La dirigencia nacional del PAN descartó que pudiera buscar alianzas para enfrentar las elecciones en las que se renovará la Cámara de Diputados, así como gubernaturas, congresos locales y alcaldías en Sonora, estado de México, Guanajuato, San Luis Potosí, Campeche, Colima, Nuevo León, Querétaro, Jalisco, Morelos y Distrito Federal, a pesar de los pobres resultados obtenidos en los comicios previos.
Confió en su “fortaleza institucional” para recuperar los espacios y votos perdidos en los primeros dos años de gobierno de Felipe Calderón, aunque admitió que han sido las divisiones internas las que han propiciado una baja en el número de sufragios obtenidos y, consecuentemente, que no hayan conseguido un solo triunfo en las elecciones estatales.
Por ello, la dirigencia blanquiazul consideró prioritario fortalecer las relaciones dentro del partido, y confió en que la presencia de César Nava en la organización contribuya a terminar con el divisionismo entre los grupos y corrientes que integran este instituto.
Aun cuando se aceptó en 2006 la “contribución” de Elba Esther Gordillo al triunfo de Felipe Calderón, hoy el PAN establece desde el mismo arranque del proceso 2009 que no pesará sobre su estrategia política la presencia de personaje alguno.
Diferentes miembros del consejo panista que sesionó el pasado sábado confiaron además en que pueda fortalecerse la autoridad electoral y se evite con ello posibles infiltraciones que desvirtúen la contienda, particularmente cuando en las proyecciones de este partido se puede llegar a una lucha cerrada, particularmente en lo que se refiere a las elecciones para la Cámara de Diputados federal, tema en el que hay un “acentuado interés” ya que de un buen resultado para el PAN depende que transiten una serie de reformas que pretende impulsar el gobierno federal.
Mencionaron también que por la alta competencia, se pondrá especial cuidado en la selección de candidatos, con el propósito no sólo de que se identifiquen plenamente con el electorado, sino que reflejen claramente las posiciones de partido.
Confió en su “fortaleza institucional” para recuperar los espacios y votos perdidos en los primeros dos años de gobierno de Felipe Calderón, aunque admitió que han sido las divisiones internas las que han propiciado una baja en el número de sufragios obtenidos y, consecuentemente, que no hayan conseguido un solo triunfo en las elecciones estatales.
Por ello, la dirigencia blanquiazul consideró prioritario fortalecer las relaciones dentro del partido, y confió en que la presencia de César Nava en la organización contribuya a terminar con el divisionismo entre los grupos y corrientes que integran este instituto.
Aun cuando se aceptó en 2006 la “contribución” de Elba Esther Gordillo al triunfo de Felipe Calderón, hoy el PAN establece desde el mismo arranque del proceso 2009 que no pesará sobre su estrategia política la presencia de personaje alguno.
Diferentes miembros del consejo panista que sesionó el pasado sábado confiaron además en que pueda fortalecerse la autoridad electoral y se evite con ello posibles infiltraciones que desvirtúen la contienda, particularmente cuando en las proyecciones de este partido se puede llegar a una lucha cerrada, particularmente en lo que se refiere a las elecciones para la Cámara de Diputados federal, tema en el que hay un “acentuado interés” ya que de un buen resultado para el PAN depende que transiten una serie de reformas que pretende impulsar el gobierno federal.
Mencionaron también que por la alta competencia, se pondrá especial cuidado en la selección de candidatos, con el propósito no sólo de que se identifiquen plenamente con el electorado, sino que reflejen claramente las posiciones de partido.
Ciro Pérez Silva, La Jornada, 8 de diciembre.
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