Antes de dejar el cargo de Embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza aseguró ayer que el mayor reto bilateral, en el marco de una nueva administración estadounidense, es hacer de ambas naciones, lugares más seguros y prósperos.
"El reto para los líderes de hoy en la relación bilateral es hacer a México y a EU más seguros y más prósperos para nuestros hijos", advirtió.
Garza encabezó su último encuentro como Embajador -en presencia de amigos, empleados y medios de comunicación- en la biblioteca Benjamín Franklin, donde se transmitió la toma de posesión del Presidente Barack Obama.
La transmisión, que siguieron mexicanos y estadounidenses, fue tomada de la cadena CNN en español, a través de la cual se escuchó la traducción simultánea de cada discurso.
Entre bocadillos, jugo, refresco y agua, los invitados vivieron la toma de posesión del Presidente número 44 de Estados Unidos y el primer afroamericano en ocupar la más alta investidura de ese país.
En la pantalla Obama apenas pronunciaba el "juro solemnemente", cuando Garza apareció en el salón.
Ataviado de manera informal: unos pantalones negros, playera blanca de manga larga y un chaleco color café, se atravesó por delante de la pantalla para ocupar un lugar.
Aplaudió en tres ocasiones: dos durante el discurso del nuevo Presidente estadounidense y cuando concluyó su toma de posesión.
Acabó la ceremonia y de inmediato se difundió por escrito el último mensaje de Garza.
Se dijo satisfecho y nostálgico. Orgulloso de los logros alcanzados durante su gestión en donde destacó que lo principal es que las dos naciones se alejaron de intercambios de recriminaciones y acusaciones.
"Hoy tenemos una conversación relevante y responsable basada en las preocupaciones mutuas y la responsabilidad compartida", dijo.
Recordó que Felipe Calderón y Barack Obama ya se reunieron para hablar de los temas importantes, lo que refleja el compromiso con la transparencia y colaboración.
"La apertura entre nuestros dos líderes es presagio de su compromiso con la transparencia y la colaboración al desarrollar nuevas iniciativas que aborden los retos", dijo.
Antonio Garza hizo sentir su nostalgia por dejar el cargo, pero no así México, en donde -recordó- conoció a su esposa, la empresaria María Asunción Aramburuzabala.
A las 12:00 horas de ayer, Antonio Garza dejó de ocupar no sólo una oficina en la embajada de Estados Unidos en México, sino también la residencia que habitó por seis años y de la cual sacó sólo cosas personales.
A cargo de la representación quedará Leslie Bassett, en tanto, el nuevo Presidente de EU designa un Embajador que deberá ser aprobado por el Senado estadounidense.
Garza se dio tiempo para tomarse fotografías con personal de la Biblioteca Benjamín Franklin e invitados al evento.
"El reto para los líderes de hoy en la relación bilateral es hacer a México y a EU más seguros y más prósperos para nuestros hijos", advirtió.
Garza encabezó su último encuentro como Embajador -en presencia de amigos, empleados y medios de comunicación- en la biblioteca Benjamín Franklin, donde se transmitió la toma de posesión del Presidente Barack Obama.
La transmisión, que siguieron mexicanos y estadounidenses, fue tomada de la cadena CNN en español, a través de la cual se escuchó la traducción simultánea de cada discurso.
Entre bocadillos, jugo, refresco y agua, los invitados vivieron la toma de posesión del Presidente número 44 de Estados Unidos y el primer afroamericano en ocupar la más alta investidura de ese país.
En la pantalla Obama apenas pronunciaba el "juro solemnemente", cuando Garza apareció en el salón.
Ataviado de manera informal: unos pantalones negros, playera blanca de manga larga y un chaleco color café, se atravesó por delante de la pantalla para ocupar un lugar.
Aplaudió en tres ocasiones: dos durante el discurso del nuevo Presidente estadounidense y cuando concluyó su toma de posesión.
Acabó la ceremonia y de inmediato se difundió por escrito el último mensaje de Garza.
Se dijo satisfecho y nostálgico. Orgulloso de los logros alcanzados durante su gestión en donde destacó que lo principal es que las dos naciones se alejaron de intercambios de recriminaciones y acusaciones.
"Hoy tenemos una conversación relevante y responsable basada en las preocupaciones mutuas y la responsabilidad compartida", dijo.
Recordó que Felipe Calderón y Barack Obama ya se reunieron para hablar de los temas importantes, lo que refleja el compromiso con la transparencia y colaboración.
"La apertura entre nuestros dos líderes es presagio de su compromiso con la transparencia y la colaboración al desarrollar nuevas iniciativas que aborden los retos", dijo.
Antonio Garza hizo sentir su nostalgia por dejar el cargo, pero no así México, en donde -recordó- conoció a su esposa, la empresaria María Asunción Aramburuzabala.
A las 12:00 horas de ayer, Antonio Garza dejó de ocupar no sólo una oficina en la embajada de Estados Unidos en México, sino también la residencia que habitó por seis años y de la cual sacó sólo cosas personales.
A cargo de la representación quedará Leslie Bassett, en tanto, el nuevo Presidente de EU designa un Embajador que deberá ser aprobado por el Senado estadounidense.
Garza se dio tiempo para tomarse fotografías con personal de la Biblioteca Benjamín Franklin e invitados al evento.
Ariadna García, Reforma, 21 de enero.
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