Combatir abstencionismo de casa en casa, reto en Edomex

Toluca, Méx., 11 de enero. En julio se renovarán en el estado de México 125 ayuntamientos, 45 diputaciones locales de mayoría y 40 federales, pero los partidos no podrán contratar espacios en radio y televisión y es probable que las campañas deban hacerse casa por casa.

Con casi 13 por ciento del padrón nacional (más 10 millones de electores), el reto para el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) será disminuir el abstencionismo de casi 60 por ciento registrado en los dos trienios recientes.

A finales de enero los partidos emitirán las convocatorias para seleccionar candidatos, pero desde noviembre decenas de aspirantes se promueven en bardas, gallardetes y anuncios espectaculares, en franca violación de la ley electoral, mientras el IEEM cierra los ojos y alega que no hay denuncias formales.

El proceso se inició el 2 de enero y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) parece haber tomado la delantera, de la mano del gobernador Enrique Peña Nieto. Es casi un hecho que, por tercera ocasión, el tricolor competirá junto con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y ya negocia con Nueva Alianza (Panal), de Elba Esther Gordillo, pero tras la desintegración del grupo Fuerza Mexiquense, que tan buenos resultados dio al ex mandatario Arturo Montiel, deberá demostrar que tiene operadores eficaces.

Los partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo buscarán consolidarse con candidaturas comunes y, aunque reconocen el arrastre de Peña Nieto, dudan que pueda restarles posiciones, a pesar del desgaste que provocó la elección de dirigentes nacionales y estatales en el sol azteca. Mientras, Convergencia podría sumarse al sol azteca a fin de retener los cuatro municipios que gobierna.

El Partido Acción Nacional (PAN) es una incógnita. La muerte del secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño dejó en la orfandad al senador Ulises Ramírez, ex alcalde de Tlalnepantla y jefe del grupo del mismo nombre, que hasta hace meses controlaba el blanquiazul en el estado y ahora disputa el poder con otras facciones: la del alcalde de Naucalpan, José Luis Durán Reveles; la del atizapense Gonzalo Alarcón, y los seguidores de Luis Felipe Bravo Mena.

Su apuesta es mantener al menos los 24 ayuntamientos que ganó en 2006 y pelear la primera minoría en el Congreso con apoyo de la propaganda federal.

Desde 2006 el PRD es la fuerza dominante en el oriente del estado, que concentra casi la mitad de la población. El PAN controla el poniente y la capital, Toluca, mientras el PRI tiene sus bastiones en las zonas rurales del norte y el sur del estado, así como en Huixquilucan y Chimalhuacán, entre otros municipios medianos.

El Partido del Trabajo (PT) encabeza siete ayuntamientos, entre ellos Metepec.

Los dirigentes de las tres principales fuerzas creen que el escenario variará poco. Para Ricardo Aguilar, del PRI, “será difícil ver sorpresas”. Luis Sánchez, del PRD, señala: “Nadie logrará mucho más que los otros”. Y Juan Carlos Núñez, del PAN, ve “muy probable” que todo se mantenga como en la más reciente elección.

Los tres comprenden que cada uno enfrentará cierto desencanto de los votantes y apuestan a una “elección de estructuras”. PRI y PRD –dice Sánchez– son los únicos capaces de hacer una campaña “en tierra”, casa por casa, en las más de 5 mil 500 secciones electorales del estado. El panista replica que su partido tiene una estructura bien cimentada donde gobierna, pero reconoce que en otros municipios “no está muy organizado ni es muy eficiente”.

En el PAN, las dirigencias nacional y estatal decidirán las candidaturas, y el PRI lo hará en asamblea de delegados. Sus líderes hacen constantes llamados a la disciplina, pero sobre todo a no dilapidar el capital político de Peña Nieto, “nuestro activo más importante”.

A su vez, el líder del PRD –miembro de la Alternativa Democrática Nacional (ADN)– pactó con otros grupos ir unidos a la elección, evitar en lo posible las elecciones internas y avalar la alianza con PT y Convergencia.

Todos los partidos tienen municipios prioritarios, pero Ecatepec es la joya de la corona, por concentrar la quinta parte de la población estatal (poco más de 3 millones de habitantes) en cinco distritos electorales.

Para el PRD es la más alta prioridad retener esta alcaldía. Por ello, en la campaña participarán no sólo el candidato a presidente municipal, sino también los dirigentes nacionales y estatales y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, entre otros.

El PRI pretende recuperar Ecatepec y ha desplegado una cantidad importante de operadores. De hecho, gran parte de los beneficiarios de programas sociales del gobierno estatal son ecatepenses.

Otro municipio prioritario para el tricolor es Toluca, gobernado hace seis años por el PAN. En ambos partidos hay pugnas internas entre aspirantes a la alcaldía.

En Metepec y Huixquilucan se prevén batallas cerradas entre PRI, PAN y la alianza PRD-PT. En la segunda localidad los panistas buscarán aprovechar los presuntos vínculos de varios funcionarios locales con el narcotráfico para derrotar a los priístas.

En Chalco, municipio de más de 700 mil habitantes, también se vislumbra una lucha intensa. La capacidad del PRD se vio mermada rápidamente con la renuncia de Vicente Onofre, y el PRI ha desplegado a sus repartidores de despensas.

Según casi todas las proyecciones, en el norte y el sur el PRI mantendrá la hegemonía, el blanquiazul dominará el poniente y el PRD el poniente.

Israel Dávila, La Jornada, 12 de enero.


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