A lo largo de 2008 fueron detenidos más de 750 agentes policiacos en 16 estados, en su mayoría vinculados con el narcotráfico.
Lo anterior demuestra que las corporaciones policiacas de por lo menos la mitad de las entidades del País fueron infiltradas por el crimen organizado.
Durante ese año, terminaron en prisión desde mandos de pequeñas corporaciones, como la de Zihuatanejo, Guerrero, hasta quien fuera jefe de la Policía Federal Preventiva, Víctor Gerardo Garay Cadena.
Incluso la ejecución masiva más grave del año, la de 24 hombres hallados con el tiro de gracia en un paraje de La Marquesa, ocurrió en complicidad con el entonces director de la Policía de Huixquilucan, Pedro Chávez Rosales.
Un conteo realizado por REFORMA indica que la PFP y el Ejército arrestaron durante 2008 a un total de 752 policías de 16 estados, aunque hubo corporaciones donde los agentes no fueron detenidos, sino que sólo renunciaron o fueron despedidos porque no pasaron los exámenes de confianza a los que fueron sometidos.
El Estado de México es el caso más elocuente, pues su Procuraduría de Justicia ejerció acción penal en contra de 445 elementos municipales y 91 estatales.
Las otras entidades con detenciones de policías son Tabasco, Coahuila, Chihuahua, Baja California, Michoacán, Nuevo León, Morelos, Puebla, Tamaulipas, Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Aguascalientes, Quintana Roo y el Distrito Federal.
Los casos más recientes, ocurridos poco antes de terminar el año, son los del subdirector de Seguridad Pública de Ixtapa-Zihuatanejo, Timoteo Mata Cruz, y seis policías municipales, quienes cumplen un arraigo de 40 días. Todos son investigados porque presuntamente actuaban como sicarios del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
En la PFP, un total de 10 mandos medios y altos se encuentran detenidos o bajo proceso por encubrir al crimen organizado o por actos de corrupción.
En esa lista figura el ex comisario nacional de la corporación Víctor Gerardo Garay Cadena, acusado de robo y abuso de autoridad durante un operativo en una residencia del Desierto de los Leones donde presuntos socios de los hermanos Beltrán Leyva realizaban una fiesta.
Además, una investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre una red de policías en Tabasco que daba protección al Cártel del Golfo derivó, hasta el momento, en la detención de 36 elementos, de los cuales 24 enfrentan proceso penal; el resto cumple un arraigo.
En Tijuana, 19 agentes municipales y 2 ministeriales están arraigados y se les investiga por delincuencia organizada.
Lo anterior demuestra que las corporaciones policiacas de por lo menos la mitad de las entidades del País fueron infiltradas por el crimen organizado.
Durante ese año, terminaron en prisión desde mandos de pequeñas corporaciones, como la de Zihuatanejo, Guerrero, hasta quien fuera jefe de la Policía Federal Preventiva, Víctor Gerardo Garay Cadena.
Incluso la ejecución masiva más grave del año, la de 24 hombres hallados con el tiro de gracia en un paraje de La Marquesa, ocurrió en complicidad con el entonces director de la Policía de Huixquilucan, Pedro Chávez Rosales.
Un conteo realizado por REFORMA indica que la PFP y el Ejército arrestaron durante 2008 a un total de 752 policías de 16 estados, aunque hubo corporaciones donde los agentes no fueron detenidos, sino que sólo renunciaron o fueron despedidos porque no pasaron los exámenes de confianza a los que fueron sometidos.
El Estado de México es el caso más elocuente, pues su Procuraduría de Justicia ejerció acción penal en contra de 445 elementos municipales y 91 estatales.
Las otras entidades con detenciones de policías son Tabasco, Coahuila, Chihuahua, Baja California, Michoacán, Nuevo León, Morelos, Puebla, Tamaulipas, Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Aguascalientes, Quintana Roo y el Distrito Federal.
Los casos más recientes, ocurridos poco antes de terminar el año, son los del subdirector de Seguridad Pública de Ixtapa-Zihuatanejo, Timoteo Mata Cruz, y seis policías municipales, quienes cumplen un arraigo de 40 días. Todos son investigados porque presuntamente actuaban como sicarios del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
En la PFP, un total de 10 mandos medios y altos se encuentran detenidos o bajo proceso por encubrir al crimen organizado o por actos de corrupción.
En esa lista figura el ex comisario nacional de la corporación Víctor Gerardo Garay Cadena, acusado de robo y abuso de autoridad durante un operativo en una residencia del Desierto de los Leones donde presuntos socios de los hermanos Beltrán Leyva realizaban una fiesta.
Además, una investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre una red de policías en Tabasco que daba protección al Cártel del Golfo derivó, hasta el momento, en la detención de 36 elementos, de los cuales 24 enfrentan proceso penal; el resto cumple un arraigo.
En Tijuana, 19 agentes municipales y 2 ministeriales están arraigados y se les investiga por delincuencia organizada.
Verónica Sánchez, Reforma, 7 de enero.
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