Teléfonos de México (Telmex) no descartó ser socia de Multivisión si se le autoriza incursionar en televisión, aseguró Javier Mondragón Alarcón, director de regulación y asuntos jurídicos de la primera empresa, al tiempo que insistió en que no existe motivo alguno para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) siga reteniendo la solicitud que hizo para modificar su título de concesión.
Sin embargo, acotó, lo que a la telefónica le interesa es “dar el servicio Telmex, no ser el socio minoritario de la familia Vargas –dueña de Multivisión–, sino invertir y mejorar nuestra red; ese es nuestro activo, no el servicio satelital”.
Aclaró que hasta el momento Telmex sólo se encarga de la facturación de Multivisión por tiempo indefinido. No descartó que “podamos ser socios de MVS si nos dejan la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las comisiones Federal de Competencia (CFC) y Federal de Telecomunicaciones (Cofetel)”.
Criticó el plan de interconexión elaborado por la Cofetel, al asegurar que el organismo “excede su esfera de competencia”, toda vez que si se trata de un reglamento sólo puede ser emitido por el Ejecutivo federal y si es una ley, corresponde al Congreso aprobarlo.
Mondragón advirtio que si el plan –actualmente en revisión en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer)– es aprobado, “habrá inversiones que no se van a poder realizar, aquellas que sean muy altas y estén relacionadas con la distribución de las señales de televisión” por Telmex, pues consideró que establece condiciones imposibles.
No obstante, abundó, en general las inversiones de la empresa casi se duplicaron durante el año pasado, tanto por negocio como por compromiso social.
El plan, insistió, tiene problemas fundamentales, pues en realidad se trata de un reglamento que Cofetel no puede emitir, por tratarse de un órgano desconcentrado obligado a cumplir con un procedimiento y no a ser un “obstáculo burocrático”, además de que el análisis y las observaciones presentadas por Telmex fueron evadidos.
Mondragón se abstuvo de admitir si Telmex se amparará contra dicho plan de interconexión: “nunca comento las estrategias jurídicas de la compañía; los viejitos hablamos de lo que hicimos y los tontos de lo que van a hacer”.
No tiene sentido que una empresa invierta para que compañías competidoras aprovechen la infraestructua que construya, añadió, y sentenció que la competencia real y verdadera en el sector no debe darse en el papel.
El plan de interconexión servirá para quitarle activos y clientes a Telmex y darlos a otras empresas, bajo la lógica de “quítate tú para ponerme yo”, dijo.
Silencio gubernamental
Sobre el cambio de título de concesión que Telmex solicitó formalmente desde el año pasado, señaló que sólo ha habido silencio de las autoridades, lo cual puede interpretarse como negativa. Aclaró que la SCT no cuenta con un motivo legítimo para retener la respuesta sobre el título de concesión, y se violan las garantías de legalidad, porque no se cumple con el derecho de petición y garantía de audiencia de la empresa.
Sin embargo, acotó, lo que a la telefónica le interesa es “dar el servicio Telmex, no ser el socio minoritario de la familia Vargas –dueña de Multivisión–, sino invertir y mejorar nuestra red; ese es nuestro activo, no el servicio satelital”.
Aclaró que hasta el momento Telmex sólo se encarga de la facturación de Multivisión por tiempo indefinido. No descartó que “podamos ser socios de MVS si nos dejan la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las comisiones Federal de Competencia (CFC) y Federal de Telecomunicaciones (Cofetel)”.
Criticó el plan de interconexión elaborado por la Cofetel, al asegurar que el organismo “excede su esfera de competencia”, toda vez que si se trata de un reglamento sólo puede ser emitido por el Ejecutivo federal y si es una ley, corresponde al Congreso aprobarlo.
Mondragón advirtio que si el plan –actualmente en revisión en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer)– es aprobado, “habrá inversiones que no se van a poder realizar, aquellas que sean muy altas y estén relacionadas con la distribución de las señales de televisión” por Telmex, pues consideró que establece condiciones imposibles.
No obstante, abundó, en general las inversiones de la empresa casi se duplicaron durante el año pasado, tanto por negocio como por compromiso social.
El plan, insistió, tiene problemas fundamentales, pues en realidad se trata de un reglamento que Cofetel no puede emitir, por tratarse de un órgano desconcentrado obligado a cumplir con un procedimiento y no a ser un “obstáculo burocrático”, además de que el análisis y las observaciones presentadas por Telmex fueron evadidos.
Mondragón se abstuvo de admitir si Telmex se amparará contra dicho plan de interconexión: “nunca comento las estrategias jurídicas de la compañía; los viejitos hablamos de lo que hicimos y los tontos de lo que van a hacer”.
No tiene sentido que una empresa invierta para que compañías competidoras aprovechen la infraestructua que construya, añadió, y sentenció que la competencia real y verdadera en el sector no debe darse en el papel.
El plan de interconexión servirá para quitarle activos y clientes a Telmex y darlos a otras empresas, bajo la lógica de “quítate tú para ponerme yo”, dijo.
Silencio gubernamental
Sobre el cambio de título de concesión que Telmex solicitó formalmente desde el año pasado, señaló que sólo ha habido silencio de las autoridades, lo cual puede interpretarse como negativa. Aclaró que la SCT no cuenta con un motivo legítimo para retener la respuesta sobre el título de concesión, y se violan las garantías de legalidad, porque no se cumple con el derecho de petición y garantía de audiencia de la empresa.
Susana González, la Jornada, 26 de enero.
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