El peor año en materia de desempleo de las últimas dos décadas será 2009, advirtió la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), al afirmar que sólo se crearían 75 mil plazas formales en ese lapso. Señaló que desde octubre pasado la industria comenzó su tránsito por la recesión más severa de su historia reciente, y este año será muy complicado para la operación y la sobrevivencia de buena parte de la planta industrial.
A su vez, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció que las expectativas del sector laboral no son alentadoras, y recordó que en 2008 la pérdida neta de empleos fue de 37 mil 500, de acuerdo con datos del Seguro Social.
Por su parte, Patricia Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), vaticinó que el problema fundamental en 2009 y 2010 serán los elevados niveles de desempleo, por lo que el gobierno debe plantear un programa suficientemente sólido para encararlo, que incluya elementos para ayudar al salario real y, sobre todo, subsidios a los sectores con menos recursos de la población.
En un mes el sector privado bajó a la mitad su estimación de crecimiento en materia laboral, pues en diciembre pasado organismos como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación preveían que para este año se generarían unas 150 mil fuentes de empleo en la economía formal, del millón 200 mil que se requieren anualmente. Días después el CEESP estimó una posible creación de 81 mil empleos, cifra que puso en duda, tras reconocer que las perspectivas sobre el sector laboral podrían echar por tierra ese pronóstico, sobre todo porque la estimación de crecimiento del PIB es negativa.
En su publicación Pulso industrial de este mes, la Concamin advierte que si en 2008 la economía mexicana perdió su dinamismo, “en 2009 se dirige irremediablemente hacia una profunda y larga recesión”, y parte de las consecuencias serán la pérdida en la producción y cierre de fuentes de trabajo.
El organismo empresarial señala que la industria es el componente donde se concentra el mayor debilitamiento de la actividad económica, que desde octubre hilvanó su sexto retroceso el año pasado y acumuló dos trimestres consecutivos con números negativos. “Es posible afirmar que el sector industrial mexicano ha iniciado su tránsito por lo que será la más profunda recesión en las últimas décadas”, sostuvo.
“En 2009 se frenará la inversión, lo mismo que la generación de fuentes de empleo en el sector formal, hasta colocarla en su nivel más bajo de los últimos años. Estimamos un aumento de sólo 75 mil empleos en 2009”, indicó la Concamin.
La recesión fabril se observa, dijo, en los paros técnicos, ajustes de personal, reducción de turnos, disminución de jornadas, programas de ajuste administrativo y las estrategias para recortar costos, mientras la reducción de la demanda del principal mercado externo, el estadunidense, el deterioro de las expectativas de empresarios y consumidores y el aumento del desempleo, entre otros factores, provocarán la caída de 2.9 por ciento en la producción fabril, y un retroceso de 3.6 por ciento en la actividad del más importante componente, la manufactura, que registrará números rojos por segundo año consecutivo.
A su vez, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció que las expectativas del sector laboral no son alentadoras, y recordó que en 2008 la pérdida neta de empleos fue de 37 mil 500, de acuerdo con datos del Seguro Social.
Por su parte, Patricia Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), vaticinó que el problema fundamental en 2009 y 2010 serán los elevados niveles de desempleo, por lo que el gobierno debe plantear un programa suficientemente sólido para encararlo, que incluya elementos para ayudar al salario real y, sobre todo, subsidios a los sectores con menos recursos de la población.
En un mes el sector privado bajó a la mitad su estimación de crecimiento en materia laboral, pues en diciembre pasado organismos como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación preveían que para este año se generarían unas 150 mil fuentes de empleo en la economía formal, del millón 200 mil que se requieren anualmente. Días después el CEESP estimó una posible creación de 81 mil empleos, cifra que puso en duda, tras reconocer que las perspectivas sobre el sector laboral podrían echar por tierra ese pronóstico, sobre todo porque la estimación de crecimiento del PIB es negativa.
En su publicación Pulso industrial de este mes, la Concamin advierte que si en 2008 la economía mexicana perdió su dinamismo, “en 2009 se dirige irremediablemente hacia una profunda y larga recesión”, y parte de las consecuencias serán la pérdida en la producción y cierre de fuentes de trabajo.
El organismo empresarial señala que la industria es el componente donde se concentra el mayor debilitamiento de la actividad económica, que desde octubre hilvanó su sexto retroceso el año pasado y acumuló dos trimestres consecutivos con números negativos. “Es posible afirmar que el sector industrial mexicano ha iniciado su tránsito por lo que será la más profunda recesión en las últimas décadas”, sostuvo.
“En 2009 se frenará la inversión, lo mismo que la generación de fuentes de empleo en el sector formal, hasta colocarla en su nivel más bajo de los últimos años. Estimamos un aumento de sólo 75 mil empleos en 2009”, indicó la Concamin.
La recesión fabril se observa, dijo, en los paros técnicos, ajustes de personal, reducción de turnos, disminución de jornadas, programas de ajuste administrativo y las estrategias para recortar costos, mientras la reducción de la demanda del principal mercado externo, el estadunidense, el deterioro de las expectativas de empresarios y consumidores y el aumento del desempleo, entre otros factores, provocarán la caída de 2.9 por ciento en la producción fabril, y un retroceso de 3.6 por ciento en la actividad del más importante componente, la manufactura, que registrará números rojos por segundo año consecutivo.
Érika Duarte, La Jornada, 12 de enero.
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