El presidente Felipe Calderón urgió al gobierno de Estados Unidos para que se liberen los recursos destinados a la Iniciativa Mérida, pues —dijo—, ésta representa un importante avance en el combate al crimen transnacional bajo principios de responsabilidad compartida, respeto a la soberanía y confianza mutua.
Durante la inauguración de la Primera Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas, el mandatario federal llamó a todas las naciones a cerrar filas en un frente común contra la delincuencia y el crimen para ser capaces de reducir su potencial criminalidad a través de disminuir la oferta, el suministro de drogas pero también de bajar el consumo y abatir la renta económica de sus mercados.
En otra convocatoria al gobierno de Estados Unidos pidió que esta nación, junto con México y otros países de región, pongan un alto a los flujos de armamento y de dinero que permiten a la delincuencia operar con una lógica de violencia de alto impacto en las sociedades del hemisferio.
Ante el secretario general de la Organización de Estados Americanos —OEA—, José Miguel Insulza y de 34 ministros de Seguridad Pública de la región, el jefe del Ejecutivo se pronunció también porque la Iniciativa Mérida abra paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado transnacional. "Es importante que iniciativas como éstas se trasladen también a nivel continental, porque es continental el problema de la criminalidad y la delincuencia organizada", enfatizó.
Acompañado por los titulares de Gobernación, PGR y Seguridad Pública, y entre el público asistente el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, el presidente Calderón afirmó que ningún país que se sume decididamente al compromiso de combatir al crimen organizado transnacional, puede permanecer al margen de la lucha contra el tráfico ilícito de armas y de dinero.
Señaló que la inseguridad no sólo aleja y dificulta las inversiones sino que tiene efectos negativos en la productividad, empleo, consumo y confianza de los inversionistas con su consecuente restricción en la capacidad, expansión económica y generación de empleo de las naciones.
El jefe del Ejecutivo se pronunció por enfrentar de manera integral y coordinada el problema de la delincuencia y mejorar los instrumentos en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Insistió en que esta lucha común sólo podrá tener a plenitud los frutos esperados si se actúa de manera coordinada entre todos los países de la región; si se logra atacar simultáneamente no sólo el tráfico de drogas sino el mercado de estupefacientes en su integralidad, esto es, la oferta, como se hace en México. "Pero también es fundamental que se ataque el consumo y la demanda en el mayor mercado del mundo, que está precisamente en América".
Subrayó que se deben reforzar los instrumentos y mecanismos de cooperación, ya que el crimen organizado transnacional es un problema que demanda también soluciones internacionales.
Reiteró el ofrecimiento de México para fortalecer con las naciones latinoamericanas el intercambio de información en este combate.
"Información es poder. Y estoy convencido que las guerras, incluyendo ésta, se ganará precisamente con información, inteligencia y con tecnología".
Por otra parte, Calderón Hinojosa consideró que nuestro continente y especialmente América Latina y el Caribe, tienen en la preservación de la seguridad pública un desafío muyimportante.
Citó que la tasa de homicidios en la región está entre las más elevadas del mundo.
Comentó que de acuerdo a cifras de la OEA, mientras que el promedio mundial es de 5 homicidios por cada 100 mil habitantes, en América Latina es de más de 27 homicidios por cada cien mil habitantes.
De acuerdo con la más reciente encuesta de Latinobarómetro, mientras que en 1995 el 29 por ciento de los latinoamericanos había sido víctima de un delito, el porcentaje se elevó al 38% en el 2007.
La misma encuesta arroja que el 73% de los latinoamericanos temen ser víctimas de delitos violentos. En cuanto al secuestro, estimaciones recientes de la ONU y Banco Mundial señalan que a pesar de que esta región sólo representa el 8% de la población global, el 75% de los secuestros del mundo, se registraron en esta región.
Refirió que según el Banco Interamericano de Desarrollo, la inseguridad cuesta a América Latina el equivalente al 15 por ciento de su Producto Interno Bruto cada año, que impacta negativamente en el desarrollo de sus naciones que sufren las inclemencias de la pobreza, la ignorancia y marginación.
