BOGOTÁ (Agencias).— El Tribunal Internacional sobre la Infancia afectada por la guerra y la pobreza de la Misión Diplomática Internacional Humanitaria RWANDA, aseguró ayer que la situación de los niños en el conflicto armado colombiano es similar a la de los infantes en el Congo.
La aseveración la hizo el tribunal al presentar ayer en Bogotá su informe anual sobre la situación de los niños en Colombia, en el que además llamó la atención sobre el reclutamiento de menores en grupos armados ilegales, en los que, recordó, hay incorporados cerca de 14 mil menores.
“En Colombia se ha venido cometiendo un genocidio a cuentagotas contra la infancia por parte de los actores del conflicto armado. La situación de la infancia es tan grave que por eso hemos dicho que para nosotros Colombia es el Congo de América Latina”, expresó el presidente del tribunal, el argentino Sergio Tapia.
“Lo importante es remarcar que el reclutamiento no pasa sólo porque se encuentren niños y niñas con un fusil, sino por todo tipo de trabajos que realizan los menores en estas estructuras narco-armadas, desde raspachines (que recogen las hojas de las matas de coca), hasta cinturones de seguridad, tráfico y venta de drogas”, precisó Tapia.
“En el conflicto armado colombiano uno de cada cuatro combatientes es un niño, lo alarmante es que se están utilizando niños desde los seis años para trabajos de inteligencia, sembrar minas antipersonales, llevar explosivos”, anotó.
La investigación del tribunal asegura que el fenómeno del reclutamiento de menores es mucho más fuerte en las fronteras y acoptó que los niños indígenas y afrocolombianos son mas vulnerables por hallarse en zonas de interés de los grupos armados ilegales, “en zonas olvidadas y acosadas por la guerra”.
Anotó que la pobreza y el hambre que padecen muchos niños en Colombia también es un “crimen de lesa humanidad y un caldo de cultivo para estos grupos armados” que los integran en sus estructuras.
La situación de los niños en el conflicto colombiano, remarcó el Tribunal, es “una bomba de tiempo muy peligrosa” a la que debe prestársele mayor atención y por la cual hizo un llamado para que se detenga el reclutamiento de menores en 2009.
En otra expresión más de la violencia en Colombia, ayer cinco personas murieron y 65 resultaron heridas tras la explosión de una granada en un establecimiento público del pueblo indígena Atánquez, en el noreste del país, en donde unas 150 personas celebraban el Año Nuevo, informó la Policía Nacional.
Por otro lado, una niña de nueve años murió y ocho de sus familiares resultaron heridos por la explosión de una granada que desconocidos arrojaron contra una vivienda en una barriada de la ciudad colombiana de Pereira.
La aseveración la hizo el tribunal al presentar ayer en Bogotá su informe anual sobre la situación de los niños en Colombia, en el que además llamó la atención sobre el reclutamiento de menores en grupos armados ilegales, en los que, recordó, hay incorporados cerca de 14 mil menores.
“En Colombia se ha venido cometiendo un genocidio a cuentagotas contra la infancia por parte de los actores del conflicto armado. La situación de la infancia es tan grave que por eso hemos dicho que para nosotros Colombia es el Congo de América Latina”, expresó el presidente del tribunal, el argentino Sergio Tapia.
“Lo importante es remarcar que el reclutamiento no pasa sólo porque se encuentren niños y niñas con un fusil, sino por todo tipo de trabajos que realizan los menores en estas estructuras narco-armadas, desde raspachines (que recogen las hojas de las matas de coca), hasta cinturones de seguridad, tráfico y venta de drogas”, precisó Tapia.
“En el conflicto armado colombiano uno de cada cuatro combatientes es un niño, lo alarmante es que se están utilizando niños desde los seis años para trabajos de inteligencia, sembrar minas antipersonales, llevar explosivos”, anotó.
La investigación del tribunal asegura que el fenómeno del reclutamiento de menores es mucho más fuerte en las fronteras y acoptó que los niños indígenas y afrocolombianos son mas vulnerables por hallarse en zonas de interés de los grupos armados ilegales, “en zonas olvidadas y acosadas por la guerra”.
Anotó que la pobreza y el hambre que padecen muchos niños en Colombia también es un “crimen de lesa humanidad y un caldo de cultivo para estos grupos armados” que los integran en sus estructuras.
La situación de los niños en el conflicto colombiano, remarcó el Tribunal, es “una bomba de tiempo muy peligrosa” a la que debe prestársele mayor atención y por la cual hizo un llamado para que se detenga el reclutamiento de menores en 2009.
En otra expresión más de la violencia en Colombia, ayer cinco personas murieron y 65 resultaron heridas tras la explosión de una granada en un establecimiento público del pueblo indígena Atánquez, en el noreste del país, en donde unas 150 personas celebraban el Año Nuevo, informó la Policía Nacional.
Por otro lado, una niña de nueve años murió y ocho de sus familiares resultaron heridos por la explosión de una granada que desconocidos arrojaron contra una vivienda en una barriada de la ciudad colombiana de Pereira.
El Universal, 2 de enero.
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