México tiene menor riesgo financiero incluso que grandes economías como Japón, Reino Unido y Estados Unidos, por lo que está mejor preparado para enfrentar este año “complejo”, aseguró el presidente Felipe Calderón en su primer acto público del año.
Al citar un reporte de noviembre de 2008 de la firma de inversión Merrill Lynch, señaló que México tiene uno de los menores niveles de riesgo del mundo, y está mejor que economías en desarrollo como Chile, Brasil, Rusia, Sudáfrica e India.
Después, la Presidencia de la República distribuyó una ficha donde señala que México resultó la segunda economía más solida y con mayor blindaje financiero en una muestra de 44 países analizada por Merrill Lynch.
Por esta razón, en la inauguración del tramo Lechería-Cuautitlán del tren suburbano, afirmó que “por más difícil que sea la crisis económica, ésta es cíclica y quedará finalmente atrás”.
Calderón Hinojosa arrancó su discurso retomando las palabras del gobernador del estado de México, el priísta Enrique Peña Nieto, quien remarcó que éste será un año complejo. Pero el Presidente se declaró convencido de que los mexicanos “sabremos enfrentarlo con determinación y saldremos adelante.
“Efectivamente, 2009 será un año complejo para todo el mundo en materia económica, y desde luego los efectos de esta crisis mundial también se sentirán, por desgracia, en nuestro país”, advirtió.
Insistió en que México está mucho mejor preparado que antes, y citó el reporte de Merrill Lynch, que midió siete indicadores, como el tamaño de las reservas internacionales en relación con la deuda a corto plazo, el capital de los bancos como proporción de sus activos, el cociente de préstamos a depósitos de las instituciones bancarias y las exportaciones totales como porcentaje del producto interno bruto.
Al igual que en sus discursos del año pasado, el panista se mostró optimista sobre la situación del país, ya que la economía es mucho más sólida y estable.
Prometió que su gobierno trabajará incansablemente para mitigar los efectos de la crisis financiera mundial y superar esta situación lo antes posible. “Lo seguiremos haciendo con entereza, con firmeza, con decisión, encarando los problemas más urgentes del país”, afirmó.
Al terminar la crisis económica, señaló, lo que van a perdurar en el país son las reformas. Invitó a los mexicanos a hacer de cada reto y de cada problema una oportunidad para transformar la nación.
Por su parte, el gobernador Peña Nieto resaltó que 2009 será un año electoral, por lo que demandó poner por delante la eficiencia y dejar de lado las inversiones con criterios partidistas.
El mandatario priísta expresó su deseo de que éste no sea un año de divisiones, sino que los gobiernos contribuyan a generar un clima de paz y de estabilidad social.
Para sortear la crisis económica ofreció que trabajará al lado del gobierno de Calderón, porque “en esta coyuntura difícil estará a prueba la capacidad de los gobiernos de ejecutar con eficiencia, prontitud y celeridad sus proyectos”.
Al citar un reporte de noviembre de 2008 de la firma de inversión Merrill Lynch, señaló que México tiene uno de los menores niveles de riesgo del mundo, y está mejor que economías en desarrollo como Chile, Brasil, Rusia, Sudáfrica e India.
Después, la Presidencia de la República distribuyó una ficha donde señala que México resultó la segunda economía más solida y con mayor blindaje financiero en una muestra de 44 países analizada por Merrill Lynch.
Por esta razón, en la inauguración del tramo Lechería-Cuautitlán del tren suburbano, afirmó que “por más difícil que sea la crisis económica, ésta es cíclica y quedará finalmente atrás”.
Calderón Hinojosa arrancó su discurso retomando las palabras del gobernador del estado de México, el priísta Enrique Peña Nieto, quien remarcó que éste será un año complejo. Pero el Presidente se declaró convencido de que los mexicanos “sabremos enfrentarlo con determinación y saldremos adelante.
“Efectivamente, 2009 será un año complejo para todo el mundo en materia económica, y desde luego los efectos de esta crisis mundial también se sentirán, por desgracia, en nuestro país”, advirtió.
Insistió en que México está mucho mejor preparado que antes, y citó el reporte de Merrill Lynch, que midió siete indicadores, como el tamaño de las reservas internacionales en relación con la deuda a corto plazo, el capital de los bancos como proporción de sus activos, el cociente de préstamos a depósitos de las instituciones bancarias y las exportaciones totales como porcentaje del producto interno bruto.
Al igual que en sus discursos del año pasado, el panista se mostró optimista sobre la situación del país, ya que la economía es mucho más sólida y estable.
Prometió que su gobierno trabajará incansablemente para mitigar los efectos de la crisis financiera mundial y superar esta situación lo antes posible. “Lo seguiremos haciendo con entereza, con firmeza, con decisión, encarando los problemas más urgentes del país”, afirmó.
Al terminar la crisis económica, señaló, lo que van a perdurar en el país son las reformas. Invitó a los mexicanos a hacer de cada reto y de cada problema una oportunidad para transformar la nación.
Por su parte, el gobernador Peña Nieto resaltó que 2009 será un año electoral, por lo que demandó poner por delante la eficiencia y dejar de lado las inversiones con criterios partidistas.
El mandatario priísta expresó su deseo de que éste no sea un año de divisiones, sino que los gobiernos contribuyan a generar un clima de paz y de estabilidad social.
Para sortear la crisis económica ofreció que trabajará al lado del gobierno de Calderón, porque “en esta coyuntura difícil estará a prueba la capacidad de los gobiernos de ejecutar con eficiencia, prontitud y celeridad sus proyectos”.
Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 6 de enero.
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