Durante la inauguración de la Primera Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas, el mandatario federal llamó a todas las naciones a cerrar filas en un frente común contra la delincuencia y el crimen para ser capaces de reducir su potencial criminalidad a través de disminuir la oferta, el suministro de drogas pero también de bajar el consumo y abatir la renta económica de sus mercados.
En otra convocatoria al gobierno de Estados Unidos pidió que esta nación, junto con México y otros países de región, pongan un alto a los flujos de armamento y de dinero que permiten a la delincuencia operar con una lógica de violencia de alto impacto en las sociedades del hemisferio.
Ante el secretario general de la Organización de Estados Americanos —OEA—, José Miguel Insulza y de 34 ministros de Seguridad Pública de la región, el jefe del Ejecutivo se pronunció también porque la Iniciativa Mérida abra paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado transnacional. "Es importante que iniciativas como éstas se trasladen también a nivel continental, porque es continental el problema de la criminalidad y la delincuencia organizada", enfatizó.
Acompañado por los titulares de Gobernación, PGR y Seguridad Pública, y entre el público asistente el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, el presidente Calderón afirmó que ningún país que se sume decididamente al compromiso de combatir al crimen organizado transnacional, puede permanecer al margen de la lucha contra el tráfico ilícito de armas y de dinero.
Señaló que la inseguridad no sólo aleja y dificulta las inversiones sino que tiene efectos negativos en la productividad, empleo, consumo y confianza de los inversionistas con su consecuente restricción en la capacidad, expansión económica y generación de empleo de las naciones.
El jefe del Ejecutivo se pronunció por enfrentar de manera integral y coordinada el problema de la delincuencia y mejorar los instrumentos en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Insistió en que esta lucha común sólo podrá tener a plenitud los frutos esperados si se actúa de manera coordinada entre todos los países de la región; si se logra atacar simultáneamente no sólo el tráfico de drogas sino el mercado de estupefacientes en su integralidad, esto es, la oferta, como se hace en México. "Pero también es fundamental que se ataque el consumo y la demanda en el mayor mercado del mundo, que está precisamente en América".
Subrayó que se deben reforzar los instrumentos y mecanismos de cooperación, ya que el crimen organizado transnacional es un problema que demanda también soluciones internacionales.
Reiteró el ofrecimiento de México para fortalecer con las naciones latinoamericanas el intercambio de información en este combate.
"Información es poder. Y estoy convencido que las guerras, incluyendo ésta, se ganará precisamente con información, inteligencia y con tecnología".
Por otra parte, Calderón Hinojosa consideró que nuestro continente y especialmente América Latina y el Caribe, tienen en la preservación de la seguridad pública un desafío muyimportante.
Citó que la tasa de homicidios en la región está entre las más elevadas del mundo.
Comentó que de acuerdo a cifras de la OEA, mientras que el promedio mundial es de 5 homicidios por cada 100 mil habitantes, en América Latina es de más de 27 homicidios por cada cien mil habitantes.
De acuerdo con la más reciente encuesta de Latinobarómetro, mientras que en 1995 el 29 por ciento de los latinoamericanos había sido víctima de un delito, el porcentaje se elevó al 38% en el 2007.
La misma encuesta arroja que el 73% de los latinoamericanos temen ser víctimas de delitos violentos. En cuanto al secuestro, estimaciones recientes de la ONU y Banco Mundial señalan que a pesar de que esta región sólo representa el 8% de la población global, el 75% de los secuestros del mundo, se registraron en esta región.
Refirió que según el Banco Interamericano de Desarrollo, la inseguridad cuesta a América Latina el equivalente al 15 por ciento de su Producto Interno Bruto cada año, que impacta negativamente en el desarrollo de sus naciones que sufren las inclemencias de la pobreza, la ignorancia y marginación.
Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 8 de octubre.
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