El endurecimiento de las leyes migratorias en la frontera norte y la presencia del crimen organizado está obligando a que cada vez más migrantes busquen los servicios de los “coyotes”, quienes a menudo tratan a los indocumentados como una mercancía importante, pero similar a los narcóticos, denunció la Coalición Pro Derechos Humanos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA, por sus siglas en inglés).
La CHIRLA enfatizó que el incremento en el número de violaciones, golpizas, raptos, extorsiones y otros abusos a los derechos humanos va más allá del “pase de personas” y con frecuencia resulta en fatalidades.
Jorge Mario Cabrera, activista de la CHIRLA, dijo que desafortunadamente las leyes actuales no reconocen a este tipo de crimen como tráfico humano porque se cree que los abusos al cruzar la frontera son el resultado de una transacción voluntaria entre el migrante y el traficante.
“El corredor de migrantes desde Latinoamérica es el camino de sueños quebrantados para muchos migrantes que se convierten en víctimas de delincuentes inescrupulosos”, señaló Jorge Mario Cabrera.
Aseveró que las leyes existentes deben responder al cambio y disponer de fondos y alivio legal para todo tipo de víctima de tráfico humano, especialmente en las comunidades inmigrantes.
Por ello, la CHIRLA aplaudió la aprobación en el Congreso estadunidense del Acta William Wilberforce de Protección a las Víctimas del Tráfico. La ley HR7311 provee 7.5 millones para asistencia a las víctimas e incrementa el enfoque para combatir el tráfico de menores.
La ley también incluye provisiones que facilitarían la permanencia de las víctimas en Estados Unidos. Además de incrementar los castigos a los traficantes de seres humanos, la HR7311 provee fondos para esfuerzos de educación y alcance comunitario y así ayudar a identificar y a combatir el tráfico de personas, incluyendo países del exterior, comentó Cynthia Buiza, directora de Política y Programas de CHIRLA.
“Es sumamente importante que reconozcamos que el tráfico humano es un acto de violencia vergonzoso en contra de poblaciones vulnerables, incluyendo las mujeres, los niños y los migrantes”, agregó.
Según agentes federales, Los Ángeles cuenta con una de las tasas más bajas en reportes de tráfico humano de entre todas las ciudades grandes de Estados Unidos.Sin embargo, se teme que el tráfico humano, especialmente entre comunidades inmigrantes, sea más común de lo que se cree.
El tráfico doméstico o en otro país puede incluir trabajo sexual, matrimonios obligados, servicio en casa, labores forzadas y venta de menores, mujeres y hombres. El 11 de enero marca el primer Día Nacional de Educación acerca del Tráfico Humano.
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 8 de enero.
La CHIRLA enfatizó que el incremento en el número de violaciones, golpizas, raptos, extorsiones y otros abusos a los derechos humanos va más allá del “pase de personas” y con frecuencia resulta en fatalidades.
Jorge Mario Cabrera, activista de la CHIRLA, dijo que desafortunadamente las leyes actuales no reconocen a este tipo de crimen como tráfico humano porque se cree que los abusos al cruzar la frontera son el resultado de una transacción voluntaria entre el migrante y el traficante.
“El corredor de migrantes desde Latinoamérica es el camino de sueños quebrantados para muchos migrantes que se convierten en víctimas de delincuentes inescrupulosos”, señaló Jorge Mario Cabrera.
Aseveró que las leyes existentes deben responder al cambio y disponer de fondos y alivio legal para todo tipo de víctima de tráfico humano, especialmente en las comunidades inmigrantes.
Por ello, la CHIRLA aplaudió la aprobación en el Congreso estadunidense del Acta William Wilberforce de Protección a las Víctimas del Tráfico. La ley HR7311 provee 7.5 millones para asistencia a las víctimas e incrementa el enfoque para combatir el tráfico de menores.
La ley también incluye provisiones que facilitarían la permanencia de las víctimas en Estados Unidos. Además de incrementar los castigos a los traficantes de seres humanos, la HR7311 provee fondos para esfuerzos de educación y alcance comunitario y así ayudar a identificar y a combatir el tráfico de personas, incluyendo países del exterior, comentó Cynthia Buiza, directora de Política y Programas de CHIRLA.
“Es sumamente importante que reconozcamos que el tráfico humano es un acto de violencia vergonzoso en contra de poblaciones vulnerables, incluyendo las mujeres, los niños y los migrantes”, agregó.
Según agentes federales, Los Ángeles cuenta con una de las tasas más bajas en reportes de tráfico humano de entre todas las ciudades grandes de Estados Unidos.Sin embargo, se teme que el tráfico humano, especialmente entre comunidades inmigrantes, sea más común de lo que se cree.
El tráfico doméstico o en otro país puede incluir trabajo sexual, matrimonios obligados, servicio en casa, labores forzadas y venta de menores, mujeres y hombres. El 11 de enero marca el primer Día Nacional de Educación acerca del Tráfico Humano.
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 8 de enero.
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