la Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión Reguladora de Energía, sin que se tenga fecha para comenzar la votación de los dictámenes finales.
El priista Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía, dijo que se puede votar alguno, pero debe haber acuerdo total en éste.
Al revisar la Reglamentaria al 27 constitucional, el perredista Pablo Gómez ratificó su oposición a la existencia de las empresas subsidiarias, pero aceptó que de existir por decisión del Consejo de Administración, deben se ratificadas por el Senado.
El panista Rubén Camarillo ofreció a los priistas apoyar la creación de sus empresas filiales, pero integradas con capital social de las Afores y otras sociedades de inversión, para constituir “sociedades filiales” que presten los servicios de refinación, almacenamiento, transportación y distribución.
“Tengo la impresión de que se ha puesto una zanahoria de por medio para convencer al PRI”, terció Ramírez, mientras Arturo Núñez pidió al priismo una definición.
Labastida respondió con un rechazo. Dijo estar de acuerdo con que las subsidiarias sean ratificadas por el Senado, pero admitió públicamente que el PRI no tiene la votación suficiente para sacar adelante su proyecto de crear empresas estratégicas o filiales.
“Nosotros hemos dicho que si no logramos mayoría en estas reuniones de las comisiones unidas, y eso quiere decir que dos partidos respalden la propuesta, nosotros no insistiríamos en que quedara en el dictamen, porque obviamente tenemos perdida la votación, para ser más claro. Si no hay otro partido que respalde la propuesta, no insistiremos en incluir un artículo que sabemos va a estar perdida la votación”.
Luego, el perredista Ramírez demandó fijar en la reglamentaria y no en la Ley del Petróleo la obligación de que toda controversia legal se dirima en tribunales nacionales.
Durante la sesión vespertina los senadores abordaron el tema de los contratos y la integración del Consejo de Pemex.
Gómez y Tomás Torres cuestionaron la injerencia política que tiene el sindicato en las votaciones, aun cuando la ley prohíbe conflictos de interés. Gómez preguntó si no hay conflicto cuando el sindicato negocia su contrato laboral e hizo notar que los votos sindicales podrían afectar a los que emitan los nuevos cuatro consejeros independientes.
En el tema de contratos, Ramírez insistió en que debe modificarse la redacción de las fracciones IV y V del artículo 56 de la Ley Orgánica de Pemex, que regula las excepciones a la licitación en casos de desastres o innovación tecnológica, para suprimir la adjudicación directa y la invitación restringida.
También planteó que se impida a la misma empresa realizar tareas de exploración y explotación al mismo tiempo, en bloques y sólo se le permita una de las dos tareas.
Claves
Las posturas
El 8 de abril, el presidente Felipe Calderón propuso que la inversión privada pudiera construir y quedarse con refinerías, ductos y almacenamiento que hoy opera Pemex a través de cuatro subsidiarias
El FAP planteó que Pemex se mantenga como una empresa única sin empresas paralelas. A su vez, el PRI impulsó la creación de empresas estratégicas para refinación ductos y almacenamiento, que opere sólo con recursos del Estado y que pudiera contratar servicios con privados
En la sesión de ayer, las comisiones dictaminadoras debatieron los puntos más polémicos de esta reforma, como son la operación de Pemex con sus subsidiarias, la integración del Consejo de Administración y el tema de contratos.
Durante el fin de semana, cada partido tuvo acercamientos bilaterales y ayer el PRD presumió que había logrado romper el bloque PRI-PAN, al convencer al partido en el gobierno de apoyar varios cambios a los anteproyectos. El perredista Graco Ramírez afirmó que hay un distanciamiento entre esas bancadas “y quien afirme lo contrario miente”.
Cuando se le preguntó si el PRD está satisfecho con lo que se ha logrado en la reforma, el negociador por este partido resumió: “por supuesto, hemos logrado quitar la refinación, ductos, almacenamiento, eso ya se cayó, hemos coincidido con el PRI. Nos faltan los contratos y que nos aprueben el decreto de planeación para 10 años, verificable cado año”, estableció el perredista.
Durante la sesión de este lunes las comisiones dictaminadoras revisaron los anteproyectos de Ley Reglamentaria al artículo 27 constitucional, la Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión Reguladora de Energía, sin que se tenga fecha para comenzar la votación de los dictámenes finales.
El priista Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía, dijo que se puede votar alguno, pero debe haber acuerdo total en éste.
Al revisar la Reglamentaria al 27 constitucional, el perredista Pablo Gómez ratificó su oposición a la existencia de las empresas subsidiarias, pero aceptó que de existir por decisión del Consejo de Administración, deben se ratificadas por el Senado.
El panista Rubén Camarillo ofreció a los priistas apoyar la creación de sus empresas filiales, pero integradas con capital social de las Afores y otras sociedades de inversión, para constituir “sociedades filiales” que presten los servicios de refinación, almacenamiento, transportación y distribución.
“Tengo la impresión de que se ha puesto una zanahoria de por medio para convencer al PRI”, terció Ramírez, mientras Arturo Núñez pidió al priismo una definición.
Labastida respondió con un rechazo. Dijo estar de acuerdo con que las subsidiarias sean ratificadas por el Senado, pero admitió públicamente que el PRI no tiene la votación suficiente para sacar adelante su proyecto de crear empresas estratégicas o filiales.
“Nosotros hemos dicho que si no logramos mayoría en estas reuniones de las comisiones unidas, y eso quiere decir que dos partidos respalden la propuesta, nosotros no insistiríamos en que quedara en el dictamen, porque obviamente tenemos perdida la votación, para ser más claro. Si no hay otro partido que respalde la propuesta, no insistiremos en incluir un artículo que sabemos va a estar perdida la votación”.
Luego, el perredista Ramírez demandó fijar en la reglamentaria y no en la Ley del Petróleo la obligación de que toda controversia legal se dirima en tribunales nacionales.
Durante la sesión vespertina los senadores abordaron el tema de los contratos y la integración del Consejo de Pemex.
Gómez y Tomás Torres cuestionaron la injerencia política que tiene el sindicato en las votaciones, aun cuando la ley prohíbe conflictos de interés. Gómez preguntó si no hay conflicto cuando el sindicato negocia su contrato laboral e hizo notar que los votos sindicales podrían afectar a los que emitan los nuevos cuatro consejeros independientes.
En el tema de contratos, Ramírez insistió en que debe modificarse la redacción de las fracciones IV y V del artículo 56 de la Ley Orgánica de Pemex, que regula las excepciones a la licitación en casos de desastres o innovación tecnológica, para suprimir la adjudicación directa y la invitación restringida.
También planteó que se impida a la misma empresa realizar tareas de exploración y explotación al mismo tiempo, en bloques y sólo se le permita una de las dos tareas.
Claves
Las posturas
El 8 de abril, el presidente Felipe Calderón propuso que la inversión privada pudiera construir y quedarse con refinerías, ductos y almacenamiento que hoy opera Pemex a través de cuatro subsidiarias
El FAP planteó que Pemex se mantenga como una empresa única sin empresas paralelas. A su vez, el PRI impulsó la creación de empresas estratégicas para refinación ductos y almacenamiento, que opere sólo con recursos del Estado y que pudiera contratar servicios con privados
Angélica Mercado y Nayeli González, Milenio, 14 de octubre.
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