El encuentro entre Calderón y Obama fue una “buena foto”

El alcance del encuentro entre Felipe Calderón y Barack Obama generó posiciones encontradas en la Cámara de Diputados, donde el coordinador priísta, Emilio Gamboa Patrón, dijo que “está bien la foto”, pero es necesario conocer los detalles de la entrevista para determinar los alcances de una posible renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues México “podría salir perjudicado”.

En cambio, el coordinador panista, Héctor Larios, observó que entre Calderón y Obama surgió “una afinidad personal”, lo cual permitirá “una mejor relación” entre México y Estados Unidos, y consideró viable una renegociación que incluya temas ambientales y laborales.

“Para México es muy importante la relación, como también lo es para Estados Unidos, porque compartimos una frontera muy grande y muchísimos problemas que debemos abordar conjuntamente. El presidente electo Obama ha dicho que está dispuesto a revisar el TLCAN y el presidente Calderón que sería muy bueno abordar los temas laboral y ecológico no incluidos originalmente en el tratado”, declaró Larios.

Dijo que si bien no será fácil, porque la renegociación debe incluir a Canadá, es posible una “ampliación” que favorezca a México en los temas laboral y ambiental.

Para Larios, lo que México necesita definir con Estados Unidos “con más energía” es el control de armas a partir del hecho que la mitad de las armerías de ese país se encuentran en su frontera sur, “y evidentemente si no contamos con la colaboración de Washington, difícilmente podremos controlar el armamento que se introduce a nuestro país”.

Al respecto, el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Juan Francisco Rivera, reveló que en una visita de legisladores a Colorado Spring, mandos militares estadunidenses les aseguraron que se comprará equipo liviano y de operación nocturna para frenar al narcotráfico mexicano.

“Nos hablaron precisamente del control de los grupos armados, de las fronteras, la vigilancia y logística para el ataque a las bandas organizadas. Entonces, aplicarán estrategias, logística y armamento especializado”, afirmó.

Sin embargo, consideró que debe fortalecerse una estrategia de vigilancia común en el control de la frontera y no que éste sea un trabajo unilateral.

A su vez, el diputado priísta Samuel Palma César resaltó que ante la embestida del narcotráfico, uno de los temas primordiales “es la porosidad de nuestra frontera para el ingreso de armas de todo calibre y especialización, y bueno, sabemos que en Estados Unidos no existen restricciones para su compra”.

Es un punto que, dijo, Calderón trató con Obama, pero es necesario que se informe si hay alguna intención de ese país de modificar las prácticas sobre la venta de armas de fuego y municiones, para llegar a un acuerdo en la restricción de su comercio.

Emilio Gamboa planteó que la relación bilateral es difícil y compleja, y por tanto debe explicarse con claridad qué le propuso Obama a Calderón y hasta dónde llegaría la renegociación del TLCAN, porque si se enfoca en el campo “el país podría salir lastimado y perjudicado”. Así que, señaló, hay que ver primero cuáles son las propuestas y después tomar una decisión en favor o en contra.

Faltaron propuestas concretas
Partidos políticos consideraron que la reunión entre el presidente Felipe Calderón y su futuro homólogo estadunidense, Barack Obama, “no fue más que una fotografía”, porque el Ejecutivo mexicano no acudió con propuestas concretas dejando escapar una buena oportunidad.

El dirigente nacional del Partido Socialdemócrata (PSD), Jorge Carlos Díaz Cuervo, explicó que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es ya “obsoleto” y Calderón debería haber aprovechado esta oportunidad para haberle propuesto a Obama una segunda generación de acuerdos que incluyeran el libre tránsito de personas en la región, la seguridad alimentaria para los pueblos o el control de armas.

“Es un error de Calderón haberse mostrado tan tímido a la hora de plantear la integración de la región de América del Norte y lamentamos que esa reunión haya quedado sólo en una fotografía y no haya abierto panoramas más alentadores” precisó.

Por su parte, Ricardo Cantú Garza, integrante de la directiva del Partido del Trabajo (PT), calificó de “positivo” el hecho de que Obama se haya reunido con el Presidente mexicano antes de asumir su mandato; sin embargo, criticó la actitud política del Ejecutivo porque “no le dio la relevancia a este encuentro para abordar asuntos importantes para México como el tráfico de armas del crimen organizado de Estados Unidos a México, y el respeto a la soberanía nacional en temas de seguridad.

“Se desaprovechó una buena oportunidad de acordar algunos lineamientos sobre el trato entre ambos países, que sea entre iguales, de ayuda mutua y respetuoso, porque si nos ponemos como tapete, nos van a pisar”.

A su vez, la coordinadora nacional de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional de Convergencia, Vania Ávila García, expresó que la reunión representó “una buena oportunidad para iniciar con el pie derecho una nueva relación México-Estados Unidos, pero hay que irnos despacio porque la buena intención de Obama obedece a un interés nacional”.

Enrique Méndez, La Jornada, 14 de enero.