Pese a la experiencia en la elección presidencial de 2006, es preferible que continúen las campañas negativas que coartar la libertad de expresión y el derecho de la ciudadanía de estar informada, “así sea con calumnias”, aseguró Luis Carlos Ugalde, ex presidente consejero del IFE.
Al dictar la conferencia El nuevo marco electoral, la prensa y algunas implicaciones de la violencia y el crimen organizado en la Universidad Iberoamericana, Ugalde calificó de “incorrectas” las reformas electorales aprobadas en 2007.
“Estoy a favor de la libertad de expresión con sus riesgos; si uno de ellos son las campañas negativas, me parece que es mejor correr ese riesgo que tratar de regular, porque para eso existen las vías civiles”, dijo.
Sobre la posible infiltración del narcotráfico en las elecciones, Ugalde consideró que el IFE no es el encargado de impedirlo aunque intente establecer mecanismos de auditorías, toda vez que el problema es de una magnitud “enorme”.
“El narcotráfico ha penetrado al Estado, a los gobiernos, puede penetrar las campañas, la vida artística, los medios de comunicación, puede penetrar todo. Este es un problema de otra dimensión que escapa al IFE. La solución de este problema pasa por la PGR, la SSP, por las policías”, expuso.
Ugalde consideró que la sobre regulación es “mala consejera” y la prohibición “está sustrayendo a los ciudadanos de su habilidad, de su capacidad para estar formando su criterio, así sea de calumnias”.
El autor del libro Así lo viví —donde narra su experiencia al frente del IFE en la contienda presidencial de 2006— consideró que las campañas sucias continuarán en las próximas elecciones porque se buscarán otros canales como internet.
Éste es un medio “no regulable y los cuestionamientos que se prohibirán a través de la radio y la televisión tendrán un efecto importante en internet. Pueden prohibir que haya spots de televisión negativos, pero no que el noticiario narre lo que dice YouTube. El efecto puede ser contraproducente”, sentenció.
Para Ugalde, las campañas negativas pueden ser entendidas como tal por los ciudadanos, pues aunque no lean periódicos tienen “intuición”, además en éstas “se tiene que usar el contraste y por tanto tienes que usar datos verificables de la realidad. Quien no lo hace así será calificado de mentiroso o su acusación no tendrá mucho efecto”.
Al dictar la conferencia El nuevo marco electoral, la prensa y algunas implicaciones de la violencia y el crimen organizado en la Universidad Iberoamericana, Ugalde calificó de “incorrectas” las reformas electorales aprobadas en 2007.
“Estoy a favor de la libertad de expresión con sus riesgos; si uno de ellos son las campañas negativas, me parece que es mejor correr ese riesgo que tratar de regular, porque para eso existen las vías civiles”, dijo.
Sobre la posible infiltración del narcotráfico en las elecciones, Ugalde consideró que el IFE no es el encargado de impedirlo aunque intente establecer mecanismos de auditorías, toda vez que el problema es de una magnitud “enorme”.
“El narcotráfico ha penetrado al Estado, a los gobiernos, puede penetrar las campañas, la vida artística, los medios de comunicación, puede penetrar todo. Este es un problema de otra dimensión que escapa al IFE. La solución de este problema pasa por la PGR, la SSP, por las policías”, expuso.
Ugalde consideró que la sobre regulación es “mala consejera” y la prohibición “está sustrayendo a los ciudadanos de su habilidad, de su capacidad para estar formando su criterio, así sea de calumnias”.
El autor del libro Así lo viví —donde narra su experiencia al frente del IFE en la contienda presidencial de 2006— consideró que las campañas sucias continuarán en las próximas elecciones porque se buscarán otros canales como internet.
Éste es un medio “no regulable y los cuestionamientos que se prohibirán a través de la radio y la televisión tendrán un efecto importante en internet. Pueden prohibir que haya spots de televisión negativos, pero no que el noticiario narre lo que dice YouTube. El efecto puede ser contraproducente”, sentenció.
Para Ugalde, las campañas negativas pueden ser entendidas como tal por los ciudadanos, pues aunque no lean periódicos tienen “intuición”, además en éstas “se tiene que usar el contraste y por tanto tienes que usar datos verificables de la realidad. Quien no lo hace así será calificado de mentiroso o su acusación no tendrá mucho efecto”.
Nayeli Roldán, Milenio, 23 de enero.
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