Los cubanos estaban expectantes ayer por el silencio que rodea la convalecencia del ex presidente Fidel Castro desde diciembre pasado, cuando la periodista argentina Stella Calloni parece haber sido la última personalidad ajena al entorno oficial del comandante que tuvo acceso a él. “Castro saluda de pie y su mano es firme”, escribió Calloni en el diario oficial Granma el 22 de diciembre, siete días después de que Fidel, de 82 años, redactara el último artículo de prensa de la serie Reflexiones, que comenzó a publicar sistemáticamente desde marzo de 2007.
A partir de ahí, el ex gobernante se ha mantenido en silencio ante acontecimientos como el ingreso de Cuba al Grupo de Río —considerado en la isla “uno de los más trascendentes resultados de la política exterior cubana”— y el aniversario 50 del triunfo de la revolución, sobre el cual escribió un mensaje de felicitación de 16 palabras, leído por un locutor a las 12 de la noche del 31 de diciembre.
Sin embargo, la expectativa entre los cubanos se multiplicó este domingo, cuando ni los medios locales ni el propio presidente de Ecuador, Rafael Correa, a su regreso a Quito, confirmaron si había sido recibido por Castro, como se suponía aquí, por el privilegio inédito que le concedieron las autoridades al designarlo orador principal de la ceremonia por el aniversario 50 de la entrada de Fidel a La Habana.
Durante la visita a la isla y a pregunta de este medio acerca de si esperaba ver a Castro, Correa respondió: “Eso habría que preguntárselo a él, a mi me encantaría verlo, pero no sé cómo se siente de salud”. En noviembre, Fidel recibió por separado al presidente chino, Hu Jintao, y al mandatario ruso, Dimitri Medvédev. Ya este domingo, el presidente Hugo Chávez dijo que Fidel no aparecería más en público.
Antes de Correa desembarcó su par panameño Martín Torrijos. Medios panameños dijeron que Torrijos había sido recibido por Castro pero la prensa oficial de la isla jamás confirmó dicho encuentro.
A partir de ahí, el ex gobernante se ha mantenido en silencio ante acontecimientos como el ingreso de Cuba al Grupo de Río —considerado en la isla “uno de los más trascendentes resultados de la política exterior cubana”— y el aniversario 50 del triunfo de la revolución, sobre el cual escribió un mensaje de felicitación de 16 palabras, leído por un locutor a las 12 de la noche del 31 de diciembre.
Sin embargo, la expectativa entre los cubanos se multiplicó este domingo, cuando ni los medios locales ni el propio presidente de Ecuador, Rafael Correa, a su regreso a Quito, confirmaron si había sido recibido por Castro, como se suponía aquí, por el privilegio inédito que le concedieron las autoridades al designarlo orador principal de la ceremonia por el aniversario 50 de la entrada de Fidel a La Habana.
Durante la visita a la isla y a pregunta de este medio acerca de si esperaba ver a Castro, Correa respondió: “Eso habría que preguntárselo a él, a mi me encantaría verlo, pero no sé cómo se siente de salud”. En noviembre, Fidel recibió por separado al presidente chino, Hu Jintao, y al mandatario ruso, Dimitri Medvédev. Ya este domingo, el presidente Hugo Chávez dijo que Fidel no aparecería más en público.
Antes de Correa desembarcó su par panameño Martín Torrijos. Medios panameños dijeron que Torrijos había sido recibido por Castro pero la prensa oficial de la isla jamás confirmó dicho encuentro.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 13 de enero.
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